Tan rápido como la amenaza llegó, así se fue. La poblada ciudad de Karakura permanecía en una total calma; las personas iban y venían como de costumbre, continuando con su rutina diaria, sin recordar en lo más mínimo, los sucesos ocurridos horas antes, todo gracias a la intervención de Rukia.
Al otro lado de esa área de la ciudad, se encontraba un pequeño establecimiento de abarrotes. En su interior había solo estantes llenos de mercancía.
En una de las habitaciones ubicadas en uno de los corredores alejados de la tienda, estaban tres personas sentadas en el piso de la habitación, la habitación era muy espaciosa, aun si en ella solo había una mesa pequeña redonda.
Urahara agitaba un abanico refrescando su rostro, observada detenidamente a sus curiosos huéspedes, mantenía sus piernas cruzadas y lanzaba miradas a cada uno de los sayajins de vez en cuando, Vegeta estaba apoyado en la pared frente a Urahara, miraba con desconfianza a ese hombre.
Por su lado Goku comía sin parar uno a uno los platillos que una jovecita de cabello negro y ojos tristes llamada Ururu, traía de lo más profundo de la tienda.
-Señor Tessai - mencionó la chica de cabello negro, sus ojos inexpresivos se posaron sobre las acciones del hombre grande y moreno- ¿Ya casi no queda comida?
-Cielos, ¿Qué le pasa a ese sujeto? - Mencionó Jinta, el joven pelirojo se mantenía observando el interior de la habitación, sin despegar la vista de Goku -¡desde que llegó, no ha hecho más que comer!
-¡Guarden silencio! -asevero Tessai, el hombre colocó otro tazón sobre la charola que Ururu sostenía sin ninguna emoción.
Ururu volvió a estar presente a la habitación, colocando el tazón lleno de arroz sobre la mesa.
El apetito sobrehumano del sayajin, no dejaba de sorprender a los shinigamis, que desde su encuentro con ellos y Urahara en la ciudad habían permanecido desapercibidos de los sentidos de los sayajins.
- ¡No lo puedo creer! ¿Cuántos tazones más puede comer este hombre? - Mencionó Rukia.
-Espero que este sea el último - mencionó a Urahara, abanicándose - él y Yoruichi-san, son iguales, parece que no hay que no debí aceptar ...
Flash back
- Disculpa ...- mencionó Goku - nos puedes decir a quién pertenece este ki
- No hay problema ... - Habló Urahara, pero antes díganme ... ¿quiénes son ustedes?
- ¡Olvídalo! - mencionó Vegeta - ¡no tenemos por qué decirte nada de nosotros!
- ¡Cielos, no tiene por qué ser tan brusco! - acercándose a ambos guerrero, dejándolos ver sus ojos, mencionó con un tono más serio - te vuelves alguien muy interesante ...
- ¿Qué estas tratando de decir insecto?
- Ya no discutas, Vegeta - Habló Goku - Mi nombre es Son Goku, y él es ...
- ¡Cállate Kakaroto!, ¡no eres quien para presentarme! - Habló Vegeta - soy Vegeta - se limitó a decir.
- ¡Es un placer, Goku, Vegeta!- mencionó el tiendero- mi nombre es Urahara Kisuke.
- Urahara puedes ... (sonido de gruñido) ... ¡Darme algo de comer!
- ¡Puedes venir a mi tienda! - mencionó el hombre rubio - ¡puedes comer allí y saciar mi curiosidad!
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Bleach y Dragon Ball Z: Saga de infierno
Fiksi PenggemarUn incidente en el infierno, hace que los guerreros sayajins se enfrenten a antiguos enemigos junto a nuevos aliados.