Bleach y Dragon Ball Z: Saga de infierno

Capitulo 9: El Mago Babidi

Por cada paso que daba sentía que otra ampolla aparecía, la capa toda sucia y rota de las orillas, ondeaba al rimo de sus pasos. Babidi cayó rendido sobre sus diminutas y débiles rodillas, abrazando el suelo sin vida del infierno.

─ ¡Idiotas, todos son unos granujas! ─ masculló, la aguda voz denotaba molestia─ ¿cómo pueden tratarme de esa manera?

Ya casi sin fuerzas hasta para emitir algún otro sonido, sus brazos temblaban pero a pesar de todo intentó recuperar la compostura, avanzó unos pocos pasos más, hasta que su cuerpo no respondió y volvió a besar el suelo del infierno.

─ ¿Cómo es posible que después de todo... que después de todo me sigan tratando como si fuera una simple basura? ─ con ojos cristalinos, aun tirado en el suelo, Babidi maldecía en silencio.

Su vida, su existencia constituía en huir de los peligros, a pesar de su habilidad mágica proporcionada por su padre; Babidi solo era un pequeño ser.

Creció viendo a su padre ser burlado hasta humillado por sus enemigos, prometió no ser como él, pero en el futuro eso no cambio, se hizo de subordinados fuertes a los cuales controlaba por tener un corazón lleno de pensamientos oscuros, lleno de maldad, con eso cualquiera que se burlara de alguna forma de él, lo pagaría con su vida.

Como siempre la ambición lo llevo a los extremos, su padre le dejo antes de morir la ubicación, la forma de volver a la vida a su mayor logro, su creación, Magín Buu.

Su nombre era gracioso que no pudo evitar pensar en un ser débil, ¿para qué quería a alguien así, junto a él? Pero cambió su opinión cuando supo de las atrocidades que en su tiempo llego a hacer ese monstruo.

Siguiendo las instrucciones de su padre, despertó a Magín Buu, al ser testigo del poder de la creación de Bibidi, por un momento se creyó invencible, que nada ni nadie podría ponerle ni un dedo encima, eso fue antes de la intromisión de Son Goku, el terrícola que con una extraña transformación a los ojos de Babidi, vió que golpeaba sin dificultad a Magín Buu, aunque los golpes se detuvieron y el hombre volvió a tener el cabello negro para después marcharse de ahí, después de eso, la suerte de Babidi no continuó.

Ahí estaba él, el mago Babidi que hizo sus subordinados a miles de seres más fuertes que él, que despertó a la más grande y poderosa creación que su padre realizó, ahí estaba con la abultada mano de Magín Buu destrozando su garganta; pronto su dolor desapareció al igual que su existencia.

─ ¡Con que tú eres Babidi! ─ escuchó.

Ante él estaba un enorme escritorio, la voz grave provenía del otro lado del mueble─ ¡Tú eres el causante de todas estas muertes! ─ dijo arrojando de las alturas una enorme pila de informes, cada uno con los datos de las personas provenientes de la Tierra.

Sin poder huir a tiempo, fue sepultado en todo esos informes, si no estuviera muerto, seguro que con eso lo estaría. Escuchó pasos acercándose, unas manos enormes lo levantaron y lo arrojaron hacia un oscuro agujero─ ¡tienes un pase directo al infierno! ─ escuchó que le decía, lo demás no alcanzó a escucharlo.

Su diminuto cuerpo cayó sin compasión, rebotó hasta dirigirse hacia unas piedras en forma de pico, intentó usar su campo de energía para evitar estrellarse pero fue inútil, aterrizó estampándose en las rocas.

Recobró la conciencia, su vista captó un lugar lúgubre, inmenso y estéril.

─ ¿Esto es el infierno?

Caminó, alejándose de esas rocas, dirigiéndose hacia un montículo más adelante, no podía afirmar cuanto tiempo llevaba caminado, pero sentía sus pies muy pesados, y el montículo aún se miraba lejano. Se preguntaba si ese era el infierno, si era así ¿dónde estaban los demás que habían sido enviados ahí? Acaso ¿ese era su infierno? Quería creerlo pero lastimosamente para él, algo lo pateó y lo hizo caer.