Capitulo IV

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Una neblina blancuzca intentaba tapar la escena, un chico con el pelo pintado de morado era Noah el que estaba en medio de tres chicos que eran un poco más grandes que él, la escena se enfocó en aquellos chicos que se veían aún más borrosos que Noah aquel ambiente se volvió oscuro como si estuviera mal iluminado, los tres chicos no se les veía el rostro los tapaba la neblina," ¿Quieres que te pateemos? Siempre con lo mismo Becker, sería más fácil para todos si solo colaborarás" aquellas frases se escuchaban como un eco lejano "¿Solo te vas a quedar callado?" Los de Noah intentaban buscar una salida, pero no la encontró tampoco iba a hacer ningún favor a eso tres imbéciles, aquellos tres empezaron a acorralar más al peliteñido hasta que quedó en una esquina sin ninguna posibilidad de escapar, Noah se agachó y se cubrió la cabeza con las manos, la cara con los brazos, intento no hacer ningún ruido porque sabía que si chistaba algo los golpes se iban a volver más fuertes "Ush cada vez siento que es más patético" Dijo una de las voces la cual hizo eco hasta que esas tres figuras salieron de la vista.

Con un sobresalto Noah despertó de su sueño, sudaba frío y su corazón iba a mil por hora ¿Por qué ahora se sentía así? Antes ni siquiera le afectaba simplemente seguía y los ignoraba ¿Por qué ahora recordaba esos momentos? No recordaba que fueran tan tensos y abrumadores, pasó su mano por la cara parecía estar temblando, se sentía más débil de lo que ya era, mirar la habitación oscura lo hacía sentir más perdido, pero era inevitable ¿No?

Aquella escena parecía reciente, eso fue lo que ocurrió el día que se encontró a Jackson en el salón de clase, se tocó los brazos con cuidado y noto que efectivamente no había sido solo una alucinación lo que paso ese día, aunque aún le dolían los moretones suponía que no era tan fuerte como hace unos días, se acomodó en la cama e intentó volver a dormir cosa que logró hacer fácilmente.

Ya era de almorzar, Jackson en el lugar de siempre espero a su amigo que se veía más ensimismado de lo normal, como era costumbre esos días él simplemente comía y decía una que otra cosas, más que todo cosas que le habían parecido medio interesantes, también estos últimos días le preocupaba más Noah de lo normal, quería ayudarlo, pero no sabía si él quería ayuda o simplemente alguien que lo acompañara mientras intentaba seguir adelante, tomó un sorbo de jugo estaba sin dulce y tenía un sabor bastante agrio por lo cual hizo una cara bastante chistosa, Noah se le quedó mirando bastante extrañado para después explotar en risa.

- ¿De qué te ríes? - Dijo Jackson en una pequeña risa algo incómoda

- De tu cara, parecías un gnomo enojado - interrumpió con una risa su frase - a punto de vomitar una ardilla - Ahora Jackson estaba más perdido que al principio se le hizo chistoso lo de la ardilla así que empezó a reír también

- Bueno ya, eres raro Jackson

- ¿Me dices que soy yo el raro?

- Sí, nada más mírate hasta tienes cabello de emo ¿Qué más raro que eso?

- Hey, con mi cabello no te metas "mechas pintadas"

Una sonrisa de complicidad apareció en la cara de aquellos dos, terminaron de almorzar mientras hablaban de la nueva serie que había salido que se trataba de viajes en el tiempo, sonó la campana, se había acabado el almuerzo, Noah acompañó a Jackson a su salón y se despidió, próximamente será semana de exámenes y no tener tiempo ni para respirar sería algo bastante común, quería pasar un tiempo con Jackson antes de que eso pasara, pero para Noah sería mejor esperar a que pasara esa semana y tener más tiempo.

Eran las seis de la tarde y el sol empezaba a caer por el horizonte Jackson le encantaba el atardecer tenía buenos recuerdos con ese paisaje de fondo, aunque su habitación hecha un desastre no contribuía con la imagen mental que podía tener de ese momento así que se levantó de su escritorio y organizo un poco la habitación para que lo que había en su mente concordaba con la realidad. Ya entrada la noche el pelinegro volvió a pegarse a la ventana donde podía ver a la luna en su máximo esplendor, alrededor las estrellas inmóviles parecían guiñar con gracia al cielo nocturno, sintió que alguien golpeo la ventana, y se enfocó en la parte inferior de esta dándose cuenta de la cara sonriente de Noah, abrió los ojos bastante sorprendidos, apurado intento abrir la ventana para que Noah entrara, cuando el peliteñido paso lo primero que hizo Jackson fue tocar sus manos y cara, estaban heladas como él supuso.

- Ya sé lo que debes estar pensando - Dijo Noah algo apenado - Son como las 10 de la noche, debería estar durmiendo, pero es más divertido estar en el patio.

- Se supone que yo soy el emo frío y sin sentimientos, no tú "mechas locas"

- ajajjaja nadie te quita ese lugar - Afirmó Noah, los dos explotaron de risa luego de ese comentario.

Noah le explicó cómo hacía para salir al patio por la noche sin ser visto, Jackson escuchaba atentamente mientras preparaba un baño caliente para su amigo, al final estaba sorprendido su amigo era bastante ágil, también le ayudaba su contextura. Después de que Noah se bañara, salió con la ropa que el pelinegro le había prestado le quedaba un poco grande, pero bueno solo seria por esa vez, hablaron un buen rato antes de que Jackson decidió irse a dormir, Noah también tenía sueño así que apagaron la luz, Jackson pegó su espalda junto con la de su amigo y quedaron como piedra en pozo.

- Mamá! - Exclamó un pequeño niño - La comida está salada, no la puedo comer

- Acaso ese es mi problema - Gritó la señora, una neblina grisácea volvió a cubrir la atmósfera - Tú verás si comes pequeño pedazo de mierda.

Aquel pequeño niño empezó a llorar, su cara se había puesto roja.

- ¡¡¡Cállate!!!! Deja de llorar, ¿Acaso solo sabes llorar? - Antes de que el niño abriera los ojos su madre ya le había dado una bofetada - Te callas o te callo ¿Me entendiste?

De un espanto Noah se levantó con un nudo en la garganta y sudor cayendo de su espalda, le costaba respirar, toda esa situación lo hizo soltar un sollozo y unas cuantas lágrimas descendieron de sus ojos, agarrando las cobijas con fuerza, se secó las lágrimas y volvió a taparse con las cobijas, abrazando a Jackson pudo quedar dormido, Jackson había escuchado todo, sintió el impulso de decirle algo o abrazarlo, pero percibió que lo mejor era dejarlo llorar en paz.

Un destello sin futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora