Capitulo VIII

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Como le dijo la enfermera, fue hacia su oficina, la mujer le hizo algunas preguntas sobre la noche y como se había sentido, Noah respondí lo más corto que pudo intentando evitar ese tema, al terminar las preguntas la enfermera le entregó las pastillas, ahí mismo se las tomó para luego salir a la primera clase que tenía ese día, a pesar de todo, se sentía más ansioso, observado, como si alguien fuera a saltar sobre él en cualquier momento, sabía que se iría recuperando con el tiempo, pero sentía miedo de no superarlo de quedarse estancado y volver a recaer, se terminó las clases ya era hora de almorzar, el timbre lo asustó, esperaba encontrarse con Jackson, quería verlo y explicarle todo.

- ¡¡Jackson !! - Su emoción se sentía en su voz
- Noah ¿Cómo estás? - Una voz tranquila y suave respondí ante el llamado
- Disculpa por el susto de ayer, sé que estabas preocupado por mí, después de clases te comento todo, ahora solo quiero comer un poco.

Jackson aceptó con una sonrisa, se sentaron y comieron juntos, Noah volvió a sentir esa cálida sensación cerca del pelinegro, adoraba esos momentos donde podía sentir el aire más ligero y como si un escudo lo protegiera de todo mal.

Al final de clases Noah fue al cuarto de Jackson, ahí le contó el porqué se había desmayado y lo que le había dicho la enfermera, durante el relato a Jackson le dio ganas de abrazar a su amigo, era triste sabía que este se había guardado algunas cosas, lo notaba cuando se quedaba callado y pensaba en qué decir, sus ojos perdidos se veían más frágiles que nunca, agua cristalina estaban llenando sus ojos y una quebrada voz los acompañaba, Jackson lo único que parecía hacer era contemplar como un árbol se estaba cayendo enfrente suyo, por más que lo abrazara el daño estaba hecho ¿Valía la pena intentar rescatarlo? Él creía que si, en su mente aún podía ayudar a que aquel árbol volviera a renacer...

Dos semanas después las cosas parecían ir mejorando, Noah parecía estar mejor que hace tiempo, la enfermera lo había felicitado, sus notas se recuperaron y la versión de ese momento se parecía bastante a la de antes del incidente, ya podía salir del internado claro con el permiso correspondiente, por primera vez en mucho tiempo se sintió un poco orgulloso de sí mismo, así que decidió pedir permiso para salir con Jackson a comer algo en algún lugar, le comento a Jackson, parecían animados además de que cada vez faltaba menos para salir del internado, para el pelinegro era una oportunidad como un nuevo comienzo, Noah no lo veía tan así lo veía como un castigo. Ya era el día de la salida, parecía un poco nublado el día, así que fueron por un café caliente con galletas de fresas, una nostalgia se sentía en el aire al fin y al cabo, ahí es cuando decidieron conocerse mejor, pidieron lo mismo que ese día.

- Estoy algo nervioso, cada día se acerca más el examen. - Dijo Jackson.
- ¿Vas a aplicar a la beca?- Jackson afirmó con la cabeza - Que bueno, eso significa que ¿Te vas del país?.
- Si, ya tengo el dinero juntado y todo listo, solo falta tener un buen puntaje ajajja.
- Eso me alegra, espero yo también sacar un buen puntaje, me gustaría ir contigo.

Una sonrisa de complicidad marcó la cara de los dos muchachos, aunque Jackson no lo dijera él también esperaba que Noah pasara, le traía felicidad pensar en los momentos que podrían pasar juntos en un nuevo lugar lleno de experiencias, cambiaron de tema, pasaron un tiempo más hablando hasta que se dieron cuenta de que ya se les estaba haciendo un poco tarde para llegar al internado, salieron corriendo a toda velocidad, un destello de luz apareció de la nada, una fuerza los había empujado y dejado tirados en el piso, un carro los había chocado, Noah corrió con una mejor suerte que la de Jackson, Noah se levantó adolorido miró a Jackson tirado en el piso, no reaccionaba, él había recibido todo el impacto de aquel auto, el conductor salió paniqueado, mientras que Noah seguía intentando hacer reaccionar a Jackson diciendo su nombre, esa escena le resultaba familiar ¡¡¡Llamen una ambulancia, por favor!! El conductor salió de su auto con celular en mano llamando a emergencias para que enviaran una ambulancia, Noah tenía miedo de perder a su único amigo, seguía mirando si aún tenía pulso, le rezaba a un dios en el cual no creía con la esperanza de que Jackson siguiera resistiendo hasta que llegara la ambulancia. Para Noah fue una eternidad, la ambulancia se demoró alrededor de unos treinta minutos, treinta minutos que hubieran podido acabar con la vida de Jackson, el peliteñido se subió a la ambulancia, contesto las preguntas que le hicieron, al llegar al hospital mandaron a Jackson para urgencias mientras que Noah tuvo que llamar al internado para informar la situación, le dijeron que a la mañana siguiente iría el rector del colegio, al parecer se iba a quedar esa noche en el hospital, esperaba alguna respuesta de los doctores además de esperar atención por sus heridas, tenía algunas raspaduras y le dolía la cabeza, después de unas buenas horas le dieron unos analgésicos para el dolor del cuerpo, aparte le limpiaron y desinfectaron las heridas, también escuchó que la policía iría el día siguiente para tomar declaraciones, miró la sala donde se encontraba era un lugar enfermizo, la mayoría de personas tenían una cara desesperada ¿Él tendría esa cara? Después de todo se terminó durmiendo en una de las sillas de la sala.

Una voz seca y gruesa lo levantó de su sueño, era el rector del internado detrás de él estaban algunos policías, Noah dio la declaración de lo sucedido, por lo que entendió el culpable del accidente fue el conductor que se había pasado una señal de "pare", ahora solo faltaba la declaración de Jackson que aún no había despertado, pero se encontraba estable, eso lo calmaba bastante, pero seguía bastante asombrado por aquellos acontecimientos, tenía las imágenes frescas en su mente, en ese momento fueron aterradoras, ahora las sentía más aterradoras y sofocantes, solo recordarlas le pasaba un escalofrío por su espalda, sintiendo que le faltaba el aire, se consolaba con que todo estaría mejor, aunque ese consuelo no estaría mucho tiempo.

Después de que el rector lo llevará al internado, se fue a la enfermería, después de todo necesita sus medicamentos, allí se encontraba la mujer "¿Te encuentras bien? ¿Qué te han dicho de tu amigo? ¿Fue muy grave?" Noah respondió con monosílabos, solamente quería sus medicamentos e irse a dormir "¿Seguro que estás bien? "se detuvo ante la puerta mirando a la mujer "No me encuentro bien, solo quiero dormir, feliz tarde" Al llegar a su cuarto, se tiró a la cama, quería llorar, al día siguiente tenía clase, no quería aparecer con los ojos hinchados.

Un suelo lleno de sangre y sus ojos suplicantes se encontraban gravados en él, aquellos ojos se cerraron, dejando un simple charco de sangre, del cual salieron unas serpientes negras, que se acercaban al cuerpo de Noah, lo fueron envolviendo y apretando, Noah suplicaba que lo dejaran "No lo mereces" las serpientes empezaron a susurrar, el espacio era sofocante las serpientes seguían murmurando, intento gritar, pero las serpientes lo callaron, ya no tenía ninguna posibilidad de salvarse dejó de resistirse, las serpientes lo dejaron, volvió a abrir los ojos tenía una arma en mano, un cuerpo sin vida se encontraba enfrente de él, era Jackson y su hermano ¡¡¿Los mate?!! ¡No! ¡No!, cayó de rodillas ante sus cuerpos sin vida, otra serpiente apareció como si se hubiera fusionado con las demás "Tú fuiste el culpable de sus muertes ¿No crees que mereces su mismo destino? Eso si te lo mereces" Noah vio el arma que aún tenía en sus manos ¿Será esta la respuesta? La apuntó a su cabeza, apretó el gatillo.

Se levantó sudando frío y con el corazón a toda máquina, faltaba aún una hora para que sonara su alarma, sabía que ya no podría dormir, sus manos temblaban y sentía frío, casi se acercaba el día del examen ¿Y si Jackson aún no se recuperaba? ¿Habría sido su culpa? ¿Por qué parecía que todo lo que amaba se acababa? ¿Por qué siempre terminaba siendo el culpable? Su existencia hacía que todo fuera más difícil para quienes lo rodeaban ¿Cierto? Debería morirse, así no le causaría tantos problemas a la gente, tenía miedo de sí mismo, de sus pensamientos, nada parecía mejorar y lo único que sentía del futuro es que no valdría la pena ¿Merecía vivir?...

Ese día sintió como la mirada de los demás lo juzgaba, como si hubiera cometido el peor crimen de todos, escuchaba a los demás murmurar, sentía que estaban hablando de él, necesitaba más de sus medicamentos, no quería pensar en nada, quería volver a estar sedado, quería morirse. Casi por la noche, le dijeron que Jackson ya se había despertado, pero que iba a estar aún en cuidados, la recuperación iba a tomar un tiempo, era doloroso como ver como los demás se sacrificaban por ti, pero tú nunca hiciste ningún esfuerzo por ellos.

Un destello sin futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora