(4 meses)
Hal estaba un poco nervioso, bueno quizás demasiado. Pero, ¿quién no lo estaría frente a la mismísima Selina Kyle? Todo rastro de seguridad de acero simplemente desaparece con ella presente.
Para él, de por sí era una suerte que no temblara tanto al estar sentado justo a su lado. Era un hecho que esa mujer era demasiado para un mortal como él.
—Tranquilo, Hal. No voy a morderte—la mano de la mujer se apoyó en la de él, calmando los nervios de este con parsimoniosas caricias —... Sólo quiero aclararte las cosas a partir de ahora, para ahorrarnos una historia al estilo de una novela turca
—Lo sé, pero tengo la cabeza hecha un lío —suspiró con algo de esfuerzo.
—Y estoy dispuesta a desenredarla para ti —sus ojos palidecieron entre el gris de las nubes —, cualquier duda que tengas, eres totalmente libre de hacerla y yo la resolveré-
—¿De verdad es tu... Hija? —sus manos se alejaron con temor. Trataba de hacer preguntas que fuesen más interesantes y/o puntuales a lo sucedido, pero su cerebro no funcionaba como sus dos neuronas querían.
—... Sí, lo es
—¿Pero cómo la tuviste?
—¿Quieres que te explique lo de las abejitas? —arqueó una ceja con gracia, sabía que el piloto sabía perfectamente cómo había ocurrido ese proceso, e igualmente compadeció la inquietud.
—¡N-no, no son necesarios esos detalles! —sonrojó casi por completo en lo que enfatizaba su punto. Sus manos eran quienes más hablaban por él, a los ojos de la fémina —Sólo quiero saber si fue con... Ya sabes, él
Selina no quería darle la historia a pedazos o a partir de preguntas obvias, por lo que optó tomar el toro por los cuernos y no girar en la misma flor, sacando el hecho de golpe:
—En mi tierra... Él y yo éramos pareja, me pidió matrimonio a los años de conocernos, fue como un renacer para mí, una forma de ser realmente feliz —los expectantes ojos pardos le hicieron proseguir: —... Hasta que la tragedia ocurrió; fue imprevisto y ni siquiera pudimos prepararnos a tiempo. Para ese entonces ya tenía a mi pequeña en brazos, lista para comenzar a vivir, pero el destino nunca nos dejó. Justo en su cumpleaños, todo se fue abajo, héroes cayeron uno por uno hasta no dejar más que escombros, Bruce había caído junto con el resto... Y en mi desespero decidí huir junto con ella para no arruinarle la oportunidad de ser quien quisiera en otro mundo. Fue tan curioso cómo, en cuanto pisamos esta tierra, ella había abierto los ojos con admiración, como si creyera que este siempre fue su hogar
—¿Fuiste tú quien la dejó en las puertas del salón?
—No tenía elección, no me sentía en capacidad de cuidarla en un mundo idéntico pero tan distinto al que yo conocí
—Como revivir un mal recuerdo —Selina asintió con lentitud.
—Uno que ocurrió a tan sólo unos minutos de distancia... Me dolió dejarla, pero creí firmemente que estaría a salvo con la Liga, que con cualquier otra persona
—¿Por qué no te dirigiste con Bruce, en primer lugar?
—Temía aparecer frente a él con una niña a pedirle auxilio, así de la nada. Mas sin embargo le hablé de la situación en cuanto me enteré que la tenía bajo su manto junto a alguien más —acarició sus negros cabellos en consuelo —. No te voy a engañar, creí que ese alguien más era Diana y la di por bien hospedada, grata fue mi sorpresa al enterarme que era-
—¿Un hombre?
—... Tú —rió dulcemente, sus verdosos ojos brillaron para los pardos —, no me malinterpretes, eres un gran hombre, pero todas las tierras saben lo irresponsable que eres, incluso con tus propios hijos
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Helena ♡.¸『BatLantern』
Fanfiction[🍼] Cuando la crianza de una pequeña se deja en manos de dos idiotas que ni en mil infiernos se soportan, es claro que nada malo puede salir mal. Bruce y Hal deberán aprender a ser todo aquello de lo cual no se prepararon y tratar en lo posible de...