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Sus clases habían pasado más rápido de lo normal, por lo que se alegró de haberse librado del primer día.

Ahora se encontraba guardando sus cosas en su mochila bajo la atenta mirada de su amigo rubio detrás de él. 

––¿Y...?––Ahora el chico estaba al frente suyo con sus manos apoyadas en la mesa.––¿Vas? Te puedo llevar y después irte a dejar en auto si me acompañas.

Ah, si. Felix como regalo de cumpleaños había recibido ni más ni menos que un auto Bugatti Divo color negro, con el costo de más de 6 millones de dólares.

––Yo...––Jeongin no sabía si aceptar o no, pero en cuanto iba a decir una palabra, una voz se escuchó por el salón.

––¡Los que vayan a la fiesta de Hyunjin, asegúrense de entrar sigilosos! Se venderá de la buena y no queremos que se arme algún escándalo ni que salgan rumores de ahí.––Exclamó el mejor amigo del alto, Bang Chan. Observando como Hyunjin a su lado, asentía con una pequeña sonrisa y procedían a salir de la sala.

Se podía decir que a Jeongin aquel chico, Chan, le agradaba más que otras personas. Era "aceptable" al no creerse mucho por el dinero e intentar hacer todo menos aburrido. Varias veces había ocasionado "problemas" en la escuela por hacer cosas que no estaban permitidas, pero eran unas reglas estúpidas por lo que si Jeongin fuera un poco más rebelde, las rompería también.

––Oh... Ignora eso.––Dijo Felix al parpadear repetitivamente hacia su amigo.––Yo no hago esas cosas, creo que es una estupidez meterse sustancias dañinas al cuerpo.––Se encogió de hombros.––Entonces, ¿Vas?

Jeongin rodó los ojos y en un pequeño movimiento asintió con su cabeza, mientras salía del salón seguido de un Felix emocionado detrás de él.

Sin cambiarse el uniforme, todos iban camino a la mencionada fiesta de Hyunjin

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Sin cambiarse el uniforme, todos iban camino a la mencionada fiesta de Hyunjin. Incluso ellos, en aquel caro auto que manejaba su amigo y Jeongin se aferraba a su cinturón de seguridad debido al miedo que le daba que los adolescentes manejaran.

––Envidio el estacionamiento de la casa de Hyunjin.––Dijo el rubio estacionando su auto al lado de otros lujosos.––¡Imagínate cuantos autos pueden caber acá! El de mi mamá, el de mi papá, el de mi hermana, el de...––Pausó sus palabras al ver como Jeongin lo miraba cansado.––Perdón.

Aqui íbamos de nuevo. La necesidad de querer tener más y más, como Felix lo hacía y la necesidad de comparar lo que tienen con otras personas.

––Mejor vamos.

Después de esa señal, Jeongin se aproximó a bajar del auto y cerrar la puerta. Quedando frente a la puerta trasera de la gran casa color blanco de Hyunjin, la cual desde fuera se podía ver cual lujosa era y con un toque antiguo en sus paredes adornadas con leves dellates dorados.

Ya me quiero ir, pensó Jeongin.

Felix lo agarró del brazo haciendo que entraran, saludando a un hombre vestido elegantemente con un traje negro y una bandeja en sus manos.

money ain't it funny ; hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora