––¿Te vas a quedar en casa de Hyunjin hoy a la noche? Deberías. Así podemos quedarnos hasta tarde y terminar el proyecto.––Decía Felix caminando junto a Jeongin, hacia su salón un día viernes.
Hwang había propuesto que los adolescentes se quedaran a dormir en su casa para avanzar y terminar la escultura, la cual debían entregar el día martes. Jeongin no estaba muy seguro obviamente, aunque ahora había tenido que pasar más tiempo junto a los chicos afflueza, no estaba seguro que les cayera del todo bien.
––No sé si mis padres me den permiso...––Mintió Yang, sabía que su madre no dudaría en dejarlo ir, pero el problema aquí era que él no quería ir.––Pero puedo ir en la tarde y después volver a mi casa.
––Yo podría convencer a tu madre.––Se ofreció el rubio.––No tiene por qué preocuparse sabiendo que estarás conmigo.
––Lo dice la misma persona que me dejó solo en la fiesta.––Lo miró burlesco y Lee solo rió.––Como sea, no hace falta Lix.
––¡Si hace falta!––Paró en seco de caminar.––Yo la llamo, dame el número.
––No.––Siguió caminando.
––¡Ush! Dame el número, Jeongin, trato de ayudarte.––Lo siguió.
––¡Te dije que no hace falta!––Caminó más rápido siendo perseguido por el otro.
––¡Me vas a hacer tropezar si sigues con esa velocidad!––No le importó gritar a pesar de estar en uno de los pasillos llenos de adolescentes.
––Entonces deja de seguir-
Chocó contra una persona al estar mirando hacia atrás, el impacto lo hizo casi perder el equilibrio pero se mantuvo en pie al subir la mirada y ver aquel rostro.
––No se corren por los pasillos.––Dijo Hyunjin y Jeongin se apartó.––¿Que hacen?
––Nada.––Contestó el menor y sintió una mano en su bolsillo, la cual robó su celular y observó al rubio salir corriendo hacia algún lugar.––Felix...––Suspiró.
––Yang, ¿Te quedas en casa de Hyunjin hoy?––Le preguntó Changbin.
Jeongin solo pasó su vista de él hacia el alto chico a su lado, el cual tenía su mirada clavada en él. ¿Que tanto miraba? Pensó.
––Aún no sé, es que-
––¡Listo!––Volvió Felix donde ellos con una gran sonrisa y unas cuantas gotas de sudor en su frente.––Jeongin se queda a dormir hoy en casa de Hyunjin.
Yang suspiró y miró al piso.
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No iba a fingir su disgusto de haber sido casi que obligado a quedarse en la casa del mayor. Mantenía una cara seria al estar esculpiendo la obra y sin decir ninguna palabra mientras los otros chicos hablaban.
Ya eran las 6:35 de la tarde y su estómago rugia hacia sus adentros, ¿A que hora cenaba la gente rica?
––Jeongin.––Escuchó una voz llamar su atención.––¿Que pasa? Estás raro.––Dijo Felix.
––Nada.––Siguió en lo suyo sin levantar la mirada.
––¿Estás enojado con alguno de nosotros?––Preguntó Changbin con un tono de voz suave.
––No.––Suspiró y cayó sentado en su silla debido al cansancio de estar de pie.––No me pasa nada.
––Respecto a donde dormiremos, tengo una habitación para cada uno ¿Está eso bien?––Hyunjin se añadió a la conversación.
––Oh.––Felix hizo un pequeño puchero.––¿No quieren hacer una pijamada?––Todos lo miraron confusos y dejaron de hacer lo que hacían.––Es un poco aburrido pasar la noche solos mientras sabemos que podríamos estar haciendo algo divertido.
––Apoyo la idea de Lixie.––Dijo Changbin sonriendo.––Así nos podemos conocer más.
––Lo que quieran.––Añadió el mayor del grupo.
Jeongin no dijo nada. Se estaba conteniendo las ganas de negarse a todo.
Unos minutos más tarde, Yang se sintió aliviado al escuchar una sirvienta llamarlos para que fueran adentro a cenar.
Entraron y una mesa con exquisita comida los recibió, la mesa era larga y espaciosa como si para una familia entera fuera hecha. Se volvíaa preguntar, ¿Donde están los padres de Hyunjin?
––Esto está delicioso.––Dijo Changbin al probar la sopa con distintas especies en ella. Jeongin también la probó y le pareció espectacular, pero no dijo nada.
Terminaron de comer en unos minutos y en vez de levantar los platos, unas cuentas personas se aproximaron a hacerlo. Jeongin miraba la situación con incomodidad y tenía ganas de ayudar en algo, pero al ser agarrado del brazo por su amigo rubio hacia el segundo piso, interrumpió su acción.
No se había fijado en que en cada piso habían 2 a 3 habitaciones, y en el tercero era lo mismo. Subieron hacía allí y Hyunjin les mostró su habitación al abrir la puerta y dejar que pasaran.
––¿La decoraste por tu cuenta o alguien lo hizo por ti?––Dijo Jeongin después de estar más de una hora sin hablar.
––Yo lo decoré todo. ¿Sorprendido?––Lo miró con una pequeña sonrisa burlesca.––No sé como quieren meter camas acá, sería casi imposible.
––Yo puedo dormir en este sillón.––Dijo Changbin apuntando a un sillón largo blanco.––Es espacioso.
––Yo...––Felix miraba por toda la habitación para encontrar algún lugar en donde dormir.
––Puedes dormir acá también si quieres, simplemente nos damos la espalda.––Changbin sugirió y Felix asintió.––Y Jeongin...
––Puedes dormir acá.––Hyunjin apuntó a su cama.––Puedo dormir en la otra habitación.
La cama era bastante grande y espaciosa, podían caber hasta 3 personas y ninguna rozaria los cuerpos. A Jeongin no le importaba dormir con el mayor, pero tampoco diría aquello porque la vergüenza le ganaba.
––La cama es bastante grande.––Dijo Felix mirando aquella. Rodó los ojos y agarró algunas almohadas, poniéndolas al medio de la cama y creando una pared.––Pueden hacer esto y listo.
Ambos adolescentes se miraron y hicieron un gesto de no tomarle mucha importancia si dormían juntos o no, asi que optaron por usar la idea de Felix al dormir.
Pero primero tenían que terminar el proyecto, claro, así que bajaron de nuevo esas miles de escaleras hasta llegar al patio y introducirse en la pequeña casa blanca.
El tiempo pasaba rápido y el reloj ya marcaban las 10:45 pm. Los ojos de los chicos parecían que en cualquier momento se iban a cerrar, sin embargo, seguían dándole pequeños detalles a su obra.
––¿Tienes mucho sueño?––Preguntó el mayor hacia Jeongin, el cual abrió sus ojos rápidamente y negó.––Terminaremos esto pronto y podremos ir a dormir, aguanta un poquito más.
¿Por qué Hwang estaba tratándolo con tanta dulzura? Se preguntó Yang. Pero al estar con el efecto del sueño, no se dió cuenta cuando posó su cabeza en el hombro del contrario.
Él recibió aquel gesto con una pequeña sonrisa y siguió moldeando la escultura, tratando de no hacer movimientos bruscos para no molestar al chico que se recargaba en su hombro.
