C A S I O P E A [Jasper Hale]

27 ▪︎ E T E R N I D A D

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Edward detuvo el vehículo frente al instituto de Forks y no tardaron en sentir las miradas de todos aquellos estudiantes que había en el aparcamiento fijas en ellos. Cassie sonrió ampliamente al encontrarse con la mirada odiosa de Isabella sobre ella. 

- Me parece que hay alguien a quien no le ha parecido bien que me hayas traído - susurró aún sin apartar la mirada de la humana. 

- Ya... - el vampiro, que había mirado también a su novia, apartó la vista cuando empezó a sentirse incómodo. 

- Edward, ¿puedo hacerte una pregunta? - la pelirroja realmente no quería dejar escapar aquella oportunidad. 

- Supongo que la harás de todos modos así que sí, adelante. 

- ¿Quieres a Isabella? - se giró para mirarlo con seriedad, esperando una respuesta sincera por su parte.

- Yo... Eh... Pues claro que la quiero - confirmó tras unos segundos de duda - Por supuesto que lo hago. 

- ¿Pero la quieres de verdad? ¿La quieres como para pasarte el resto de tu existencia con ella al lado? ¿Como para convertirla en inmortal? - hizo una pequeña pausa mientras veía la duda surgir en los ojos del cobrizo - ¿Cuando te imaginas un futuro feliz la ves a ella? 

Todas esas preguntas entraron en la cabeza del vampiro como un bombardeo imparable, dejándolo abrumado durante unos segundos. 

- Hablaremos de esto en otro momento - se limitó a decir mientras abría la puerta para salir del coche. 

Casiopea lo siguió segundos después, siendo consciente de que probablemente no habría respondido porque todos sus hermanos estaban bien atentos a la conversación. 

Al contrario de lo que había hecho en las últimas semanas, la pelirroja se detuvo frente a la familia Cullen con una pequeña sonrisa que a la chica Swan no le hizo ni la menor gracia. 

- ¿Habéis venido juntos? - preguntó con cierto enfado mientras Edward pasaba un brazo por sus hombros. 

- Creí que tu nivel de inteligencia te permitiría deducir que sí al vernos llegar en el mismo coche pero ya veo que no es así - replicó la bruja antes de que al cobrizo le diera tiempo a responder. Rosalie sonrió ampliamente, disfrutando de nuevo de los comentarios mordaces de la pelirroja. 

- ¿Volvéis a ser amigos? - preguntó entonces Emmet con una gran sonrisa. Se había separado de la rubia para abrazar a Cassie, a quien levantó varios palmos del suelo. 

- Hemos firmado un tratado de paz - respondió con un deje de burla mientras el vampiro rodaba los ojos - Digamos que Eduardo es una persona muy insistente y he terminado cediendo. 

- Es su modo de decir que me echaba de menos - le escuchó decir antes de poner rumbo hacia el interior del edificio. 

- Me alegra saber que vuelves a llevarte bien con la familia - la voz de Alice sonó a su izquierda justo cuando la chica unía su brazo al suyo - Esme estará encantada de que vuelvas a pasarte por casa.