˗ˏˋ 𝕵𝖊𝖔𝖓𝖌𝕾𝖆 ˎˊ˗
↳❝La llegada de esa pequeña cachorra llamada Jeongyeon a la vida de Sana fue como la llegada de un hermoso ángel.
Y en ese mismo momento las dos tuvieron una conexión angelical muy sorprendente. Tanto que Sana...
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Sana estaba contenta de presentarle a Jeongyeon, el resto de sus amigos; aunque haya sido con otro nombre. La noche transcurría de una manera muy tranquila, todos estaban conversando y riendo. Algunos, se encontraban en la pista de baile con diferentes tragos de colores en sus manos.
La híbrida se encontraba sentada en el sofá con sus piernas recargadas en su pecho mientras disfrutaba de su sexta copa de piña colada. Estaba feliz, aunque lo único malo era que tenía que sacarse y ponerse la mascarilla en cada momento para evitar que vieran sus pequeños bigotes.
A pesar de que Sana se encontraba bailando con sus amigos, no le quitaba la vista de encima a Jeongyeon, aunque se encuentren un poco lejos. A la japonesa le parecía tierno que Jeongyeon intente mantener su identidad oculta, también le hacía sentir especial el hecho de que solo ella conozca la verdadera forma de la híbrida.
En su mente, la japonesa se preguntaba si Dahyun ya se habrá dado cuenta que Momo también era una híbrida. Le preocupaba que su amiga no la acepte y la vea como un bicho raro. Así como ella se asustó, Dahyun fácilmente puede hacerlo.
ㅡ Sana, quiero hacerte una pregunta
La japonesa dejó sus pensamientos de lado y volteó para dirigir su atención hacia Dahyun.
ㅡ Dime Dahyunnie. ¿Sucedió algo?
Dahyun tomó un sorbo de su trago y miró fijamente a Sana.
ㅡ ¿No pensabas decírmelo?
Sana quedó sorprendida y algo consternada ante la pregunta directa que soltó la contraria, se hizo una idea acerca del tema que Dahyun trataba de relucir.
No quería sobre pensar el tema, tragó en seco y decidió responderle.
ㅡ ¿A qué cosa te refieres? ㅡ la japonesa cogió su bebida y tomó un gran trago de esta, haciendo que su garganta ardiera.
Dahyun la miró levantando una ceja y suspiró. ㅡ Porqué no me dijiste que era muy difícil cuidar mapaches...
La coreana se acercó al hombro de Sana y empezó a lloriquear falsamente mientras la contraria solo atinó a reírse.
ㅡ Todo el santo día, te lo juro, todo el maldito día; Momo tiene hambre. ¿Lo peor? Lo peor es que es tan exquisita con sus comidas. No dormí durante todo un día buscando recetas gourmet para mapaches, las páginas de internet eran muy escasas de información respecto a ese tema y no pegué el ojo en todo el día. Ay Sana, ya no sé qué hacer; ese mapache solo come, duerme y se trepa encima mío. ㅡ lloriqueó ㅡ Aunque debo reconocer que debo agradecerte, mi vida se volvió más emocionante desde que me la llevé. Gracias Sanita, te debo una grande.
Dahyun salió del hombro de Sana para abrazarla y darle un beso en la mejilla.
ㅡ Vaya... Debes estar muy ebria para que digas todo eso en un solo momento. ¿Cuántos mojitos te tomaste?