Capítulo 20

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Un gorro con la apariencia de un tigre de peluche fue lo primero que le recibió al entrar al consultorio. A Xiao le gustaba como se sentían esas cosas. Tenía un par de ellas cuando era un niño. Recuerda incluso lo cálido que era, lo bien que se sentia... Extendió entonces una mano y lo tocó.

Sus ojos falsos, las pupilas de color marrón oscuro de botón, brillaban y miraban a Xiao Zhan con detenimiento.

—¿Qué es esto?

Xiao Zhan observó con la cabeza ligeramente ladeada. Tenía una bufanda blanca alrededor de su cuello.

—Mira.— Wang Darren sonrió de repente y levantó el cabello de Xiao Zhan hasta volverloo un triángulosobre su cabeza. Imitando aparentemente lo despeinado que estaba el gorro—. ¿No sé parece a ti?

Xiao Zhan sonrió y pensó que el doctor tenía ciertos problemas relacionados con su sentido del humor.

Sin embargo...pronto no pudo reírse más. El dolor de la quimioterapia fue incluso más duro que el de la última vez. Las manos de Xiao Zhan estaban todas sudorosas, y su espalda curvada daba la impresión de que no podría enderezarse por un tiempo.

Es espantoso. Increiblemente espantoso.

Wang Darren gentilmente, llamó a su nombre desde cierta distancia. Zhan levantó la vista por una pequeña fracción de tiempo y después, sus ojos se nublaron. Los labios le temblaron, castañeaba los dientes y soltó una palabra: 

—Duele...

el corazón de Wang Darren también duele de repente. 

De hecho, piensa que no debió decirle que se parecía a un tigre...más bien, Xiao es igual a uno de esos gatos pequeños que todavía maman por leche. Sus garras están retraídas y úede lastimarse sino le prestas atención necesaria. 

Es un cachorro.

—Tómate un descanso.—Wang Darren llevó a Xiao Zhan a la oficina—.Te daré un poco más de medicina para el dolor.

Zhan estaba en blanco y no tenía furzas en absoluto, no se negó ni emitió palabra.

Para ese momento, la pequeña cama individual del doctor fue remplazada por una estera gruesa. y colocó también una manta de terciopelo suave sobre ella.

Xiao sabe que hay algo en toda la dedicación que le profesa. Alfo que no cuadra...

—Acuéstate. Yo estaré por aquí.

Wang Darren no piensa con total claridad, pero se inclina para estrecharle las manos y ayudarle a que se acomode correctamente. Cuando se sacude, el olor que desprende es como el del sol. Una fragancia dulce y caliente. 

Gran parte de la cara de Xiao Zhan estaba enterrada bajo la manta de color azul claro, y en algún momento entre la consciencia y la inconsciencia, inexplicablemente le entraron ganas de llorar. Después de lo que le ha estado ocurriendo en las últimas semanas, no teme que otras personas sean malas con el él... En realidad, lo que le asusta en ese instante es que sean demasiado bondadosas. 

Porque piensa que no lo merece. Porque piensa que no lo necesita. Piensa ¿para qué?

Piensa que no hay retorno en ello,

—Duerme.— Wang Darren bajó la cortina—:Quédate aquí.

El cuerpo y la mente de Zhan estaban muy cansados y pronto se quedó doemido. Wang Darren se encontraba sentado en el escritorio, ordenando unos papeles...pero seguía estando absolutamente distraído. No sabía con exactitud qué clase de sentemiento tenía por Xiao Zhan. No podía verle sufrir y le dolía en lo más profundo de su alma cuando lloraba y arruinaba su bonita cara. Se sentia incómodo al observar huellas de besos por su cuello...

Pensaba que quién tenia que morir, era otro hombre. No él.

La familia de Wang Darren es muy importante dentro de la industria, pero debido a razones personales Darren siempre ha sido autodidacta y restringido. No fuma, ni bebe alcohol, no se acuesta con hombres, no engaña a las mujeres. Por lo general, le divierte lavar su carro y le gusta cuidar de las flores. Este último es también un pasatiempo que su padre le inculcó.

Cuando vio a Xiao...la imagen de una orquídea le llegó a la mente. Él esra tan hermoso y elegante como una.

Wang Darren giró la pluma e inconscientemente se mordió los labios.

—Maldición.

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Xiao Zhan no había dormido tan bien en mucho tiempo. Descansó de manera tranquila , constante y cálida. Se sentía seguro y ni  siquiera soño mucho. 

Sólo...con el peral de aroma dulce brillando bajo el sol.

El médico no lo saludó y cuando Xiao Zhan se despertó completamente, estaba oscuro afuera. Wang Darren no tenía turno de noche hoy, vino a trabajar temprano y terminó su ronda aproximadamente a la una. 

Miró a Xiao Zhan  y suspiró un poco: 

—¿Despertaste?

Wang Darren sonrió y cerró el informe médico. Cerró su laptop.

Xiao siente que ahroa se encuentra muchísimo mejor. Se levanta, se estira:

—¡Realmente te estoy molestrando tanto!

—¿Qué?—Wang Darren negó con la cabeza, muy en desacuerdo. Señaló una charola en el lado contrario de la cama—.Estaba haciendo unas rondas. Me dieron unas recetas médicas, fui a comer y regresé para traerte algo a ti también. Fue un día ocupado.

Xiao Zhan sintió que el Dr. Wang estaba mintiendo.

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Este fue el capítulo, espero les haya gustado.

¿Cómo estuvo su semana?

Gracias por leer, cuidense mucho, nos leemos el proximo sábado. 

  


°Los 10 años en que más te amé°          YiZhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora