°Los 10 años en que más te amé° YiZhan.

Capítulo 22

Xiao Zhan subió a casa y puso cuidadosamente la bufanda de Wang Darren doblada en una bolsa. Se sentó en el sofá durante mucho tiempo sin pensar nada, pero se sintió frío y se levantó.

Un hogar que está roto se sentirá helado siempre, y ese es el tipo de frío que no puede eliminarse independientemente de si la temperatura del arire acondicionado está alta o no. Xiao sabe que el libro está sobre su colcha, los gatos están en su nido, la estufa está apagada, la puerta está cerrada y en realidad, no le queda más que dormir. 

De repente, al despertar en mitad de la noche, se percata que los faroles de la calle continúan brillando intensamente y de que la oscuridad allí dentro no puede ser más espesa. Ve entonces que solo había dormido menos de media hora. No se cree capaz de volver a hacerlo, el sabor metálico en su lengua lo hace más difícil. 

No puede evitarlo, quiere escuchar la voz de Wang Yi Bo.

En francia son alrededor de las cinco de la tarde, debería estar bien llamarle... Xiao Zhan es muy paciente y usa sus acalambrados dedos para marcar el número de Wang Yi Bo. La libreta de direcciones no está con él, pero afortunadamente su memoria sigue intacta. La quimioterapia no pudo quitarle eso, al menos. 

El teléfono suena varias veces y pronto parece que ya está conectando. La voz grave del hombre en el otro lado parece ser un poco gentil para cuando dice:

—¿Recordaste llamarme hasta ahora?

Xiao Zhan sostuvo el teléfono durante unos segundos. Quería hablarle todo el tiempo, lo haría varias veces al día, pero no tenía el dinero suficiente como pagar la facctura. En ese momento, Xiao Zhan sintió que lo más razonable y lo menos inconciente esra usar el crédito de su teléfono para conversar con Wang Yi Bo, aunque fuera unos minutos y en la madrugada. Siempre piensa que el día es demasiado largo mientras espera a hacerlo. 

Por el contrario, Yi Bo siente que no hay nada que decir, intenta contarle. 

—Nos veremos pronto, no debes estar intranquilo. 

—Te extraño. —Zhan se hunde en sus emociones. En este momento, su mente ha tenido un colapso que paraece durar varios minutos. Sus palabras casi salen solas—. Te extraño.

Wang Yi Bo inhala profundamente. No había escuchado esas palabras de Xiao Zhan en mucho tiempo. Parece ser cierto, pero también es como si se tratara de una ilusión.

—Te extraño mucho también. Estoy ocupado y temo molestarte llamando cuando seguramente tú ya estás dormido. Intentaré hacerlo más a menudo. Regresaré pronto para acompañarte. 

La voz de Wang Yi Bo era suave y parece honestamente apenada. 

Pero Xiao Zhan no es estúpido. Sabe que esa es una excusa para ocultar el hecho de que no quiere hablar con él. Wang Yi Bo ni siquiera ha enviado un mensaje de texto. El hombre está muy lejos en francia, con alguien más joven que él. Es un país romántico y seguro está muy feliz. 

Zhan está en China solo, intentando no morir durante la noche. 

Xiao se rasca la cabeza, se lame los labios, y suspira sobre el teléfono. Todavía no pensaba en que decirle cuando escucha débilmente una segunda voz en el auricular. 

—Wang Ge...¿cómo puedes seguir al teléfono? La comida va a enfriarse...

Suena claro, brillante, menor... La voz del muchacho parece estar impaciente. 

No escucha a Wang Yi Bo de repente, todo se calma del otro lado y no hay ningún ruido. Zhan intenta duramente estabilizar la línea. No sabe si lo escucha, no puede respirar, pero prosigue:

—Beijing se ha enfriado demasiado en estos días, hace mucho frío. Llámame cuando vuelvas. Te recogeré en el aeropuerto y te llevaré una sopa de costillas y rábano...

—Te amo.

Xiao lo escuchó y se rio, se le escapó un pequeño bostezo:

—Bueno, seguro estás muy ocupado ahora. Tengo sueño...

Wang Yi Bo dijo:

—Buenas noches. —Su tono es muy suave. 

Xiao no ha dormido y su corazón ha sido destrozado por un cuchillo afilado. En medio de la noche, Xiao Zhan está lleno de dolro. Estáperdido, quiere algo, pero no sabe lo que es. No sabe que está buscando cuando se arrodilla a un lado del sillón. 

¡Está tan cansado!

Sentado en el suelo de la fría sala de estar, llora como un niño que ha perdido todo el mundo. Se muerde los labios. Los destroza. Sus hombros tiemblan, jadea y pone el teléfono desconsoladamente contra su pecho. Ruega por qué el frío lo congele, pero se está quemando con fuerza. Todo dentro de él se está volviendo caótico. Xiao Zhan mostró algunas sonrias de liberación cuando se escapó a su lado, dejó a sus padres, dejó la Universidad, su pueblo, sus amigos. Se dio por vencido y no tomó el examen. ¡Lo perdió todo! Se enamoro de alguien que no debía de amar. 

El timbre del teléfono sonó, y Xiao Zhan respondió rápidamente. El ataque de pánico incrementó: 

—Wang Yi Bo... ¡Voy a morir!... ¿Por qué no me quieres? ¡Voy a portarme bien! ¡Ven por mi, por favor! ¿¡Cómo puedes mentirme!?

Los ojos de Xiao Zhan ardieron. Es realmente difícil detener las emociones una vez que se han acomulado durante años. 

—¡Xiao! ¿Qué pasó? ¿Estás en tú casa? ¡Iré pronto! ¡Dime qué número es!

Resultó ser el médico... Sabe que se está desmayando, pero su subconsciente todavía confía en Wang Darren lo suficiente. Le da la dirección exacta y luego se deja caer. 

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Wang Darren rompé directamente la manija y abre la puerte de un solo golpe. 

Zhan no se despierta. Wang Darren mira al hombre delgado y pálido que está en el suelo. Tiembla y sus mejillas están repletas de lágrimas. Tiene los labios heridos, las manos hereidas...

La frente de Darrennse arruga entonces con fuerza. 

Se inclió, lo tomó entere sus brazos y no se sorprendió al descubrir que era demasiado ligero. El rostro de su persona amada está pegada a su pecho. La temperatura le subió, el ritmo de su corazón ha cambiado. 

—Relmente me gusta.

Wang Darren lo confirma mientras se va. 

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Bien, hasta aquí llegamos con este capítulo. 

Les quiero avisar que, quizá no pueda actualizar en estas tres semanas que restan ya que, me pondre a estudiar y no se si me de tiempo de escribir, así que feliz navidad y feliz año nuevo adelantados, por si ya no nos leemos para ese entonces. 

L@as quiero, mil gracias por leer. Hasta luego.