Capítulo 26

98 19 3
                                    

Xiao Zhan abrió la puerta, la casa estaba limpia y los gatitos dormían juntos mientras soltaban pequeños ronquidos. 

Tal vez, el médico tenía muchos pacientes y estaba estresado por ello. Tal vez necesitaba dormir más o quizá el café no sabía bien... Xiao Zhan suspiró pesadamente, pensar en posibles escenarios no es algo que pueda hacer con tan limitada imaginación.

*
*
*
*
*

Los siguentes días fueron muy tranquilos, y la vida de Xiao Zhan pareció detenerse silenciosamente. El teléfono del doctor daba la impresión de estar apagado todo el tiempo y por consiguiente nunca pudo invtarlo a cenar. Wang Yi Bo no llamaba, pero a veces le mandaba algunos mensajes de texto cálidos por la noche. 

Le tomó cuatro o cinco días a Xiao Zhan salir de  nuevo. Si no tenía apetito, por lo menos podía entretenerse comprando comida para llenar los muebles de su casa. 

Hoy el viento trajo consigo copos de nieve.

No lleva en su cabello una bufanda, así que simplemente compra algo y planea irase a esa casa con rapidez. Cuando camina hacia el callejón, no se percata de un enorme charco de agua en el suelo. Se cae y se pone inmediatamente de cuclillas. 

El dolor es inevitable, pero no puede permitirse la autocompasión. Se muerde el labio en silencio, se levanta y empaca las cosas esparcidas por el suelo... Finalmente se inclinó y coenzó un tormentoso viaje para ir a casa. 

*
*
*
*
*

Cuando está solo, se siente abandonado y deprimido. La amargura muestra ser lo suficientemente fuerte como para hacerle snetir helado y con rapidez, se percata de que el tiempo lo ha vuelto incluso un hombre apagado... La frialdad de Xiao Zhan no puede quitarse, lo que ha experimentado solo duele una y otra vez, despedida tras despedida. 

Los cuantro pequeños gatos crecen muy rápido, lo puede notar al sentir sus largas patas sobre él. Les encanta cuando los envuelve entre sus brazos y sus pequeñas garras se enganchan entonces en la tela de su cuello y de su abdomen. él sabe que son cálidos, esponjosos, huelen bien y lloran por hambre... Su mente encuentre un nuevo pasatiempo, picando las almejas y el pescado de una sopa hasta convertirlo en un caldo blanco y lechoso. 

Xiao Zhan no esperaba que Wang Yi Bo regresara a las once de la noche. 

Él sabe que el sueño que siente es superficial, y se despierta por completo cuando la puerta comienza a abrirse. 

Wang Yi Bo se quita los zapatos de cuero de vaca italianos y lanza su grueso abrigo de lana en el sofá. Este hombre nunca usaría una bufanda mientras estuviera con vida, pienza Zhan. 

—¿De vuelta ya?

Wang Yi Bo levanta ambas cejas. 

—¿Por qué no has dormido todavía?

Zhan sonríe y toca suavemente las manos de Wang YiBo. Hace frío y él está helado:

—No me dijiste que volvías ¿No querías que te recogiera?

Wang Yi Bo se aproximó y le dio un pequeño beso:

—El vuelo fue demasiado tarde, no quería molestarte. La temperatura de invierno en Beijing es demasiado baja. 

Xiao Zhan no respondió al sonido de su voz y rompió rápidamente su agarre con la mano de Wang Yi Bo:

—Hay un poco de sopa de pescado en la cosina, lo pondré a calentar y te daré un poco. 

Wang Yi Bo asiente. La expresión en su rostro es mucho más suave ahora: 

—Iré primero a bañarme.

Wang Yi Bo se apresuró y cuando salió, Xiao Zhan estaba poniendo la sopa caliente en un tazón de porcelana blanca. 

—Cambié la receta, pero el sabor está bien. Ya verás. 

Wang Yi Bo tomó el tazón. puso cara de asco. 

Xiao Zhan dijo: 

—Los gatitos no pueden soportar al sabor del aceite no pueden comer sal tampoco. 

Wang Yi Bo bebió la sopa como si fuera medicina. Dejó de lado el plato, se limpió la boca y estiró los brazos hacia Zhan. Lo presionó contra el sofá de una manera muy fácil: 

—Cuando no estoy en casa, ¿te la pasas jugando con los gatos a cada instante? 

Zhan solo negó con la cabeza. Su expresión era muy tierna, pero la frialdad en su voz era lo suficiente obvia como para ser ignorada. Wang Yi Bo se acercó y quiso besarle los labios. Xiao Zhan inclinó suavemente su cabeza y un ligero beso cayó sobre aquella mejilla de piel áspera. 

—Estoy muy cansado. —Xiao conoce cada punto en el rostro de Wang Yi Bo como la palma de su mano. Sabe que esta irritado sin necesidad de mirar los complicados ojos oscuros encima de su cabeza—. Estás cansado tú también, ¿o no? Vamos a la cama temprano. 

—Te extrañé mucho —dijo Yi Bo. Su aliento, cerca de la oreja de Xiao Zhan lo calienta—: Déjame abrazarte al menos. 

Wang Yi Bo conoce que las orejas de Xiao Zhan son muy sensibles. Su voz es muy buena, sus manos también deben sentirse bien y mientras se acerca, al rozar su piel, más convencido está, de que ya lo tiene dominado...

Sin embargo, Xiao Zhan solo frunció el ceño. 

Esta vez está disgustado con su atención. No quería tranajar con él y no deseaba ser estimulado por Wang Yi Bo de ninguna manera. Después de pensarlo, tomó la iniciativa y abrazó a Yi Bo: 

—Listo, voy a dormir ahora. 

*
*
*
*
*

¡Hola! tanto tiempo sin leernos, l@shice descansar de este sufrimiento casi un mes. Disculpen por eso. Pero bueno ya volvemos a la rutina de siempre. 

Espero se encuentren muy bien.

Hasta el próximo sábado. 




°Los 10 años en que más te amé°          YiZhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora