°Los 10 años en que más te amé° YiZhan.

Capítulo 30

Xiao Zhan tuvo un largo sueño. Soñó que estaba esperando en la estación del tren. Había niños cargando sus maletas sobre sus hombros y pacientemente, esperaban a que sus familiares regresaran a casa. Soñó también con un anciano grande y solitario en patio. Vió la muerte de su abuelo. Estaba en el hospital y el pasillo que conectaba las habitaciones era infinito, blando y se sentía triste. Se quedó en la entrada y no pudo parar de llorar. 

El niño con una sola bolsa en el hombro creció y se convirtió en Xiao Zhan que esperaba a que su padre regresara a casa. Las flores y los capullos de canola en su sueño se marchitaron, y Xiao Zhan intentó entonces levantarlos y hacer que volvieran a tener su color original. 

Para cuándo Xiao Zhan se despierta, ya está oscuro. Se sorprende y empuja la puerta del dormitorio para abrirla. La luz de la sala de estar está apagada, no se escucha ruido, pero hay smog. Wang Yi Bo estaba parado, fumando junto al enorme ventanal que estaba junto a la cocina. Inhala un poco, lo suelta y acomula infinitas colillas de cigarrillo en el cenicero. 

—¿No dijiste que dejarías de fumar? —dijo Zhan, sus movimientos son un poco tontos. 

Wang Yi Bo se sorprendió e inconscientemente apagó el cigarro:

—Lo siento.

Zhan presionó el interruptor.

—No puedes controlar fumar cuando estás molesto. ¿Por qué estás preocupado esta vez?

Zhan se sentó a su lado, un poco lejos de la ventana. Wang Yi Bo sonrió, se inclinó y le tocó el cabello: 

—No te preocupes por eso, es el trabajo. 

Zhan no dijo nada, solo se sintió mareado y pronto, su pijama azul se cubrió de dos gotas rojizas. Las manchas de sangre no fueron percibidas por Zhan de inmediato, pero pronto eleva sus dedos, toca su piel y siente la sangre. El flujo incremente, pero Xiao ya no experimenta ningún sentimiento, ni siquiera parece sorprendido. 

Wang Yi Bo lo vió, suspiró y antes de hacer cualquier otra cos, estiró el brazo y le elevó la cabeza. Parece una hemorragía nasal que no puede detener.

—¿Qué pasa? ¡Mira hacia arriba, apúrate! ¡Mira hacia arriba!

Wang Yi Bo estaba ansioso, y se apresuró a dejar que Xiao Zhan se recostara en su regazo. Su ropa estaba pegajosa y repleta de sangre. 

Tomó mucho tiempo detener el sangrado. Wang Yi Bo tomó e brazo de Zhan para llevarlo al baño y ajustó cuidadosamente la temperatura del agua. 

—¿Cómo es que te ha dado una hemorragia nasal tan de repente?

Xiao Zhan frunció el ceño, su pérdida de sangre era demasiado insignificante: 

—El aire de la casa está seco. 

—El invierno en el norte es seco y frío. Mañana le dire a alguien que te compre un humidificador. 

Wang Yi Bo limpió el rostro de Xiao Zhan, y le quitó la ropa que estaba manchada de sangre. Quería darle un baño o vestirlo con algo más grueso...

Pero Zhan reaccionó de una forma exagerada. Empujó a Wang Yi Bo y apartó las solapas de su pijama. Sus uñas se veían blancas. Wang Yi Bo respondió: 

—¿Qué pasa? —Estaba un poco alterado, un poco enojado y también sentía algo inexplicable creciendo dentro de él—: Tu ropa esta sucia. 

Los ojos de Zhan no cayeron en los de Wang Yi Bo. Todavía se sentía avergonzado y en realidad, no sabía exactamente la razón. La cara de Yi Bo estaba oscura, fría y parecía molesta. Cuándo le soltó, dijo:

—Estás sucio, tienes sangre. No tengo ese interés. 

Xiao sabe que no le está entendiendo bien, pero no hay nada más que hacer que verle alejarse. Las manos de Wang enrojecieron por la ira y luego salió del baño. 

Después de cinco minutos, la puerta de la entrada cruje. Xiao Zhan sabe que Wang Yi Bo ya no está en casa tampoco. 

Esto es bastante bueno. Ya no tiene la capasidad para soportar su temperamento ni hacer el trabajo de un esposo comprensivo. Zhan se desvaneció lentaente en el suelo, se deshizo de su ropa, sus manos están heladas y tiemblan mientras las entrelaza y las observa como si no las conociera. Xiao sabe que está empapado con el agua caliente de la bañera que se está derramado, y de repente está un poco asustado. 

Sintió que era hora de tomar alguna clase de decisión, por ejemplo, en qué tipo de lugar debería encontrar el final. No importa dónde mueras, es problemático de todas maneras. Si mueres en casa, nadie lo encontrará durante diez días y medio. Su aspecto definitivamente será fep, y no es bueno asustar a Wang Yi Bo de esa manera. Zhan lo pensó y de repente sonrió. También sintió que el proceso de la muerte no estaba siendo tan difícil. 

La parte complicada, la sufriria alguien más. 

Xiao se levanta, vierte burbujas al agua caliente y se comienza a sumergir. No ha tomado un baño en tina por mucho tiempo, y aunque se siente bien, ya no tiene tanta fuerza cuando se enjuaga, se limpia y se levanta. Se pone con cuidado la pijama más gruesa que tiene, la que lo calienta mucho. En la sala de estar, todavía hay un olor a humo que no se disipa fácilmente. El olor de los cigarrillos importados no es desagradable, pero le provoca recordar a Yi Bo y lo hace sentir absolutamente confundido y apagado.

Cuando los dolores de cabeza hacen su aparición, Xiao Zhan descubre que se ha olvidado de tomar sus medicamentos especiales, por lo que se obliga a caminar para hervir un poco de agua. Se recuesta en el sofá y espera que la cápsula le haga efecto. El gatito está jugando con él y las garras pequeñas de sus patitas le perforan la parte más baja de la pijama a Xiao Zhan.

Al escuchar que una llave abría la puerta, Zhan pensó que era una ilusión y cerró un instante los ojos... Hasta que el hombre cuyo rostro aún no tenía un semblante bueno se paró frente a él.

—No juegues con los gatos, ve a lavarte las manos y vamos a comer. —Wang Yi Bo tenía un aura fría, pero de todos modos le había traído comida—:Traje hígado, escuché que es bueno para restaurar la sangre.

Wang Yi Bo vertió el hígado en un plato hondo, su tono no es cálido, pero sus cejas tienen una curva suave. Zhan se sienta en la parte más alejada de la mesa y observa detenidamente a Yi Bo .

Realmente no iba a perder la paciencia por una cosa tan pequeña como esa.

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Aquí tienen el nuevo capítulo. 

Nos leemos pronto, cuidense.