Capítulo 29

85 22 2
                                    

Wang Yi Bo dice que está bien acompañarlo en casa hasta la noche, pero en menos de una hora tiene docenas de llamadas al teléfono. 

Wang colgó, se acercó a la línea de su cuello, le cerró el primer botón de la camisa y luego lo alimenó con una última cucharada de avena:

—Esto va a calentarte el estómago, así vas a lograr dormir bien cuando te acuestes.

Parece que todo lo que puede comer He últimamente son papillas. No dice nada y observa el teléfono que ahora estaba sobre la mesa suena de nuevo.

Wang Yi Bo puso el tazón de gachas en la cama para tomar el celular, pero cuando ve el identificador de llamadas, su rostro se torna negro. Colgó y lo cerró antes de guardarlo en su bolsillo. Cuando mira a Xiao Zhan, sonrie y dice:

—Si haces un buen trabajo en la compañia, siempre te llaman para asuntos tontos. 

Xiao Zhan se ve muy tranquilo, pero solo pretende que no puede ver en la pantalla el nombre de la persona que llama incansablemente. Está allí, parpadeando a través del cristal y del resplandor de la luz.

El estado de ánimo de Wang Yi Bo definitivamente no es bueno en absoluto. De hecho, está tan enojado y se siente tan cansado, que aprieta los nudillos hasta que la piel sobre los huesos se vuelve blanca y le duele. Parece demacrado. Nunca le importó la manera en la jugaba con las personas debido a que lo haciá únicamente con el  afán de conseguir un buen sexo. No importa cuándo lo buscara o con quién lo encontrara, era feliz así. Viviendo con besos de una sola noche. 

Sung-youn, por su parte, movió su corazón de tal manera que pudo quedarse con él por dos o tres años...

¿Por qué ahora se está cansando de eso? En francia, estaba tan borracho que, aunque sabía que era el número de Xiao Zhan se strevió a contestarle. Esta vez, al contrario de esa ocasión desafortunada, Wang Yi Bo se encuentra absolitamente sobrio y ya canceló la llamada quizá un total de quince veces. El hombre sigue insistiendo, sigue deseando dar con él de una manera tan desesperada que casi puede sentirlo desde su lugar sobre el colchón.

—¿Comes un poco también?

La voz de Xiao Zhan ocacionó que Wang Yi Bo volviera repentinamente en sí. Negó con la cabeza y le dio la mitad restante del tazón de papailla a Xiao Zhan.

—¿Dónde quieres ir? ¿Ya lo pensaste? Puedo tener seis o siete días de tiempo libre después del día de año nuevo. 

Las delicadas cejas de Zhan están elevadas. Mira  a Wang Yi Bo con la cabeza ladeada, como si fuera otro de esos gatos que ahora le está mordiendo las piernas y arruinando el pantalón. 

—Viajar es tan cansado. Puedes ir solo de nuevo. 

El corazón de Wang Yi Bo parece haberse ido por un agujero en su pecho. Tiró cuchara y se apresuró a presionar a Xiao Zhan en el respaldo de la cama. Lo besó con ganas, lamiendo desde dentro hacia fuera hasta que su boca se llenó con el dulce sabor de la papilla de mijo. Se detuvo:

—No sé que hacer contigo —susurró Wang Yi Bo. Lo murmuró unas cuantas veces, y de repente sintió que estaba un poco perdido entre lo que qiería hacer y lo que debería estarle explicando. 

—Wang Yi Bo... —Zhan se inclinó y mandó un beso que cayó sobre los labios de Wang. Sus ojos estaban un poco vacíos para este momento—No creo llegar a viajar contigo alguna vez. 

Wang Yi Bo quedó estupefacto. Para ambos, sus palabras se sienten como cuchillos. Él no sabe los motivos de Xiao Zhan para mensionar esa oración tan de repente así que dice descuidadamente: 

—Tienes treinta años, los cumpliste este año. Yo tengo treinta y uno. ¿Cómo puedes decir eso? Hablar como si todo se hubiera termina ya. ¿Eres un anciano?

Zhan no respondió cuando bajó el rostro, y las lágrimas cayeron silenciosamente por sus mejillas. Agarró la ropa de Wang Yi Bo, las delgadas mangas de su camisa. Los hombros le temblaban mucho. Él dijo:

—Tienez razón. 

—Demuestrame que estoy equivocado. Xiao Zhan siente que nada es fácil cuando está frente a Yi Bo. Llora, y lo hace sin emitir ningún sonido como si se hubiese acostumbrado a hacerlo así gracias a los sucesos recientes. A las amarguras de los últimos años.

Wang Yi Bo no sabe por qué está llorando Xiao Zhan, y su alma solo alcanza a romperse otro poco. No sabe que Xiao Zhan está llorando porque son dos personas en la habitación, una a la que no le importa y la otra la que no espera durar mucho. 

Llorando sus catorce años de amor.

Cuando estaba en la escuela seundaria, Wang Yi Bo le dio una nota a Xiao Zhan fuera de la escuela. Preguntaba: <<¿Cómo sabes que te gusta una persona?>> Wang Yi Bo, que era joven, se puso fácilmente la palabra "amor" en la boca, pero el amor de Xiao Zhan era el único real. El único que crecía mientras lo alimentaban. Esa noche, Xiao Zhan  lo analizó todo el tiempo mientras permanecía abrazando esa nota. El último pensamiento que tuvo, fue la oración de un poema de Huang Baiyun: <<El amor es tolerante y silencioso, no hace preguntas, no te vuelve triste>>.

¿Qué es lo que te está haciendo el amor, Xiao Zhan?

Zhan estaba muy cansado y con mucho sueño. Cuando finalmente se durmio en lo brazos de Wang Yi Bo, pudo oler la fragancia de la canola de hace catorce años. 

*
*
*
*
*

Llegamos al final de este capítulo.

Disculpen la tardanza, tuve un proyecto escolar que me mantuvo entretenida y no tenía mucho tiempo para escibir el capítulo y publicarlo. Pero aquí está. El miercoles les subo otro capítulo por el de la anterior semana. 

Espero esten bien. Nos leemos pronto. 



°Los 10 años en que más te amé°          YiZhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora