Mi respiración estaba descontrolada, sus labios rojos y yo estaba apretando sus caderas que estaban encima de mi, me estaba descontrolando tanto que sentía mucha calor y más si ella se encontraba encima de mi, yo estaba desabrochando mi pantalón pero ella me detuvo, pero de todos modos seguiamos besandonos apasionadamente, con tanta fuerza y rabia acumulada que ambos lo teniamos, de tantas veces que nos hemos mirado mal, pero todo iba bien hasta que suena el timbre, yo maldecia y le susurraba en sus labios que no abríera, pero ella se despego de mis labios y ya los extrañaba, joder quien llamaba a estas horas.
Era nada más y nada menos que el estúpido del chico que hablaba con ella.
- Oh, Josh, no esperaba verte aqui la verdad, y mucho, menos a esta hora- me hecho una mirada de que me escondiera, yo no le hice caso e intervine- Oh, el famoso, Josh, que besa a chicas sin su permiso- dije yo porque me estaban entrando ganas de darle una bofetada, me aguante, me levante y le di un beso sabroso a Ana, uf tendriais que haberle visto la cara de idiota que se le quedo- Bueno, rubita, mañana paso a por ti- dije y me fui directo a mi casa.
Me encontraba abriendo mi casa y juraba que no había nadie en mi casa, ya que estaban de viaje, que raro.
- ¿ Hay alguien?-nadie contesto, así que cogí una piedra del jardín, se escuchaban susurros.
Me puse a caminar sin hacer ruido, entre en la cocina y lo primero que pude observar fue una botella de vino tinto y dos copas encima de la mesa de mármol, los escuche, me puse blanco al ver esta escena, mi padre me vio.
- Marcus, hijo te lo puedo explicar.- no lo escuche, cogí mis llaves y me fui.
ANA
Después de que Marcus se fuera y que me dejara así de impactada, mi cerebro, aún no podía asumir toda la información de todo lo que había pasado, me encontraba allí de pie en el frio de otoño, escuchando las disculpas y las suplicas de Josh, para que lo disculpara, yo no soy de dar segundas oportunidades, asi que le dije:
- Te daré una segunda oportunidad si te la ganas y me lo demuestras que no eres una capullo despreciable que se acuesta con todas las chicas.- él acepto y se fue-
Estaba en la sala viendo la serie de Friends y tomando mi taza con leche caliente y miel, ya que hacía mucho frío y era una tradición mía y de mama y la verdad, estaba esperándola, ya que era viernes y mañana no había clases, me dijo que tenía una cena con una vieja amiga y que iba a venir tarde, así que quise esperarla.
Oígo a alguíen que llama a la puerta, es Marcus, y me lo encuentro con la respiración agitada y me preocupo.
- ¿Qué pasa?- dije preocupada-
- E..ell..ellos- intentaba encontrar su voz-
- Marcus, por favor intenta tranquilizarte, ven entra, te preparare leche caliente con miel- se encontraba pálido, helado y con la respiración agitada, como si intentara asimilar algo que había visto-
Cuando, ya se tranquilizo, nos encontrabamos los dos en el sofa grande y peludo de la sala, con una manta y la calefacción encendida, el me apretaba la mano, tanto y fuerte como si no quisiera soltarme pero a la vez delicado, él dirijo su mirada a mi, dejo la taza en la pequeña mesa que había delante, me acarició la mejilla con una delicadeza que nunca había tenido por parte de ningún chico y mientras me cogia la mano sin soltarme.
- Marcus, ¿ que pasa? me has preocupado, ¿que ha pasado?- pude ver su expresión en su cara, que cambió drasticamente.-
- Ana, he visto a mi padre y a tu madre besandose en la cocina de mi casa y tomando un vino-
No lo podía creer estaba en shock, mi madre me había mentido, y eso significaba que si su padre y mi madre son amantes, eso significa que algún día seremos hermanastros, mierda.
- Marcus, joder, no quiero dejar de..- pare porque sabia que me estaba enamorando de él, pero él intervino ante mi silencio desprevenido.-
- Lo sé, no podremos estar así, pero buscaremos algo, te lo prometo.- y en cuanto dijo eso, me beso la frente y se quedo a mi lado toda la noche, acariciando mi cabello.
Chiquis,buenas, gracias, por ver el nuevo capítulo, espero que os haya gustado, os amo mil y nos vemos, bye.
ESTÁS LEYENDO
Mía
Любовные романыElla es tan distinta a él, ambos se odian pero algo cambiará cuando él se da cuenta que la necesita a ella más que nunca, ese día lo cambiara todo. Esta es la historia de Ana Morgan y Marcus White, ellos dos enfrentaran tristeza, engaños y mucho am...