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La ceremonia de selección y el banquete de bienvenida pasaron sin mucho que resaltar, a excepción de que la tarta de calabaza estaba espectacular. Ah! Y las miradas de superioridad que le lanzaban desde la mesa de Slytherin, aunque pensándolo bien, era lo usual.

Harry, Ron y Hermione salieron de Gran Comedor con expresiones adormiladas y tranquilas, tanta comida les había dado sueño.

Y a Harry, más que sueño, le había dado ganas de ir al baño.

-Vayan sin mi, chicos, voy al baño.

Sus amigos asintieron y siguieron su camino, mientras que Harry se desviaba hacia la derecha.

Una vez llegado al baño, se fue a hacer lo suyo, mientras su mente divagaba. Sin embargo, la sensación de una intensa mirada en su espalda lo sacó de su mundo, se empezaba a sentir nervioso.

Se giró lentamente, solo para encontrarse con el mismo chico de siempre, apoyado en la puerta.

Draco Malfoy. Lo tenía que seguir hasta al baño?

Pero la expresión del rubio le ponía los pelos de punta, era casi imposible decir en que estaba pensando.

-Hola Potty- saludó, regalándome una sonrisa de lado.

-Que quieres ahora, Malfoy?- cuestionó con crudeza, observando como el chico volvía a poner esa pose dramática de siempre.

-Que rudo, Potty! Solo te quería saludar, pero parece que te pillé en mal momento. Que te pasó esta vez, gran Potter?

-Tú, eso pasa.

-Tan mal te pongo? - le miró el Malfoy con una expresión que le susurraba cosas extrañas.

-No en el sentido que crees, idiota.

-Y que sentido crees que creo?- arqueo una ceja.

-Tú... tú lo sabrás, Malfoy. -Contestó con rapidez, deseando salir de ahí, si se equivocaba Malfoy se burlaría de él por semanas. -Córrete.

-Me corro, Potty! -soltó una risa, mientras se hacía de lado para dejarle pasar.

Harry salió de allí casi corriendo, que le pasaba a Malfoy? Sus bromas siempre fueron así de retorcidas?

-Tsk... Malfastidioso.- espetó con desespero.

Al entrar a la torre de Gryffindor, se encerró en su recamara y se sentó en su cama con las piernas cruzadas.

Se quedo en silencio, mirando sus pies, por aproximadamente quince minutos. Hasta que la puerta se abrió y apareció una cabellera naranja por ella.

-Hola bro, todo bien?

-Ajá, si.

Al escuchar su respuesta, Ron entró y se sentó al lado de Harry.

-Por qué tardaste tanto en el baño?

-No tardé, estás siendo alucinando, Ron. Sólo me encontré a Malfoy.

Su amigo asintió, comprendiendo. -Y que te dijo?

Las cortinas de su cama parecían repentinamente interesantes.

-Ya sabes, las mismas bromas de siempre. -contestó con las mejillas ligeramente coloreadas. -Vamos a dormir.

-Ehhh? No nos vamos a desvelar? Vamos brooo, es el primer día!

Negó, quería descansar y dejar de pensar un rato. Echó a Ron de su cama, obligándolo a irse a la suya. Sonrió, viendo como el pelirrojo hacía berrinches, mirándolo fijamente.

Pero se metió bajo las mantas e intentó dormir.

Cinco minutos.

Diez minutos.

Quince minutos.

Veinte minutos, y Harry seguía mirando a la nada, sin poder dormir. Trató de relajarse, respirando profundo varias veces y pensando en las materias que debía atender al día siguiente.

Y con un último pensamiento, Harry cayó dormido.

Malfoy, maldito pervertido sucio fastidioso.

[♡]

-Jaz

Awaiting For Your Love / Drarry Donde viven las historias. Descúbrelo ahora