Asuna pov:
Acaricie el crin del hermoso caballo que estaba delante de mi mientras observaba el atardecer.
-¿De verdad vas a ir?
-Kirito me prometió que volvería pronto... ya pasaron muchos meses y aún no ha vuelto...
-Mandare a alguien a buscarlo, necesitas descansar, dentro de poco darás a luz y...
-¿Y si le pasó algo?
Terraria suspiró.
-Haré que Alice lidere un grupo para...
-No lo entiendes... Kirito me dijo que volvería antes del nacimiento de nuestra hija... necesito ir a buscarlo...
Susurre y justo cuando iba a subir al caballo mi cuerpo comenzó a sentirse pesado y antes de darme cuenta, uno de los soldados de Terraria me tenía entre sus brazos.
-Llévala a su habitación, Klein.
-Si señora.
Gruñí y golpee varias veces al hombre que me llevaba entre sus brazos.
-¡Suéltame!
El hombre no me respondió y me coloco suavemente sobre mi cama antes de girarse hacia un hombre que me miraba fríamente.
-No la dejes salir, Eiji.
El hombre asintió mientras Klein se acercaba a la puerta.
-De todas formas yo estaré afuera por si necesitas algo.
Dijo con una sonrisa antes de cerrar la puerta detrás de el.
Corrí hacía la ventana e intente abrirla, pero la mano de aquel hombre me detuvo, lo mire con furia pero... aquellos ojos fríos me recordaron demasiado a los de él... deje que su mano tomara la mía mientras el volvía a recostarme.
-Necesita descansar, lady Stacia.
-Yo...
-Su novio estará bien, si yo fuera él... haría todo lo posible para volverme a reunir con usted...
Una de sus manos acaricio mi cabello mientras que la otra le daba leves caricias a mi muñeca.
-Su novio es muy afortunado...
Su rostro se acerco al mío y su respiración choco contra mis labios.
-Viéndola de cerca es mas hermosa de lo que dicen los rumores...
Sus ojos se clavaron en mis labios y cuando sus labios comenzaron a acercarse a los míos una extraña sombra negra apareció detrás de él, me llene de terror y retrocedí mientras millones de gritos salían de mi boca.
-¿Que ocurre?
Eiji me miro confundido mientras yo señalaba y la sombra que estaba detrás de el y cuando Eiji se giro a ver que era lo que señalaba aquel ser lo tomo del cuello y lo arrojo con fuerza.
-¿Que ocurre?
La voz de Klein apenas lograba escucharse.
-¡Abran la puerta! ¿¡Que demonios ocurre!?
-Parece que te estabas divirtiendo con MI Stacia, Eiji.
Me llene de terror, aquella voz la reconocía demasiado bien.
-Kirito...
Me acerque a el y acaricie uno de sus brazos pero al hacerlo mi mano comenzó a arder, grite llena de dolor mientras Kirito volvía a acercarse a Eiji.
-¡Váyase Lady Stacia! ¡Yo estaré bien!
Kirito sonrió de una manera que solo aumento mi terror.
-Ninguno de ustedes saldrá de esta habitación, la puerta esta atascada y Vector esta afuera peleando contra los demás.
- ¿Qué?... ¿Acaso estas de su lado?
Kirito no me respondió y se agacho a la altura de Eiji.
-Te lo preguntare solo una vez... ¿Ibas a besar a MI Stacia?
Eiji lo miró lleno de terror pero no le contesto.
-¿No vas a responderme?
Camine hasta ellos y me pare delante de el.
-Eiji no iba a besarme, Klein le pidió que me cuidara y...
-¿Estas tratando de protegerlo, cariño?
La mire fijamente haciendo todo lo posible para que no se diera cuenta del miedo que había comenzado a nacer en mi interior.
-No tienes idea de lo mucho que me molesta verte defender a otro hombre...
Sus labios se juntaron con los míos y uno de sus brazos rodeo mi cintura, a pesar del dolor que me producía su tacto le correspondí aquellas muestras de afecto.
-Eres solo mía... Stacia.
Me susurro mientras chasqueaba los dedos y antes de que me diera cuenta el cuerpo de Eiji se hizo cenizas, grite llena de miedo y trate de alejarme de Kirito, pero antes de que pudiera hacerlo el me rodeo fuertemente con ambos brazos.
-Te extrañe mucho...
No le respondí y deje que sus labios recorrieran mi cuello, a pesar de que su tacto cada vez me provocaba más dolor.
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Hola!!!! Espero que les haya gustado el cap.
Nos leemos!!!!!
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La maldición que nos separa (En Edición)
FanficSu destino no es estar juntos, aquella maldición que les fue impuesta los hará sufrir y los separara sin importar lo que hagan.