Capítulo 5: Despedida

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Asuna pov:     

Los rayos del sol golpearon mis ojos, gruñí y me senté lentamente en el borde de la cama pero mi mirada se quedo clavada en aquella hermosa espalda llena de rasguños... me sonroje sin evitarlo al recordar la caliente noche que habíamos tenido.

-- Vaya... ya despertaste.

Su forma tan cortante y fría de hablarme rompió completamente mi corazón.

-- ¿Ya te vas?...

-- ¿Acaso no es obvio?

-- Creí que te quedarías más tiempo...

-- Debo ayudarle a Solus y Terraria a preparar todo para la guerra.

-- ¿Que?...

El suspiro y se acerco un poco a mi.

-- Tu amado prometido no quiso cooperar, la guerra no podrá evitarse, Cariño.

-- Yo no quiero pelear contra ti...

El hizo una mueca y continuo cambiándose sin mirarme.

-- Eres la Diosa de la Guerra, pelear no sera algo nuevo para ti.

-- Pero yo no quiero lastimarte...

-- Si no lo haces tu, alguno de tus guardias lo hará.

El se encogió de hombros y comenzó a empacar sus cosas.

-- No lo permitiré... 

Me acerque a el y antes de que Kirito pudiera protestar, uní nuestros labios.

Kirito se separo rápidamente de mi y miro el suelo.

-- No vuelvas a hacer eso...

-- Kirito... 

-- Lo nuestro no puede seguir así Asuna, Si Vector se entera te matara.

-- No me importa.

-- Eres tan terca y... cada día haces que pierda más la cabeza por ti.

Sus manos acunaron mi  rostro y sus labios se juntaron con los míos, nuestras lenguas parecían bailar una misma y hermosa coreografía.

La puerta se abrió lentamente y Kirito se separo rápidamente de mi completamente pálido.

-- Asuna...

Mi querida amiga me miro completamente sorprendida y un suspiro de alivio escapo de mis labios.

-- Dios... Me asustaste...

-- Disculpa... yo... venía a acompañar a Sir Kirito a la frontera...

-- Ya veo...

Kirito me sonrió y beso mi frente.

-- Te veré pronto... preciosa.

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-- ¿Estas escuchándome?

-- Estaba un poco distraída, ¿Que decías?

Vector rodó los ojos.

-- El plan para iniciar la guerra ya esta hecho, contigo a nuestro lado se que ganaremos.

Sus labios rozaron mi cuello y yo hice una mueca de asco.

-- Yo... no quiero pelear...

El se separo bruscamente de mi.

-- ¿Que cosas dices?

-- No me apetece pelear esta vez.

Vector Gruño.

-- Harás lo que yo te diga cariño... tu deber como futura esposa es obedecerme.

-- ¿Que pasara si me opongo?

-- Tu alma desaparecerá de tu lindo cuerpo pero antes... serás mi juguete.

Una carcajada salio de sus labios mientras yo lo miraba con asco y me alejaba lo más rápido que podía de el. 

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Holaaaa!!! Perdón por tardar tanto en actualizar, espero que hayan disfrutado de este corto cap. 

Nos leemos!!!


  


La maldición que nos separa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora