Capítulo 10: Adiós

37 2 0
                                    

Asuna Pov:
Golpeé la pared una y otra vez.
—¡Kirito! ¡Sácame de aquí! ¡Si no lo haces juro que voy a...
El sonido de unos pasos llamo mi atención, tome aire y grite con todas mis fuerzas.
—¡Ayuda!
—¿¡Stacia!? ¡¿Estás ahí!?
—¡Solus!
Sonreí antes de que un olor a quemado llenará el lugar, y antes de darme cuenta las rejas que había puesto Kirito para encerrarme se hicieron añicos.
—¿¡Estás bien!?
No le respondí y comencé a correr hacia la salida.
—¡Stacia! ¡Espera!
—¡Tengo que ver a Kirito! ¡Solo yo puedo detenerlo!
O al menos eso creía...
—¿¡Acaso olvidas que estás embarazada!?
—Estare bien, el nunca me hará daño.
Que ingenua fui... Debí haberme quedado... Si lo hubiera hecho tal vez...
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Kirito Pov:
<<—¡Detente>>
Me grite una y otra vez, pero al parecer mi cuerpo no estaba dispuesto a responderme, cada vez mis manos se manchaban mucho más de sangre.
<<—¡Para!>>
Mi espada volvió a chocar con la de aquella mujer... Si llegaba a lastimarla jamás me lo perdonaría.
—¿Eso es todo lo que tienes?
El rostro de aquella mujer reflejaba dolor... Me dolía verla de aquella manera.
—Tu no eres así... ¿De verdad quieres seguir peleando... Hermano?
<<—¡No! ¡Ya basta!>>
Mi cuerpo se movió ignorando por completo mis súplicas y comenzó a atacarla sin piedad... Solo deseaba que Terraria huyera... No quería lastimarla...
Un grito de dolor salió de su boca cuando mi espada se clavo en su costado.
<<–¡Basta!>>
Mi cuerpo comenzó a temblar, pero cuando mis manos comenzaron a cerrarse contra su cuello, una espada blanca salió a mi encuentro.
Me llene de terror... ¿Por qué tuvo que llegar ella?...
<<—Por favor... Vete...>>
—Veo que lograste escapar, cariño.
—¡Sueltala!
Mis manos dejaron de apretar el cuello de Terraria y la espada de Stacia rozo el mío.
—¿Vas a lastimarme, calabaza?
—Yo...
Sus manos comenzaron a temblar y antes de darme cuenta mi cuerpo comenzó a atacarla... Su mirada llena de confusión, dolor y frustración fue lo que recibí como respuesta.
—¡Eres muy débil, Stacia!
<<—¡Ya basta!>>
Sentí mis lágrimas caer por mis mejillas mientras mi espada seguía chocando contra la de ella... Hasta que logré sujetar sus muñecas con una de sus manos.
—Parece que he ganado, cariño... Lamentablemente ahora debo eliminarte.
—¿De verdad vas a lastimarnos... Kirito-kun?
Mierda... Mire su vientre y me di asco...
<<¡Ya basta! ¡¡Detente!!>>
Mis manos apretaron mucho más las muñecas de Stacia y ella soltó un grito de dolor.
—Me encanta esa expresión de tu rostro... Quiero torturarte mucho más...
Lamí su mejilla y ella hizo una mueca antes de golpear con su rodilla mi entrepierna, gruñí y la solté dejando que ella corriera y volviera a apuntarme con su espada.
—Detente... Se que tú no quieres hacer esto, Kirito-kun.
—¿Qué te hace pensar que no quiero hacerlo?
—Tus lágrimas... Tus lágrimas son sinceras y tus ojos reflejan sufrimiento...
Hice una mueca mientras ella se acercaba lentamente a mí y soltaba su espada.
—Quiero ayudarte... Confía en mí Kirito-kun... Juntos saldremos de esta...
Sus manos acariciaron mis mejillas antes de rodearme con sus brazos a pesar del humo que salía de su cuerpo debido a las pequeñas quemaduras que le provocaba el estar cerca de mi.
—Quedate conmigo... No me dejes Kirito-kun.
Mis manos temblorosas acariciaron su espalda hasta que... Unas imágenes llegaron a mi mente...
—Tu... Ibas a dejarme...
—¿Qué?
Stacia me miró con confusión.
—¿De verdad quieres dejarme por el, amor?
—¿De quien estás hablando?...
Mis manos acariciaron sus mejillas.
—Te veré en el otro lado... Cariño.
<<—¡No!>>
Me grite demasiado tarde... Su cuerpo se volvió frío y poco a poco comenzó a hacerse cenizas...
—Stacia... ¡No! ¿¡Que mierda hice!?
—Te dije que tú acabarías con ella, ¿No es así, Alistair?
Sentí la irá crecer en mi interior corrí hacia Vector y apreté con fuerza su cuello.
—¡Todo esto es culpa tuya!
Sus dedos se clavaron en mis manos.
—Vete al infierno... Vector.
Su cuerpo dejo de moverse, lo deje caer al suelo y corrí hacia donde había dejado a Stacia, pero en su lugar solo había dos flores... Una más grande que otra.
—No...
Caí de rodillas y me lleve una mano a la boca en un intento de ahogar mis gritos.
—Me odio...
Susurré y mire el cielo... Suplicándole que me permitiera verla, al menos una vez más...
***********************
Hola!!! Espero que les haya gustado el cap.
La próxima parada será en...
Nos leemos!!! Jsjsjsj

La maldición que nos separa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora