Capítulo 2

400 35 0
                                    

Me encontraba tomando un taxi, lejos de aquel lugar, marque el número de San

- ¿Dónde estás? - preguntó enojado - ayer te estuve buscando por todo el lugar, me asuste al no encontrarte

- Eso mismo quiero saber

- Hablemos en persona, 30 minutos en el mismo cáfe de siempre

Mientras llegaba el lugar vi que tenía 50 llamadas perdidas de Martín y una sola de San

Revise los mensajes y todos eran de Martín intentando saber donde estaba y que debíamos hablar

Pedí un té, aun sentía que todo me daba vueltas

- Te ves de la patada - expresó San al verme - aún así sigues siendo linda

- Vamos, no sigas, sabes que nunca pasará nada entre nosotros - lleve con una mano mi cabello hacia atrás

- Solo bromeaba, tu última oportunidad para salir conmigo ya caducó - reí ante su comentario

- Olvidalo, Sr. Narcisista, que no vine a hablar de eso... - respiré hondo - amanecí en la cama de un mujer - susurre

- ¿Qué? - grito haciendo que algunas miradas curiosas se centrarán en nosotros

- Baja la voz, que yo estoy mas impactada que tú

- ¿Tuviste sexo con una mujer?, ahora entiendo que no quieras nada conmigo - susurro

- No es así, solo paso, a mi no me gustan las mujeres

- Esta bien, no te jugaré por eso

- Fue tu culpa por dejarme ir - alzó ambas cejas

- Ahora es mi culpa, si te dije que no tomaras tanto, además ¿no has considerado que tal vez en verdad puede que también te gusten las chicas?, quizás disfrutaste con aquella mujer - se le dibujo una sonrisa, la cual intentó disimular con su taza de cáfe

Me reí tan fuerte, que volvieron aquellas miradas

- Claro que no, en mi vida me ha gustado una

- Tal vez deberías pensarlo

- ....

No tarde en retornarme de aquel local, ese día dormí hasta la mañana siguiente, en cuanto el sol se puso, me dispuse a conseguir un empleo


- Nosotros le llamamos - me dijo el hombre de mi última entrevista del día

Ese definitivamente era un no

Sin éxito lo intente por varios días hasta que una empresa en verdad me regreso la llamada

- Un gusto soy Irma - se levanto y extendió su mano para saludar - puede tomar asiento

- Muchas gracias - conteste

- Veo que tiene trabajando un año después de que se graduó - la mujer de media edad jugueteaba con mis documentos

- Si, pero también tengo recomendaciones del despacho en donde hice mi servicio

- Si... - de alguna manera sentí que no le estaba prestando atención a ese asunto - seré honesta con usted, no estamos contratando abogados, estoy buscando a alguien que vigile a una chica

Esta señora estaba de joda ¿cierto?

- Que buen chiste - dije sonriendo un poco

- No es ninguna broma - su cara era completamente sería

- Entiendo, no estoy interesada en ser una niñera, con permiso

- Espere Srta. Iskra - le volteé a ver - la paga es buena

- Lo siento, pero no se me dan los niños

Sin decir mas, me dirigí a la salida, preferiría trabajar en cualquier otra cosa que cuidar mocosos, son tan irritantes, además no estoy tan necesitada, no pago renta y tengo lo suficiente para sustentar mis gastos en lo que encuentro trabajo

- Auch - joder, mire a la mujer a la cual le derrame su propio cáfe en su ropa

- Lo siento - me disponía a seguir caminando

- Aguarda - tomo mi mano - no solo me tirás el café, ahora no me reconoces - ella se quito los lentes, inmediatamente la reconocí - te fuiste hace unos días sin ninguna explicación de mi casa, eso no se hace

Mirándola de cerca, su piel era muy blanca, su pelo era corto y rubio, no era de extrañar que la confundiera con un chico aquella noche

- Lo siento, no la conozco - intente zafarme

- Entonces te haré recordar - la sensación de su labios en los míos me hizo recordar pequeños fragmentos de esa noche, sin duda alguna sentí el rubor de mis mejillas - al parecer ha funcionando - dijo separándose de mi - ven - comenzó a guiarme justo al lugar del que acaba de salir

- Srta. Lo ha pensado mejor - hablo la mujer de mediana edad al verme - me da gusto que quisiera trabajar con nosotros

- No es así... - intente negarme

- Así que venias por la bacante, ven conmigo - apareció un adulto, que tenía un parecido a la chica de ojos azules, me analizo rápidamente y sonrió

Por su sonrisa algo me decía que esto terminaría mal para mí

- Si es por dinero, lo pagaré - conteste para ver al señor y a la mujer, tal vez ambos me amenazarían

- No es por dinero, son los sentimientos de una persona - dijo ella - así que hablemos después de ello - susurro en mi oído, mientras el señor se dio la media vuelta y caminaba para que lo siguiéramos

- Yo creo que estas bien pero, si no es el caso, te pagaré el psicólogo - en realidad venía de una familia acomodada, era el orgullo de mis progenitores, entonces sería fácil convencer a mi padre que me prestará dinero

- Es bueno saber que alguien ha venido, me agradas - hablo el adulto con un gran parecido a ella, de hecho podía deducir que eran familiares - así que quiero que hagas este trabajo, por qué no llegamos a un acuerdo - se paro a lado de mi - acepta el trabajo, en verdad necesito a alguien urgentemente, deme 2 meses, en lo que consigo a alguien más

- ¡Papá! - dijo ella - deja que ella trabaje conm... - el hombre la miró haciendo que ella callara y dijera otra cosa - deberías aceptar

- ..... - No estaba mal, es decir tendría que cuidar a una niña y me pagaría como si trabajará ejerciendo de abogada, eso me daría tiempo a encontrar otro empleo, ¿que tan difícil podía ser? - bien - el señor sonrió

- Mi hija te dará el contrato para que lo firmes, sin mas que decir, me retiró y eres bienvenida - tras decir eso él adulto se fue

- Solo pido que no intentes ir por otro camino - dije mirando a la chica

- Prometo no acercarme a ti mas de lo debido - levando una mano para indicar un tipo de juramento - aunque no me molestaría

Otra vez esas imágenes aparecieron en mi mente, era imposible, a mi no me puedo gustar una chica

Aterrada después de firmar el contrato y decirme que mañana empezaría, conduje hasta un edificio

- Necesito una cita con alguno de sus psicólogos, urgentemente

La mujer de la recepción asustada agarro su agenda

- Piso 3, habitación 12

Si pudiese cambiar algo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora