Si pudiese cambiar algo...

Final

- Son muy pocos para ganarnos - sonrió triunfante aquel señor, pero rápida fue su caída al ver la gran cantidad de hombres lobos

-!Oh! ¿En serio?, hicimos un gran trabajo al prepararnos debajo de la mesa - Erika fue la primera en atacar, justo en la garganta de señor Urriaga

Todo se volvió un campo de batalla

Malia se paro en frente de mí y atacaba a los que se acercaban

- Vaya, debí ahorrarme varios pasos - Míriam se acercó, pero rápidamente Malia le lanzó un gran cantidad de fuego haciendo retroceder - esto no sera fácil, interesante

Corrió tan rápido apareciendo en su mano espigas, las cuales roso en cuerpo de Malia, un gran charco de sangre se hizo presente

Me sentí nerviosa, tenía un nudo en el estómago

Malia a pesar de eso continuó atacando, su velocidad aumentó, comenzando a acorralar a Míriam

Pude visualizar a Tania acercarse a los del consejo que seguían en su silla sin mover un solo músculo

- Tal vez sea momento de acabar con esto - dijo, sus ojos volvieron a cambiar - detengan esto.... - Santiago detuvo el discurso de Tania y ella maldijo entre dientes

- Entiendo, tu habilidad es dar órdenes a los demás - hablo Santiago - ¿dime cuantas ordenes puedes darle a una persona?

Una lucha comenzaría entre ellos

Malia salió volando llevándose consiguió a Tania las cuales cayeron a un lado de Santiago, Malia comenzaba a verse en mal estado

- No lo había informado, pero mis espigas no solo hieren también tienen consigo veneno, entre mas se mueva mas avanza

Sin previo aviso Santiago atravesó el corazón de Malia

- Detengan esto, es una orden - los vampiros obedecieron la voz del vampiro mayor dada por la orden de Tania, haciendo que Erika detuviera sus ataques para evitar mas muertes

Viendo todo eso pasar tan rápido corrí hacia Míriam, tomé un espada y corte su cabeza, un grito ahogado salió de mi al tomar en mis brazos a Malia

Escuchaba el lamento de Tania al no ser una buena tía, un bullicio de fondo que no entendía, el intento de matarme de Santiago fue evitado por Erika, todo parecía inexistente, tan irrelevante, tan irreal, llego un punto en donde todo era borroso, las lágrimas impedían mi vista

- Lo siento tanto - grite

El pensamiento de culpabilidad llego, sin tan solo ella no me hubiera conocido ella aún estaría viva, solo deseaba que ella respirara una vez mas, no me importa si teníamos que huir el resto de nuestra vida, no me importaba si por ser descuidada moría en este mismo momento junto a ella

En un instante todo se hizo blanco, el sonido se detuvo

- Has tenido suerte - la voz de un hombre se hizo presente, jamás lo había visto

- ¿Quién eres? - pregunté

- El deseó de tu corazón

- Entonces es cierto - él me miro y continuó

- Tu deseo sera llevado a cabo, pero debes dar lo mas importante para ti, sus memorias juntas a cambio de su vida

- Si - dije con seguridad

El collar en forma de ojo con un reloj de arena adentro comenzó a brillar

En un instante Malia respiraba con dificultad, Tania se levanto y comenzó a auxiliarla