Cristales en el Eclipse

El secreto que salió a la luz

[Tras un buen rato, finalmente Xingqiu salió de la casa y se unió a aquellos dos. Se había puesto la chaqueta y se la había cerrado bien, cosa que no acostumbraba a hacer, y ahora marchaba para intervenir en la conversación con los brazos cerrados. No le había hecho ninguna gracia lo que había vivido minutos antes]

-Hola, Xingqiu, ¿ha logrado bajar y recoger los papeles? [Kokomi fue la primera en hablar. Su voz mostraba una preocupación sincera]

-¿Papeles? [preguntó a su vez el peliazul. Al ver a Albedo demasiado entretenido estudiando una flor que tenía en sus manos, supo que había dado alguna excusa para su ausencia] Oh, sí. [asintió el joven, centrando su mirada en la Sacerdotisa Divina] Disculpe que me haya tomado más tiempo del necesario en esa tarea, pero... Bueno, a diferencia de otros, yo acostumbro a terminar lo que empiezo. Así que, preferí encargarme de ese asunto antes de encontrarme con usted. He bajado sin problemas esos papeles. Solo necesité concentrarme un poco más.

[Xingqiu vio como una sonrisa aparecía en los labios del alquimista mientras tocaba los pétalos de aquella flor. Lo amaba con locura, pero en ese momento habría deseado matarlo él mismo. El alquimista podía parecer un ser de luz y, sin embargo, poseía un lado travieso que competía con el del escritor. Xingqiu no iba a olvidar fácilmente que lo hubiera dejado solo en la casa con su "problema" y hubiera ido a hablar con Sangonomiya Kokomi. Le daba igual si había sido lo correcto]

-Deduzco que en mi ausencia ha tenido la oportunidad de hablar con Albedo. Espero que no la haya dejado a medias. ¿Sabe? Tiene tendencia a esas cosas. Será algo característico de los pintores. [Xingqiu se colocó al lado de la joven cuando ella empezó a caminar, Albedo los seguía. De cerca se apreciaba incluso mejor su belleza. Sin duda, le fascinaba aquella lectora] Por lo que, ¿le importaría ahora centrarse en mí, Su Excelencia? Seguro que hay bastantes puntos de la trama que desea aclarar.

[Y mientras recorrían los hermosos paisajes de la isla Watatsumi, Xingqiu y ella discutieron sobre bastantes partes de <<Una leyenda de espadas>>. No solo datos simples que Kokomi parecía no haber entendido bien, y que él no tuvo problemas en explicar, sino también le preguntó sobre las batallas narradas. El escritor descubrió que la Sacerdotisa Divina era una magnífica estratega y que había analizado cada enfrentamiento con sumo detalle. Si bien habían acciones en las que su opinión difería, por lo general compartían la misma opinión]

-Si no es inconveniente, ¿podría decirme de dónde sacó la inspiración para las batallas? Puesto que me asombra que haya podido describirlas con tanto cuidado y detalle en la trama.

-Claro, sin problema. [Xingqiu se llevó la mano a la barbilla] He leído bastantes libros de estrategia militar y los he cotejado con lo que he tenido el placer de observar en la Geoarmada. También Albedo ha aportado su conocimiento con respecto a lo que sucede en los Caballeros de Favonius. Por tanto, simplemente recopilé información y traté de describir algo coherente. No obstante, sabía que iba a contener errores, por lo que me alegra que los haya destacado. Eso me ayuda para las próximas entregas.

-Tal vez esto suene un poco absurdo, pero... ¿Por qué no me permite ayudarle con eso? [sugirió ella] Disfruto mucho de sus novelas y sería agradable participar ayudando con las estrategias militares que se mencionan. He escrito libros enteros solo explicando cómo proceder según si se dan ciertos fenómenos o no. Por lo que podría darme una idea y le ofrecería varias opciones para continuar. Así usted elegiría la que más le gustara de todas ellas y yo no perdería la posibilidad de asombrarme con su procedimiento a pesar de haber colaborado con él.

-¿Haría eso? [los ojos de Xingqiu se iluminaron. Estaba entusiasmado por la posibilidad] Seguro que, con su planificación, mejoraría enormemente la calidad de <<Una leyenda de espadas>>. Aunque... ¿Está segura? No me gustaría que pasara su tiempo libre teniendo que redactar dichas cosas. Necesitará descansar también.