Prólogo

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Hace muchos siglos, en la era dorada de la antigua Grecia, reinaba la diosa Deméter sobre la tierra fértil y próspera. Cada rincón de los campos se vestía con la belleza de flores y cosechas abundantes, reflejo de la alegría de la diosa por la compañía de su amada hija, Perséfone. Esta joven deidad creció entre la fragancia de las flores, protegida celosamente por su madre, lejos de las intrigas y las alturas del Monte Olimpo. Deméter, sabia y temerosa de perderla como había perdido tantas cosas en su vida inmortal, deseaba para su hija una vida de pureza y alegría, al estilo de las diosas Artemisa, Atenea y Hestia.

Un día, mientras Perséfone jugaba bajo la custodia de las ninfas en un campo cercano, el suelo tembló con el paso de Hades, el señor del inframundo, rara vez visto en la luminosa superficie de la Tierra. Fascinado por la juventud y la belleza de Perséfone, Hades se vio prendado por el influjo de Eros y sus flechas doradas, que le hicieron desearla con intensidad. Con la ayuda de Gea, la madre tierra, Hades hizo brotar del suelo la flor más exquisita que jamás se hubiera visto, una flor cuya belleza rivalizaba con la propia Perséfone. La joven, encantada por la visión, se acercó para contemplarla, pero en ese momento la tierra se abrió de par en par, revelando al imponente dios del inframundo en todo su esplendor. Sin darle tiempo para reaccionar, Hades tomó a Perséfone en sus brazos y la llevó consigo, sumergiéndola en las profundidades de su reino sombrío.

El corazón de Deméter se desgarró ante el rapto de su querida hija. Desesperada, buscó incansablemente por cada rincón de la tierra, descuidando su deber de velar por la fertilidad de los campos. Hecate, la diosa de la magia y aliada de Deméter, se conmovió por su pena y la condujo hasta Helios, el dios del sol, quien desde lo alto del cielo le reveló la verdad: Hades, instigado por Zeus, había arrebatado a Perséfone hacia el inframundo.

Enfurecida y devastada, Deméter decidió retirarse del Olimpo y refugiarse entre los mortales, privando a la tierra de su cuidado divino. Los campos, privados de su protección y amor maternal, se marchitaron y las cosechas menguaron, trayendo sufrimiento y hambre a los seres humanos.

Ante la crisis, Zeus intervino para resolver el conflicto. Negoció con Hades el retorno de Perséfone a la superficie, pero el astuto señor del inframundo impuso una condición: Perséfone no debía haber probado alimento alguno durante su estancia en el Tártaro. Sin embargo, Hades, conocedor de las debilidades de los mortales y los dioses por igual, había ofrecido a Perséfone seis semillas de granada. Enamorada de su captor y seducida por el sabor tentador de las semillas, Perséfone aceptó el regalo y las consumió.

Cuando Hermes, el mensajero de los dioses y heraldo del inframundo, descendió para traer de vuelta a Perséfone, se descubrió que había comido del fruto prohibido. Esto selló su destino: Perséfone debería pasar seis meses del año en el inframundo junto a Hades, como su reina y consorte, y los otros seis meses en la superficie con su madre, Deméter. Así, cada año, el ciclo de las estaciones se repetiría: la primavera y el verano traerían la alegría del reencuentro maternal y la fertilidad de la tierra, mientras que el otoño y el invierno marcarían la dolorosa separación entre madre e hija, cuando Perséfone regresara al oscuro dominio de Hades.

 Así, cada año, el ciclo de las estaciones se repetiría: la primavera y el verano traerían la alegría del reencuentro maternal y la fertilidad de la tierra, mientras que el otoño y el invierno marcarían la dolorosa separación entre madre e hija, c...

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— Así fue como nacieron las estaciones del año según la mitología griega — explicaba con entusiasmo una chica castaña a sus compañeros de clase, mientras algunos chicos curiosos también escuchaban atentamente.

— No entiendo por qué a las chicas les gustan tanto las historias de amor. Son tan cursis — bromeaba un chico rubio, pero sus palabras pasaron desapercibidas.

Sin embargo, a un peli verde, la historia narrada por la castaña le resultaba extrañamente familiar, a pesar de que nunca antes la había escuchado.

























Aquí les habla yo, iniciando una nueva historia basada en mitología griega, como chingados no :^)

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Aquí les habla yo, iniciando una nueva historia basada en mitología griega, como chingados no :^)

Espero les guste esta historia jaja

Corregido; 30/jun/2024

Perséfone [Tododeku] [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora