DioWagon Week 2020

7. Mpreg

7. Mpreg

   —Robert... ¡Robert!

   Despertó en brazos de Dio, este lo miraba preocupado. Observó su entorno, descubriendo a Jonathan y a Erina también observándolo. El cuarto era el salón lujoso de la pareja, los niños no estaban y los habían invitado para almorzar y hablar.

   Recordó que en medio de la charla, comenzó a sentirse mareado y todo se volvió negro.

   — ¿Estás bien? —Jonathan le preguntó.

   —Uh... Sí, creo que... Sí.

   —Te desmayaste de la nada, nos asustaste. —fue Erina esta vez.

   —Perdónenme, solo... No me encuentro bien.

   Los brazos de Dio se aferraron a su cuerpo.

   —Lo llevaré a mi casa y llamaré a un doctor.

   —No se preocupen, por favor. —Speedwagon se apoyó más en el pecho del menor, cerrando los ojos—. Solo estoy cansando.

   —Nos vamos.

   —Está bien, cuídense.

[...]

   —Tengo noticias extrañas.

   El doctor, un hombre adulto con canas y unas divertidas gafas, suspiró mirando al Brando.

   — ¿Qué sucede? ¿Está enfermo?

   —Bueno... ¿Su pareja es... Un doncel?

   —Eh, sí.

   — ¿Con qué frecuencia tienen relaciones sexuales?

   —Acabamos de empezar así que pues bastante seguido.

   —Imagino que no usa protección.

   —No.

   —Bien, pues va a ser padre, caballero. Su pareja está embarazada de unas nueve semanas.

   Un silencio.

   — ¿Qué...?

   —Lo que oye, va a ser padre.

   El doctor recogió sus cosas, con un apretón de manos se retiró dejando sólo al Brando. Este mismo, después de salir del shock, corrió hacia el cuarto principal en donde vio a Speedwagon.

   Este lo miró sorprendido, tumbado en la cama.

   — ¡Dio!

   —Robert...

   Se posicionó encima de él, mirándolo fijamente.

   — ¿Estás bien, Dio?

   El menor acarició su mejilla.

   —Vas a dar a luz a nuestro hijo.

   — ¿Q-qué?

   —Vamos a ser padres.

   Esos ojos castaños se llenaron de lágrimas, una suave sonrisa.

   — ¿De verdad?

   —Sí. —sonrió—. Estás de dos meses.

   Y ambos lloraron de alegría.