DioWagon Week 2020

7. Casándose

Notas: Algo que no dije es que se pueden hacer dos opciones del día.

[...]

7. Casándose

   —Estás tan hermoso.

   Tattoo alisó la cola del elegante vestido de novia. El pequeño bulto en el vientre del rubio llamó la atención de este mismo.

   — ¿Por qué un vestido?

   —Te ves bien, coincido con Dio en eso. —dijo Kempo arreglando el cabello de su amigo.

   Robert tragó saliva, mordiendo su labio inferior.

   — ¿Estás bien? —preguntó el tatuado.

   — ¿Tienes dudas? Puedo pedir un carruaje ahora. —animó Kempo.

   — ¡Hey, no le digas eso!

   —A ver, las cosas como son. Está a punto de unir su vida con la de alguien que lo dejó para transformarse en un egocéntrico, narcisista, idiota, estúpido, egoísta, insensible, odia a los animales e idiota.

   —Has dicho dos veces idiota.

   —Es que lo es.

   Speedwagon suspiró, acariciando su vientre.

   —No quiero huir, tampoco tengo dudas. —miró a sus amigos—. Sé que lo amo, y yo acepté esto cuando me lo pidió. También soy consciente de todo lo que es ahora pero ese no es el Dio que me demuestra, el Dio que conozco y con el que me caso es ese chico rubio, sensible y amoroso que pasó por muchas cosas en la vida y que lo llevaron a ser al que demuestra a la sociedad. Nuestro hijo es afortunado de tenerlo como padre, lo sé.

   Los dos amigos compartieron una mirada.

   —Bueno, si lo quieres tan claro, suerte con tu boda.

   Compartieron un abrazo en grupo antes de que la puerta del cuarto se abriera, dejando ver a George, padre adoptivo de Dio.

   —Robert, ya es hora.

   —Sí. —se separó de los dos—. Muchas gracias, chicos.

   Salió y subió a un carruaje junto al hombre mayor. El camino fue silencioso y, cuando llegaron a la iglesia, la mano del noble lo ayudó a bajar.

   — ¿Listo?

   —Ah, sí, listo.

   Las grandes puertas se abrieron, los invitados los miraron, Dio lo miró.

   Caminó hasta su nueva vida.