Capitulo 9.

21 5 20
                                        

He estado faltando al colegio y a los ensayos por casi una semana, pensando que era la forma más eficaz de evitar a Yuta mientras intento convencer a mi mamá de cambiar a un colegio virtual donde terminar el último año.

A lo que ella se niega totalmente porque no le doy una razón. Pero, ¿Que se supone que le diga?

Hey ma, imagínate que el profesor que destruyo tres años de mi infancia ha dañado la infancia de otros chicos además de intentar abusarlos sexualmente, lo cual tal vez es mi culpa por no avisar a las directrices de mi academia a tiempo de lo que me estaba sucediendo. También estoy confundido de si me gusta una chica virtual a la que solo le he dicho hola por el simple hecho de dibujar una historieta con mi cara en ella o el vecino de al lado que hace dos meses no sabía ni su nombre. Y además tengamos en cuenta que esta es la primera vez que alguien me gusta, pero como si el universo mirara mi vida como un drama de la televisión, tomo la decisión de poner a dos personas en mi camino. Ge—ni—al. Y yo que adoro los triángulos amorosos.

Me pego una cachetada saliendo de mis pensamientos, definitivamente me atrae la chica del manga, Yuta es solo un amigo que estoy evitando por ninguna razón en específico.

Al que le di mi confianza de una forma estúpidamente rápida, un amigo al que no reacciono igual a su tacto o sus palabras pero un amigo.

¿Okey? Todo súper hetero de mi parte.

—¿Quieres contarme que te sucede?—pregunta mama entrando al jardín trasero de nuestra casa.

—No sé qué me pasa—le contesto con sinceridad.

—Estas así desde el día que volviste con Yuta—me dice mientras se acuesta en el pasto junto a mí—¿Sucedió algo ese día?

—Se podría decir—Digo moviendo mi cabeza de lado a lado, sabiendo que no debo decir lo del profesor.

—Sabes que ni tu papa ni yo somos homofóbicos, ¿Cierto?—me dice dudosa lo que hace que salte hacia atrás sorprendido.—No creerías que no nos hemos dado cuenta que miras a Yuta de forma diferente, ¿No? Eres igual que tu padre, obvios.

Miro hacia otro lado pensando en que decir, el día de hoy ha hecho un clima bastante agradable.

—No me gusta Yuta—Contesto sonriendo aunque mi sonrisa tiembla.

—¿Entonces por qué lo evitas?—me pregunta haciendo referencia a las veces que ha venido a preguntar por mi desde que me dejo el viernes pasado—¿Por qué te da tanto miedo pensar que te gusta el?

—No lo sé—le digo mientras me tiemblan los labios y empiezo a recordar.

A recordar esa clase.

Debo haber tenido 12 años, era mi tercer año estudiando con él. Seguramente ya estaba seguro de que yo no haría nada al respecto o hablaría con mis padres, todos los profesores sabían que vivía solo y que nadie venía a representarme aquí. Yo dependía directamente de mí para sobrevivir.

Lo que lo hacía cada día más abusivo conmigo, ya no solo eran malas palabras hacia mi trabajo. Ya era sobre mí, al punto de llegar a ser físico.

Estaba a punto de presentarme por primera vez en una exposición, era mi oportunidad de brillar, de ver los frutos de todo mi esfuerzo y sufrimiento.

Se supone que esa tarde solo tenía que ir a presentarle mis obras finales a él. Obras que mis otros profesores ya habían calificado y aceptado lo que me hacía sentir más seguro al respecto. Debía saberlo ya, ni yo ni nada de lo que hiciera le gustaría.

Pero era un niño, todavía no quería aceptarlo. Así que fui emocionado ese día a mostrárselo, para que los rompiera, un día antes de tener que exponerlos realmente. Eran dos obras a oleo que sentía eran mi mejor trabajo, había hablado con mis papas para que vinieran a ver mis obras, que el solo rompió por un ataque de ira.

Paint Me Naked | YuwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora