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Las cosas podían ser complicadas en múltiples ocasiones, y ahora mismo para Yoongi lo eran, pero debía de concentrarse, investigar a Park Jimin había sido el reto más grande de toda su vida, había hablado con algunas personas que decían conocerlo, sus exparejas, sus amigos más cercanos, y personas que convivían con él en sus clases, pero había un pequeño problema, y era que todos le decían cosas distintas, mientras que unos decían que a Jimin le gustaba el chocolate amargo, otros decían que le gustaba el chocolate blanco, mientras decían que le gustaba tocar el piano, otros decían que tocaba la guitarra, mientras decían que siempre iba a la escuela en autobús, otros decían que caminando.

Yoongi no podía siquiera llegar a una conclusión exacta, el chico parecía o ser alguien que le gustaba hacer cosas distintas, o un buen mentiroso para que no se metieran en su vida privada, Yoongi se sentía acorralado, pero debía de hacer un intento, después de encontrar las mejores de las coincidencias para que pudiera llevar a cabo su plan de soborno, logró dar con que al chico le gustaban mucho las cosas dulces, y algunas frutas acidas y dulces, Yoongi había hecho su esfuerzo, y había logrado comprar una rebanada de pastel de frutos rojos con chocolate, era perfecto, estaba listo.

Jimin no se trataba de alguien difícil de encontrar, y de hecho podías reconocerlo en cualquier lado, el chico no era mucho de querer llamar la atención, y según su amigo Jackson tenía un temperamento de los mil demonios en ocasiones, pero eso no haría que Yoongi se detuviera en sus acciones, así que sin esperar mucho, comenzó con su búsqueda, no fue difícil encontrarlo, Jimin estaba cerca de su respectivo casillero, parecía estar leyendo algunas de sus anotaciones en su cuaderno, mientras que Yoongi se acercaba hacia él.

Por los pensamientos de Jimin solamente pasaba una cosa, y era estudiar, por la noche se había quedado dormido cuando pensaba estudiar para el examen de inglés que debía presentar después del receso, Jimin se sentía molesto consigo mismo, había tenido casi dos semanas para estudiar, pero se había confiado demasiado, pensó que tendría tiempo después, se la vivió haciendo otras tareas, concentrándose en video juegos, y viendo una que otra película aburrida de terror, que ni siquiera se percato de que la fecha del examen estaba a un día de realizarse, por lo que después de regañarse mentalmente y decirse lo idiota que había sido, termino por aceptar su realidad y prosiguió a estudiar, aunque claro no era suficiente.

—¡Ash! —menciono para sí mismo—. Malditas oraciones en pasado —comento sin esperar que un pequeño carraspeo de garganta se escuchase cercano a él, dejo de mirar sus apuntes para pasar a ver al chico de cabellos levemente despeinados que se encontraba parado a una distancia prudente de él—. ¿Qué? —pregunto Jimin en tono tosco.

Bueno, ahora Yoongi podía darle la razón a Jackson de que Jimin podía estar de malas en ocasiones, pero no debía distraerse de su objetivo principal.

—Perdona si te interrumpo, Park Jimin —el mencionado rodo los ojos—, pero quería decirte que...

—¿Podrías sólo decir lo que tienes que decir e irte?

Yoongi cerro la boca al escucharlo decir aquello, parece que alguien se había levantado de muy mal humor, pero Yoongi sabía que debía de ser suave, o sino ese chico terminaría por decirle que no le brindaría nada de ayuda.

—Necesito que me ayudes con algo —dijo Yoongi en voz baja, Jimin elevo una ceja al escucharlo, soltó un resoplido, sabía que ese chico no se iría de allí.

Jimin tomo un poco de aire, antes de cerrar el cuaderno en sus manos con fuerza y dejarlo dentro de su casillero para volver a mirar a Yoongi, quien le miraba atento.

—¿Por qué piensas que le brindaría mi ayuda a alguien que ni siquiera conozco? —Jimin lo miro de pies a cabeza.

Usualmente Jimin se comportaría más amable, más la presión y el estrés por el examen lo mantenía más enojado que feliz y amable con las personas, le urgía estudiar, no entretenerse en tonterías, y ese chico lo estaba deteniendo y mucho.

—Soy Min Yoongi —se presento Yoongi—, y pienso que me brindarías tu ayuda porque eres una buena persona...

—Escucha, Min Yoongi, tengo un maldito examen en camino —comenzó a caminar hacia Yoongi a pasos seguros, acortando la distancia entre ambos—, es de inglés, detesto esa asignatura, no estudie —Jimin había invadido el espacio personal de Yoongi—, no tengo tiempo para que alguien como tú, venga y me pida favores tontos, necesito estudiar y...

Jimin no pudo decir nada más, Yoongi había dejado de esconder sus manos detrás de su espalda, haciendo que diera a conocer lo que estaba ocultando, Jimin no pudo evitar mirar lo que estaba frente a él, era una caja pequeña de cartón, tenía el nombre de una pastelería, ¡de su pastelería favorita! Lo que lo hizo desconcertarse.

—¿Qué es...?

—Es un regalo —menciono Yoongi—, perdón si te estoy interrumpiendo, pero en verdad necesito saber si vas a poder ayudarme con lo que quiero.

—¿Eso es para mí? —pregunto Jimin dejando de lado lo que había dicho Yoongi, el de piel pálida soltó un suspiro, no debía sentirse sorprendido por la pregunta, asintió con la cabeza, y en cuanto lo hizo, Jimin le arrebato la caja de sus manos.

—¡Oye! —exclamo Yoongi, no esperaba una acción tan brusca como esa—. Que grosero.

Jimin sonrió ladino ante el quejumbroso chico, pero le restó importancia, abrió la caja de cartón, encontrándose con la deliciosa rebanada de pastel de chocolate con frutos rojos, sus ojos brillaron en demasía, Jimin no podía creer lo que estaba viendo, era su pastel favorito, sólo su madre lo sabía, volvió a cerrar la caja y miro hacia el chico que seguía mirándolo atentamente.

—Espera —dijo Jimin—, ¿cómo sabes que...?

—¿Qué cosa? —frunció levemente el ceño—. Olvida el pastel, no sé si te gusta o no, lo que me interesa es si puedes ayudarme.

—Depende —contesto Jimin—, ¿qué es lo que tengo que hacer?

—Necesito que me ayudes con un ensayo.

—¿Quieres que yo haga tu trabajo? Sí es así no...

—No, no, no, no, no —dijo Yoongi de inmediato—, no quiero que lo hagas tú, puedo hacerlo yo, pero...

—¿Pero?

—Necesito de tu ayuda con un tema, es todo —se encogió de hombros.

Jimin entrecerró los ojos, no sabía si creer en las palabras del chico que se encontraba con él, pero el pastel lo estaba convenciendo y bastante, Jimin jamás les dice sus gustos a las personas, no todos, siempre los varia, algunos son mentiras, y otros son reales, pero parecía ser que ese chico de nombre Min Yoongi sin querer le había dado algo que le encantaba, por lo tanto, se sentía con un pequeño tic que le decía que debía brindarle de su ayuda.

—Esta bien, te ayudaré —Yoongi sonrió al escuchar eso—, pero... —Yoongi dejo de sonreír al escuchar eso.

—¿Pero...? —Yoongi quería saber, no le gusta que lo condicionen, pero aceptaría, después de todo necesitaba de la ayuda de ese chico y los otros cinco.

—Sólo lo haré si me das otra de estás rebanadas de pastel.

—¿Sólo eso? —Jimin dio un asentimiento—. Esta bien, lo haré —Jimin le regalo una sonrisa.

—¿Me dirás cuando tengo que ayudarte?

—Pronto lo sabrás —dijo Yoongi mientras le regalaba un pequeño guiño a Jimin, haciendo que este elevase una ceja al verlo—. Hasta luego.

Yoongi ni siquiera espero a que el chico le respondiera, sin más salió corriendo de allí, necesitaba llegar a su próxima clase, y rápido, se le estaba haciendo algo tarde, pero estaba completamente feliz, ¡tenía asegurados a los seis chicos más amados de la escuela! Era hora de llevar a cabo su plan, ese ensayo sería el mejor de todos.

Looking For LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora