Magic Kend - Libro I: Destino [Terminado]✔

Prologo

Prologo

Fueron tiempos donde las cenizas retumbaron y la paz decaía en un pequeño reino llamado Cleriod, conflictos de guerra interrumpieron la armonía de las personas que residían en ese lugar. Enormes y malévolas bestias muy peligrosas deciden iniciar una guerra en contra de los Magestics, un grupo de soldados con poderes celestiales, responsables de mantener a salvo al pueblo y provincias cercanas en el reino, de cualquier ataque destructivo que aquellas aterradoras figuras podían provocar.

Los Deimonds, como se les llamo a estas bestias, y los Magestics, libraron incontables luchas entre sí, pero tiempo después, Darck el anciano rey de los Deimonds, enfermo y poco después falleció. Fue entonces que los Magestics embravecieron sus ataques para aprovechar esta ocasión. Estos casi ganan la batalla, pero los Deimonds tenían un as bajo la manga. Un plan donde hasta el demonio más cruel segaría sus ojos del llanto, de lo bajo y ruin, pues Curl hijo heredero de Darck, tomo el trono y la disputa por ver quien ganaba la guerra estaba cada vez peor, con daños colaterales que se volvían más devastadores al pasar los días, reduciendo la ciudad en ruinas y cenizas. Al final nada quedaba de aquel bello prado con hermosos paisajes, ni de su gente amable.

Como uno de sus actos para ganar la horrible guerra, también nombrada como la guerra de cenizas, Curl, impone a uno de sus aliados más confiables a que use sus poderes de transformación y tome apariencia humanoide para luego infiltrarse a las tropas de Magestics. Y ya iniciado el plan el Deimonds se infiltra en el grupo conformado por quinientos hombres, a la espera de órdenes de su nuevo soberano Curl.

El nuevo rey demonio ordena a sus tropas a darse por vencido para dar rienda a su plan, y para su desgraciada suerte, los Magestics ignorantes muerden el anzuelo y avanzan su paso a una victoria planificada. Esa misma noche, celebran su supuesta victoria.

Entre la niebla espesa, una serpiente se arrastra con un mensaje para el infiltrado, y es entonces que Curl ordena a su secuaz, que envenene al líder de los Magestics, y sin pensarlo dos veces el infiltrado extrae el potente veneno de la serpiente y sabotea la cena. Pudo perfectamente ubicar a la serpiente en los aposentos del líder rival, pero sería arriesgado que por error encontrasen a tal sabandija, podían luego ser descubiertos. Así que al momento de brindar por la supuesta batalla ganada el líder alza el Cádiz saciado de mortales extractos venenosos, y posterior a sus palabras de brindis bebe de la copa y enseguida cesa su cuerpo.

La desesperación presenta su horroroso rostro ante aquellos soldados frustrados por el brutal movimiento de la mano de sus enemigos. Nadie imagino que en un abrir y cerrar de ojos su sabio líder fuese apagado como el ultimo destello del ocaso dándole paso a la oscuridad de la noche, y el repugnante servidor del mal se aprovecha de la incertidumbre para emprender huida en la oscura noche.

Intrigados por lo que les depara a su pueblo y a sus propias vidas, los soldados yacen inmóviles sin saber qué acciones tomar. El líder caído antes de morir, ordeno a su joven primogénito Clark, que deje todo como esta y se lleve a sus primogénitos, y todas las personas que quedan en el reino, para formar una nueva civilización en otra región.

Desconsolado, el joven Clark, poderoso guerrero firme y líder nato cumple con las ordenes de su padre y migran en una triste caravana a caballo a un lugar más seguro. Las banderas quemadas de lo que una vez fue Cleriod se mecían con el aire en sus astas sostenidas por brazos caídos de aquellos guerreros que dieron todo, y perdieron lo mismo.

Días pasaron, y por fin se asentaron en su destino. Nombraron a sus nuevas tierras Zeltor, en honor a su antiguo rey. Inmediatamente comienzan a forjar su civilización y gracias a provincias cercanas que apoyaron a sus camaradas caídos de la antigua Cleriod, progresan sin parar.

Ya tiempo después tenían una nueva civilización más grande que la anterior, pero desafortunadamente no todo era dicha y emoción pues los Deimonds habían conformado un imperio entre las cenizas del antiguo Cleriod y otras tres civilizaciones sombras, conformando una gran región llena de devastación, caos y sombras.

Con la pérdida de su territorio no solo perdieron un pedazo de tierra, sino que su raza misma mermo por la pérdida de tantas personas tras la guerra, y gracias a la mezcla de culturas y provincias de la nueva Cleriod cada persona tenía el don de controlar alguna cualidad mágica, un don único, con el que nace cada familia de acuredo a su linaje. Estas características mágicas son consideradas la evolución de los casi extintos Magestics, aunque hay quienes les otorgan a estas personas la denigrante identidad de "impuros", por no ser lo que su antecesor.

Los Deimonds por otra parte, en su mayoría tomaron formas humanas y migraron a otras regiones, para evitar ser cazados por las provincias aliadas de Zeltor. Algunos de estos seres se repoblaron en estas regiones e incluso, algunos llegaron a asentarse y procrear en Zeltor, formando una nueva raza de seres capases de controlar la magia oscura dado el mestizaje con personas de la región, y a quienes se les llamo magos oscuros, y algunos otros con más afinidad a esta magia negra denominados "brujos".

Muchos de estos seres malignos renunciaron a sus culturas originales, Y para quedar bajo perfil tomaron formas humanas, aun así, nunca perdieron su capacidad de transformarse en Deimonds. Sin embargo, para los Magestics el mestizaje fue diferente, pues solo los de raza pura podrían manifestar a cierta edad sus alas, y para abrirlas debían volverse expertos en las magias celestiales, es decir, debía pasar por un manantial de conocimientos para tan solo abrir y dar un primer aleteo.

Entre tantos conflictos, en algún punto de esta lucha incansable, Clark desapareció sin dejar rastro alguno, se dice que murió en batalla. Del mismo modo que Clark, su esposa Margaret también desapareció en extrañas circunstancias. Dejando a sus dos hijos huérfanos, Julius su hijo mayor. No tenía grandes poderes mágicos, pero al crecer su desempeño en la academia lo llevaron a demostrar sus habilidades como líder. Y el más pequeño, Kend, el protagonista de esta historia, quien albergaba un inmenso poder que traería muchos problemas para su vida. Ver sus ojos era ver el brillo de Zeltor en todo su esplendor. Ni pensar que este pequeño fue el detonante de la catástrofe, en un principio.

Crecieron con su tía materna Natalia y su hijo Carlos. Los años pasaron hasta que Julius, hermano mayor de Kend ya en una edad si quiere llamarse "aceptable", tomo el poder y formo una nación constituida por leyes, transformando su región en un país desarrollado, mientras Kend, aun pequeño, paso a manos de los cuidados de su tía materna Natalia, quien en algún momento fue sabia del rey Zeltor, y quien se iba a hacer cargo de sus cuidados y formación académica de manera particular, pues por alguna razón, querían ocultarle al mundo este poder inmenso. La intención de la familia y del consejo era ocultar sus poderes hasta que cumpliese su mayoría de edad y así pueda tomar el poder de la nación. Todo apuntaba a su protección.

En el territorio solo quedan pocos magestics de raza pura contados apenas con las manos, estos son: Los dos generales mayores a cargo de la policía y ejército de Zeltor Federic y Gabriel respectivamente, quienes forman parte del consejo legislativo de la nación. Quedando así en las manos de Kend y estos hombres la responsabilidad de repoblar a los Magestics, y velar por un futuro próspero para su pueblo.

Kend está cada vez más motivado a investigar los misterios que rondan en su vida, pues sabe que tras la familia Maggers han de esconderse sombras. Pero tan solo con imaginar el peso que en poco tiempo tendrá entre manos, tan solo con imaginarse el poder que tienes en su interior, un poder que cada vez se hace más latente, es inimaginable para él, y ese sentimiento de incertidumbre se vuelve abrumadoramente aterrador con el paso del tiempo.

Tras un largo encierro junto al velo protector de su tía, Kend se prepara para salir al fin de su jaula, sin imaginarse que vivió tras una venda toda su vida, y que, así como en algún momento fue el detonante de una nefasta guerra, también será su destino terminar con ella.