SONRISAS TONTAS torcidas en los labios de la kook y su fiel pogue. Pequeñas risitas se deslizaron por sus labios cuando el chico apretó su agarre en sus piernas mientras la cargaba sobre su espalda. Un sentimiento de felicidad corrió por sus venas, los efectos de las múltiples cervezas que tomaron finalmente se hicieron sentir. Un aire tranquilo de verano sopló a través de la playa vacía, creando una brisa agradable que bañó a los dos adolescentes zumbados.
El chico en broma hizo el movimiento de soltarla de su agarre, Kennedy soltó un pequeño chillido por el movimiento, envolviendo aún más sus brazos alrededor del cuello del chico, temiendo un poco que realmente la dejara caer. El rubio solo se rió para sí mismo, pero pronto sintió que su aire estaba siendo constreñido por el fuerte agarre del enigma de Outer Banks. —Sunshine, me estás asfixiando.
La chica se burló de las palabras, pero sin embargo disminuyó su agarre. —Lamento haber estado tratando de evitar caerme, no gracias a ti.
—¿De verdad crees que te dejaría caer? Nunca lo haría —remarcó, haciendo que la chica en su espalda pusiera los ojos en blanco, pero su diversión aumentó cuando habló de nuevo—. Todo lo que escucharía son quejas sobre cuánto te duele el trasero y cómo nunca me perdonarás.
Kennedy en fingida ofensa, apoyando la barbilla en su brazo, murmurando en él. —Yo no lo haría.
El chico se rió entre dientes levemente. —Sí, está bien Kenn, claro.
—Cállate, JJ —bromeó Kennedy, apoyando su cabeza sobre la de él. Los dos cayeron en un silencio tranquilo cuando JJ comenzó a caminar penosamente por el agua mientras los paseaba por la playa—. ¿Qué haremos esta noche?
—¿Qué, esto no te está entreteniendo lo suficiente, Sunshine? —cuestionó el rubio, y pronto la subió más arriba de su espalda, para tener un mejor agarre en sus piernas—. Puedo mezclar las cosas y tirarte al agua si quieres más emoción.
La chica se quedó sin aliento levemente ante la idea, sus ojos se convirtieron en rendijas burlonas. —Haz eso Maybank y te llevaré conmigo.
