II

68 11 1
                                    

𝚂𝚎𝚐𝚞𝚗𝚍𝚊 𝚌𝚊𝚛𝚝𝚊.

"¿Sabes Woongie? Es increíble. Han pasado seis largos y duros años en los que no he podido superarte.

Pero no es tan malo.

Mi corazón se siente tranquilo, escribiendo con amor cada palabra que luego será hecha cenizas.

Siempre tuve aquel presentimiento que cuando las cartas eran quemadas, más puras y limpias llegaban al cielo. Un portal, una puerta que me conectaba directamente contigo.

Sé que estás feliz, porque cada vez que pienso en ti, pese a que me duele, mi corazón no deja de latir como siempre lo hizo con tu presencia. De lo contrario, si estuvieses triste, mi vida estaría entregada a tus manos.

Pero sé que tu deseo no es verme partir tan pronto. Por algo sucedieron las cosas y respeto la decisión del destino.

Aún soy joven, lo sé perfectamente, pero decidí terminar mis días como un lobo solitario, viviendo feliz, amando tus recuerdos.

Intenté tener algo con más personas. ¡Pero no te sientas celoso! Nada funcionó. Intenté ser feliz, tratando de superarte, amando solamente tu recuerdo para vivir en paz conmigo y con el resto del mundo.

Pero definitivamente mi destino no era estar con alguien más que no fuese tú, Hwanwoong.

Nadie podía superar tus dulces palabras, tus suaves besos y tu prepotente pero tierna personalidad.

Simplemente, nadie eras tú o era mejor de lo que fuiste.

Todos estaban destinados a alguien y era claro que ellos no me merecían, así como nadie más te merecía a ti.

Solamente tú me pertenecías y yo era completamente tuyo.

No podía interferir en el camino y la felicidad de alguien más, así que simplemente escondí mis manos en mi chaleco y negué con la cabeza.

¿Recuerdas aquellas historias que te contaba? ¿Sobre la de amantes eternos que se juraban amor y lucharían por reencontrarse en sus próximas vidas? Bueno, nuestra bonita historia no es tan diferente.

Tu tiempo a mi lado acabó en esta vida, quedando solamente yo bajo la sombra de los frondosos y hermosos árboles.

Sí, ambos sabíamos que quien quedase vivo en la tierra tendría derecho y orgullo de hacer lo que quisiera por el resto de esta hasta revivir para reencontrarse con su alma gemela. Nuestro amor era tan sincero que llegamos hasta este punto.

Pero Woongie, no te enojes conmigo por la decisión que tomé.

Decidí quedarme.

Quedarme a esperar tu regreso, esperando con paciencia a que mi tiempo en esta vida también culminé para poder seguirte y encontrarte.

Recuerdo que la última vez que hablamos, una noche antes de que una de muchas tragedias ocurriesen. Te prometí bajo las estrellas, la diosa luna y todo el jodido universo que volveríamos a encontrarnos en un cálido día de verano, en una gran fuente frente a una plaza llena de gente, donde nos reconoceríamos entre la multitud gracias a nuestros anillos de gemas zafiro.

Sí, el anillo de bodas aún lo conservo entre mis manos y le dejo un casto beso pensando en ti antes de cerrar los ojos para esperar un nuevo día.

Mi tierno esposo...

Te imagino entre un bonito y tierno prado de flores púrpuras, unas que combinan con tu hermosa y radiante sonrisa, jugando como si fueses un pequeño niño.

For a Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora