VII

43 10 19
                                    

Séptima carta.

Cuando ví mis cartas volverse cenizas, sentí una fuerte opresión en el pecho y nuevas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos. 

Estaba feliz, mi corazón se sentía feliz, finalmente todas las emociones que había descargado durante años se fueron libres.

Ya no sentía ninguna presencia cerca de mi. Me dediqué a observar nuevamente el paisaje, recogiendo mis cosas, exceptuando las velas aún encendidas.

—Nos vemos—Dije al aire y al silencio antes de levantarme del lugar.

Ni bien había terminado de llegar a casa, cuando ya estaba recibiendo la llamada de alguien. Debía admitirlo, el día estaba pintado por un cielo despejado y hermoso. Definitivamente era una señal para mí, no pude abandonarlo tan rápido.

Probablemente eso había desesperado a mi amigo.

—¿Si?—Fue lo primero que dije al tener el aparato pegado a mi oreja.

—¿Qué clase de maldito hechizo me lanzaste Kim?—Escuché las quejas de Seoho, acompañadas por sollozos—Eres un idiota—Le escuché decir mientras se sonaba la nariz.

—¿Cómo te fue? ¿Hablaste con Geonhak?—Seoho suspiró.

Sí. S-Salió... Todo salió muy bien a decir verdad, aunque fue muy complicado decir en voz alta lo que estaba pensando... Si pude, Hyung.

—Bien hecho—Le felicité.

Hyung...

—Dime.

Al final... Si pasó todo como me lo dijiste—Confesó, comenzando a sollozar otra vezT-Tenía mis dudas, ¿sabes?—Seoho rió amargamente, volviendo a sonarse la nariz para poder hablar correctamente. Alcé la mirada, viendo por la ventana el mismo cielo poderoso que me venía acompañando desde temprano Q-Quise cegarme... De que algo verdaderamente pasara. Y maldita sea, fue tal como tú me lo dijiste, Youngjo—Una pequeña sonrisa surcó mis labios al ver la pequeña emoción que el chico de cabellos naranjas quería tratar de ocultar—Tenía tanto miedo... Que no me dí cuenta que todo estaba fluyendo con total libertad, me sentía capaz de hacerlo, de hacer las cosas que no me podía por miedo a perder todo, como cuando perdí a Keonhee.

—¿Geonhak fue brusco?—Me animé a preguntar.

A-Al principio—Suspiré—¿Pero sabes? Creo que eso era a lo que más le temía... No quería que nuestra amistad de toda la vida se acabara, pero toda la incomodidad entre nosotros debía de parar antes de que se hicieran cosas de las cuales nos arrepentiriamos... Geonhak acaba de irse, estuvimos hablando un poco más para tratar de cerrar las cosas por hoy, así que supuse que era un buen momento, no sé, quizás para terminar de desahogarme.

—No te preocupes, soy todo oídos. Recién vengo llegando de... Nuestro pequeño lugar.

Oh—Soltó—¿Justo ahora?

—Si, justo ahora—Dije—Seoho—Le llamé—Pueden que los años hayan pasado... Pero esa conexión sigue patente entre nosotros. Nuestro mundo y el de ellos... Nunca perdió realmente su contacto, tan solo quedó dormida después de la Guerra.

Después de la Guerra...—Murmuró.

—Lo que pasó justo ahora es solo una señal, Seoho—Podía imaginarme la asustada expresión de sus ojos, por eso, simplemente volví a adornar mi rostro con otra pequeño sonrisa—Ellos...

For a Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora