IV

45 10 3
                                    

𝙲𝚞𝚊𝚛𝚝𝚊 𝚌𝚊𝚛𝚝𝚊.

Hoy era el día, finalmente Seoho estaba decidido a hablarle a Geonhak sobre la situación emocional entre ambos.

¿Geonhak solo había utilizado a Dongju? ¿Dongju fue verdaderamente la víctima de todos los sentimientos de Geonhak?

Bueno, eso solo lo sabré cuando Seoho vuelva a llamarme. Ahorita son las diez de la mañana, me encuentro justamente frente a la vista marina, contemplando el panorama pese al frío clima.

¿Seoho tenía que hacer las cosas tan tarde? Mientras yo observaba el sol, el chico de seguro observaba el cielo oscuro.

—Buenos días, Hwanwoong, Keonhee—Saludé al aire, dejando la mochila en el suelo para tomar las cartas entre mis manos—Hoy tengo un regalo especial para ustedes, es también un regalo por parte de Seoho. De seguro ustedes ya sabrán lo que estamos planeando hoy aquí, pero siempre es bueno recalcarlo, ¿verdad? Puede que tome un tiempo, así que por favor pónganse cómodos.

Coloqué una pequeña manta y algunos cojines a los pies de un gran árbol que me permitía ver de manera pacífica toda la costa, solté un gran suspiró cuando me senté. Mi mirar se detuvo por unos momentos en la arena, viendo pequeños, pero nítidos recuerdos de cuando todos juntos jugábamos en dicho lugar hace unos años.

Mis manos que jugaban con las cartas, fueron a parar nuevamente en mi mochila, sacando no solamente dos velas de dulce aroma, si no también un encendedor de color verde.

—Keonhee, Seoho necesita de tu ayuda en estos momentos—Hablé, encendiendo las velas con mucho cuidado—En su nombre, voy a leer las cartas que escribió para ti durante su estadía en el país, justo ahora debe sentirse muy nervioso porque está luchando solo, está por hablar con alguien sobre sus sentimientos. Tú y yo sabemos cómo terminará esto si no intervenimos—Junté mis manos, dando tres leves aplausos mientras mantenía mis ojos cerrados—Ayúdalo a mantener la calma, Keonhee, es todo lo que Seoho necesita por ahora...—Abrí los ojos, volviendo a mirar las blancas nubes sobre mi—Hwanwoong, por favor no te sientas celoso—Reí levemente, comenzando a leer la primera carta para Keonhee, la cuarta que sería enviada al mundo santo.

"Esta primera carta qué voy a escribir para ti te dirá exactamente todo lo qué pensé, el día qué tuve qué decirte adiós y no pude explicarte bien con palabras, todo lo que tenía que decirte, me costó tanto en ese momento y no tenía el suficiente valor para aceptar tú partida, ojalá con esta primera carta puedas entender un poco lo qué quise decirte y todo lo qué a pasado luego de ese día.

•••

Y llegó el momento...

El momento en el que sabía que tendría que pasar, demasiado rápido diría yo, duele y duele mucho, no te imaginas cuánto. Desde el inicio esto fue diferente, el decir cada palabra implicaba tantas cosas, aún recuerdo esa primera vez que se pronunció la palabra te amo, realmente decía las cosas que sentía del corazón, fue maravilloso...

Te quiero, te amo, te extraño, te necesito...

Ahora son palabras que ya nunca más te podré decir, no olvidaré jamás ninguno de nuestros encuentros, las cosas bizarras que nos pasaron, las conversaciones, las citas nocturnas, nuestro efecto... Nuestras canciones... El calor de tus manos, tú roce, tú aroma, tu cabellos, tus ojos y tú sonrisa esas dos cosas qué eran la razón de sentirme tan afortunado, nuestros hijos.

Tenía claro que esto pasaría, recuerdo cuando te dije que el amor duele y mucho pero qué bien valía la pena... He aquí una vez más, eso se está comprobado, lamento haber llegado tarde a tú vida, a veces las cosas pasan sin planearlas, sin ni siquiera haberlas imaginado... Nunca lo dije pero

For a Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora