Ocho

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Elizabeth

Ya se estaba haciendo costumbre despertar de esta manera, mi cuerpo se sentía pesado por el brazo de Jungkook rodeando mi cintura, sin mencionar la erección que se sentía en mi trasero. Me removí un poco lo escuché quejarse.

—Vuelve a dormir

—¿Qué haces en mi habitación?

—Dormir, dejar de moverte que empeoras todo allá abajo.

—¿De dónde sacas llave de mi habitación? ¿ Y a qué horas te metes a mi cama?

—Tienes el sueño muy pesado Elizabeth, además de te olvida que soy tu jefe, puedo conseguir la llave cuando quiera.

Me gire molesta a verlo.

—Precisamente porque eres mi jefe no debes de meterte a mi habitación cuando se te da la gana

—¿Estás molesta?

Me levanté y me subí en su bulto, le tome las manos colocándola en mis caderas.

—No estoy molesta, me preocupa los problemas que podamos tener, por más permiso que tengas, nos arriesgas mucho.

—No puedo hablar de un tema de este estilo si estás sobre de mi.

—Entonces me bajo

Intente bajarme, pero me volvió a sentar, se sentó para tomarme por la nuca y besarme, inicio con besos lentos en el cuello, odiaba que hiciera eso porque me domina al instante en esa parte.

—Hablo enserio —dio un pequeño mordisco arrancándome un suspiro —deja de entrar a mi habitación por las madrugadas.

—Hablare con el manager de esto, si es lo que te preocupa, depende de lo que diga el, veremos cual es la mejor solución para tu precario problema.

Jale de su cabello para alejarlo de mi

—¿Mi problema?

—Eres la única preocupada por esto, asi que si, tu problema.

Volvió a besarme el cuello, yo cierre los ojos, se me olvido que mas iba a reclamarle, levanto un poco mi cuerpo, sentí que se movía para hacer un lado lo que le estorbara para meterse en mi. Sin dejar de atender mi cuello, sentí la punta húmeda de su grueso miembro rozar mi mojada entrepierna.

—¿Quieres negociar los términos de quien dormirá en la cama de quien?

Negue con la cabeza, el me bajo para penetrarme, fui quitando la parte de arriba de mi pijama. Moví las caderas en círculos de manera rápida, sabia como dominar mi cadera, asi que el solo mordía sus labios al sentir la presión dentro mío, su respiración fue en aumento, sabía que se correría rápido.

—Si terminas antes que yo, decidiré los términos.

Dicho esto no se pudo contener, dejo caer su cuerpo en la espalda, gruñendo mientras me llenaba con un delicioso orgasmo.

—Eso fue trampa. 

 

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Make up/ libro #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora