Elizabeth siempre deseó poder trabajar en el ámbito de la farándula, demostrando lo talentosa que es para el maquillaje, su gran oportunidad se presentó con el grupo de K-Pop más grande de la industria, lo que ella no sabía era que uno de los miembr...
—¡Bien chicos retoque y continuamos con el tiraje!
El director nos mandó a todos a checar el maquillaje, Elizabeth estaba secando el sudor de Taehyung que la miraba divertido porque se paraba de puntitas para alcanzarle el rostro, ella funcrio el ceño y lo jalo de la corbata del traje hacia ella, haciendo que Taehyung abriera los ojos de par en par.
—Deja de moverte, eres muy inquieto Tae
¿Desde cuándo le llama Tae?
—Perdon, es divertido verte molesta
¿Y el desde cuándo es tan amigable?
Me metí en medio de los dos, ella me jalo y me sentó aun lado.
—Deja termino con el, espera
Le acomodo el cabello y puso bálsamo nada más, quitando el exceso de brillo del rostro de Taehyung.
—Listo, ahora es tu turno Jk.
Me pasó las toallitas por el rostro, cuando hacía su trabajo no titubeaba, siempre lo hacía perfecto y sin errores.
—Ya no maquilles a los demás
—¿Disculpa?
—Lo que escuchaste, ya no maquilles a los otros, solo atiéndeme a mi.
—Creo que se te olvida mi puesto de trabajo —
Miro a su alrededor, subió su rodilla en medio de mis piernas sin frotar demasiado pero aún así la pequeña fricción fue suficiente para mí.
—No atiendo a nadie más que a ti, de esta manera, no debes preocuparte.
Paso un poco de polvo por mi rostro y acomodo el cabello.
—Tengo lencería nueva, pero si estás con esos berrinches tal vez la guarde.
—¡Bien chicos últimas tomas!
Se alejo de mi para irse a acomodar su equipo de maquillaje, como si no acabará de provocarme una incómoda erección.
La perdí de vista durante el último tiraje, después de cambiarme, estuve buscándola por la empresa, fue un rato hasta que la encontré, la vi con uno de staff, este estaba de pie apenado, Elizabeth solo se disculpaba.
—Perdón pero tengo que rechazar tu oferta de ir a comer.
—Solo como amigos, aunque en verdad me gustas.
—¿otro día quizás?
—Sera otro día entonces.
Ella se despidió, yo me puse contra la pared, para cuando ella paso la jale hacia mi.
—¿Otro día será?
—Solo me invitó a comer.
—Esta plática seguirá en mi estudio.
Debemos dejar en claro las cosas
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