⏳ Capítulo 37 ⏳

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Hace algunos años, Jimin descubrió su pasión por el baile y se inscribió a diferentes cursos y a dos academias, esto con tal de mejorar sus habilidades y convertirse en un bailarín profesional.

Sus profesores siempre lo felicitaban por ser un buen alumno y por su dedicación; lo ponían de ejemplo ante los demás estudiantes y en todas las presentaciones que realizaban, él siempre era el bailarín principal.

Jimin sabía que toda la atención que recibía por parte de sus profesores, nunca era bien vista por la mayoría de sus compañeros, sobre todo por aquellos que pertenecían a una clase social más baja que él, ya que éstos atribuían todos los halagos y privilegios que el castaño recibía, a su estatus social y poder económico de sus padres, y no a sus habilidades como bailarín.

La mayoría de sus compañeros que pertenecían a su misma clase social, y que también asistían a las clases de baile, estaban ahí porque sus padres los habían obligado a ir, así que a ellos poco les importaba sobresalir o que Jimin lo hiciera, además, conocían al castaño y sus habilidades, por lo que no les extrañaba que fuera alabado por sus profesores, pero el resto que no lo conocía y que se dejaba guiar por su posición económica, no podían creer que el castaño fuera el favorito de sus profesores sólo por ser un buen bailarín, así que por eso lo veían con malos ojos y muchas veces lo trataban con desprecio o con hipocresía.

El castaño se acostumbró a que eso pasara siempre, por lo que no le extrañó que en la última academia en la que estuvo sucediera lo mismo, sin embargo, en ese lugar ocurrió algo más, algo que provocó que Jimin se olvidara por completo de su sueño de ser un bailarín profesional.

En esa academia, había un chico que llamó la atención de Jimin desde el primer momento en que lo vio, y con el paso del tiempo, le terminó por gustar. Aquel chico tenía una personalidad muy sería, era bastante varonil y se veía seguro de si mismo, además, era un excelente bailarín; a pesar de que ese chico nunca le prestó la más mínima atención a Jimin, el castaño no podía dejar de verlo y suspirar por él, lo veía como alguien inalcanzable, a pesar de que el chico no era de su mismo estatus social.

Una tarde, mientras Jimin observaba al chico que le gustaba, realizar una de las rutinas que aprendieron en clases, otro chico se le acercó, se sentó a su lado y comenzó a platicar con él; aquello le pareció extraño, porque nadie que no fuera conocido suyo le hablaba, pero el chico le habló con amabilidad y se veía agradable, así que Jimin le siguió la conversación.

Conforme el tiempo pasó, Jimin y ese otro compañero de la academia continuaron hablando y empezaron a hacerse cercanos, al punto de que una tarde, su compañero le preguntó si aquel chico al que tanto miraba durante las clases le gustaba, y Jimin le confesó que así era.

Su compañero se emocionó bastante y le dijo que él era amigo de ese otro chico, así que podía ayudarlo para que le hablara. Y fue así que tiempo después, Jimin se hizo novio del chico que le gustaba.

El castaño estaba muy contento con su relación; aunque su novio no era la persona más romántica del mundo, lo invitaba a muchas citas y lo trataba bien. Se sentía muy enamorado e ilusionado, ese chico era su primer novio, su primer beso, la primera persona que le interesaba de forma romántica; se sentía en las nubes, como si estuviera en un sueño del cual no quería despertar.

Todo iba perfectamente bien, pero un día, su novio le pidió que avanzaran más en su relación; Jimin no entendía a qué se refería, hasta que el chico fue más directo con él y le pidió que tuvieran sexo.

Al principio, Jimin no estaba seguro de hacer aquello, porque él nunca había estado de esa forma con nadie, pero quería mucho a aquel chico, sentía que lo amaba, así que aceptó.

El Novio Perfecto -Yoontae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora