⏳ Capítulo 33 ⏳

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—Jungkookie, quiero pedirte un favor.

—¿Qué pasa Hobi?

—Necesito que me cubras en la academia este sábado.

—¿Y eso?

—Es que Hyejin tiene libre ese día, entonces la quiero invitar a salir.

—Ya veo— dijo el menor con una sonrisa pícara que hizo sonrojar al mayor —No te preocupes, con todo gusto te cubro ese día, pero me cuentas todos los detalles de tu cita ¿Si?

—Eso no pasará ni en tus sueños.

—¡Por favor hyung! ¡No seas malo!

—No.

—¡Por favor!

—Te dije que no ¡Y ya suéltame!

El menor empezó a molestar a Hoseok ante su negativa y ambos terminaron en una guerra de cosquillas.

El día sábado Jungkook se levantó muy temprano para prepararse y asistir a la academia, tal como había acordado con Hoseok.

Como ese día sólo debían repasar algunas rutinas, las clases transcurrieron con tranquilidad.

Al finalizar con la última clase, el menor esperó a que los alumnos se marcharan y comenzó a guardar sus cosas para dirigirse a los vestidores y darse una rápida ducha, sin embargo, cuando iba de camino se dio cuenta que aún había un alumno en el salón, el cual parecía estar practicando algunos pasos, así que se acercó a él.

—¿Park?

El mencionado se volteó rápidamente al escuchar la voz del menor.

—Instructor Jeon, lo siento, ya estoy por irme— respondió el castaño con pena.

—No me molesta que estés aquí, sólo que pensé que ya todos los alumnos se habían ido.

—Sí, e-es q-que… quería practicar algunos pasos.

—¿Qué es lo que estás practicando? Porque, por lo que vi en la clase de hoy, hiciste una rutina perfecta.

—G-Gracias— respondió el castaño con un leve sonrojo —Lo que pasa es que Hoseok me mostró parte de la coreografía con la que piensan participar y pues… estoy tratando de hacer los pasos.

—La coreografía aún no está terminada, pero pronto empezaremos a trabajar en ello.

—Eso mismo me comentó Hoseok, pero lo poco que llevan es excelente y bueno… estaba tratando de hacerla.

—¿Y qué tal?

—Pues… más o menos, aún no me salen bien varios pasos.

—¿Quieres mostrarme? Así quizá podría ayudarte con eso.

—Oh bueno… y-yo…

—Perdón por ser tan entrometido, si no quieres está bien, lo entiendo— se disculpó el menor sintiéndose avergonzado.

—¡N-no! No pienso que sea un entrometido, es sólo que… me da mucha vergüenza bailar frente a usted.

—¿Por qué? Se supone que vas a hacerlo ante varias personas el día de la competencia.

—Pero ese día lo haremos en grupo, además, usted es uno de mis instructores y sería muy vergonzoso que vea lo mal que hago esa rutina.

—Pues quien mejor que yo que soy tu instructor y una de las personas con las que participaras en ese concurso, para verte bailar y ayudarte a que lo hagas mejor.

El Novio Perfecto -Yoontae-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora