Los dos Príncipes. [Part 1]

50. ⚜️ El Miedo ⚜️

Adrien

Soy las 3 de la mañana, sigo sin dormir. Harald solo trataba de protegerme y yo lo alejaba. Confío en él, es mi persona favorita y la única que me entiende, la persona que esta ahí para mí preocupándose en cada momento, la que me hace reír y llorar de felicidad. Me hace sentir tantas cosas, me siento tan protegido cuando estoy a su lado y yo lo único que hice fue alejarlo de mis sentimientos y emociones. Es sólo que siempre eh estado sólo cuando se trata de mis problemas, no los compartía con nadie porque no me gustaba, odio que las demás personas sepan lo que me esta pasando y más cuando sepan que estoy sufriendo, prefiero sufrir solo sin que nadie se preocupe por unos problemas de mierda como los míos.

Pero

Ahora tengo a Harald en mi vida, es mi novio, la persona que puedo contar para lo que sea, la que siempre estará para mí a pesar de todo. Él es una persona increíble, muy cariñosa, es amado por todos, me protege y no le cuesta hablar conmigo porque confía en mí. Cosa que yo debería de hacer también con él, yo confío en él, lo hago. A veces solo pienso que no lo merezco, él es demasiado perfecto como para tener a una mierda como yo.

Tomé de nuevo la almohada, la confidente de todos mis gritos y lloros en silencio.

Soy un estúpido. Debería ir a hablarle y decirle que lo siento. Ser más abierto con mis sentimientos y contarle lo que me pasa porque ahora lo tengo a él y pienso cambiar mi actitud por él, porque...lo amo, lo amo y no quiero perderlo.

No lo quiero perder por mi estupidez.

Iré a su habitación y le hablaré, ahora.

No me importa que sean las 3 de la mañana, solo quiero hablar con él.

Me levanté de la cama y empecé a caminar descalzo hacia la puerta. Mis pies se sentían congelados pero no me importaba.

La abrí con la intención de salir pero mi chico con unos ojos hinchados y rojos estaba detrás de la puerta. Le vi directamente a esos ojos color azules, esos hermosos ojos que ahora estaban teñidos de un color rojo.

Nos quedamos ahí parados unos segundos que parecían minutos sin decir nada. Sólo viéndonos fijamente en la oscuridad de la noche. 

No aguanté más y...

Lo abracé y él recibió mi abrazo.

-Lo siento, lo siento, lo siento mucho, soy un estúpido.-

-No, no lo eres, yo lo siento, no debí presionarte.-

-Prometo contarte todo de ahora en adelante.-

-Sólo quiero que sepas que ahora no estas sólo, me tienes a mí y no tienes que llevar todos los problemas tu solo, podemos resolverlos juntos.-

-Lo sé, lo sé, prometo de ahora en adelante ser más abierto con las cosas que me pasa.-

-Y yo prometo estar contigo apoyándote o ayudándote en cualquier cosa que pase.-