Cuenta regresiva
Athenea—Te entrego este anillo como muestra de mi amor por ti.
Sujeta mi mano y desliza la argolla de estilo antiguo bañada en oro por mi dedo.
—Frente a nuestros padres, familiares, amigos y en presencia de la entidad a la que servimos con obediencia y devoción. Juro ser tu compañero de vida, apoyarte en tus logros y metas.
No respondo me mantengo en silencio, ninguna emoción se apodera del órgano vital ubicado en mi pecho. El sabe que si hago esto es por presión y despecho.
—Prometo serte fiel, cuidarte y amarte igual que el primer día por el resto de nuestras vidas ...
Y con eso el trato se cierra. Sonrisas y aplausos llenan el salón donde colocaban las cadenas que me ataran a ese bastardo.
🥀
—Despierta.
Lucho contra mi impulso de abrir los ojos, se que aún es de madrugada y mi cerebro me envía la orden de querer seguir durmiendo.
—¡Athenea! —Aplican presión en mi muñeca— ¡Despierta, carajo! ¿Con que estabas soñando?
Medio entre abro los ojos y guío mi mirada al apretón que siento, la mano de Javier me sostiene con fuerza de la muñeca.
—Suéltame —digo calmada.
Acabo de despertar y no tengo ganas de discutir con él.
—¿Con que soñabas o quien? —sus ojos demuestran la rabia que tiene atravesada— ¡Habla!
—No jodas, Javier —me suelto de su agarre y salgo con furia de la cama— déjame en paz, ¿Será que eso sí puedes hacer bien?
—Athenea, soy tu marido y me debes respeto.
—Yo no te debo nada.
—Deja esa actitud de niña caprichosa, sabes que la detesto.
—Si me detestas entonces dame el divorcio, te lo he pedido desde hace dos años y siempre te niegas.
—Y nunca lo tendrás, estamos unidos de por vida.
—Entonces no te quejes.
Ignoro lo que vocifera Javier mientras busco un abrigo, esa maldita pesadilla me atormenta desde que me negó el divorcio.
Quiere una esposa que mostrar, presumir que posee a la mujer más codiciada de la central de Londres, gritar a los cuatro vientos que soy su mujer, que tendrá un hijo con uno de los apellidos más importantes de la pirámide de la FAME.
Javier es un ser despreciable.
Reviso el reloj de oro rosado que traigo en la muñeca, faltan dos horas para la primera luz del día.
Hoy al alba se deben concretar los planes para desmantelar la red de prostitución de los PETROVA por lo que decido irme a la central para evitar más enfrentamientos con Javier que me llevaran al limite de descargar mi arma contra su cráneo.
—¿A dónde irás?
Pregunta cruzado de brazos, en el marco de la puerta de la habitación.
—Al comando.
—¿Esperas que te crea?
—¿Tu crees que me importa? —contraataco.
—No me hagas enojar Athenea— sostiene el puente de su nariz intentando controlarse, bufo desviando la mirada— puedo ser muy paciente, pero todos tienen un limite y tú estás rebasando el mío.
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Amores destructivos #1 [Trilogía Destrucción]
Romance"Cuando el destino se enreda, depende de nosotros volver al camino correcto" Sin duda alguna se puede afirmar que Jonathan Cromwell fue la calma y la tormenta de Athenea Armstrong. Esa persona capaz de reconstruirte y destruirte al mismo tiempo. Dos...