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Retrospectiva
Athenea

Conduzco hasta el comando londinense de la Fuerza de Ataque Militar Estratégico (FAME), la entidad militar a la pertenezco desde el vientre de mi madre.

Vanesa Harrison es una mujer sumamente conocida en la FAME por sus logros científicos y militares. Dentro de la milicia, su lucha se dio en gran medida hacia los grupos que comercializan ilegalmente armamento nuclear, destituyó a la mayor red de tráfico y en esa misión conoció a mi padre: Dorian Armstrong, con el que se unió en matrimonio y resultado de ese amor engendraron dos hijos: a mi hermano mayor y a mí.

Jeremy Armstrong es el mejor hermano menor que pude tener, comparte facciones muy parecidas a las de mi padre, así como el color verde distintivo de los Armstrong en los ojos y nuestra única diferencia notable es el carácter.

Mi querido hermano es un ser bondadoso, amable, cariñoso y noble; al contrario de mí, yo todas esas cualidades ya que me parecen una completa ridiculez.

—Permítame su identificación por favor —me pide el soldado encargado de supervisar el personal que entra al comando— coloque las huellas en el lector y su retina.

Sigo los pasos meticulosamente.

El comando de la FAME de Londres, está constituido por un edificio E con dos alas dónde funcionan las oficinas y varios edificios con habitaciones que son entregadas por orden de cargos y separados en géneros; aunque aquellos esposos, prometidos o parejas que lleven más de tres años juntas pueden acceder a los dormitorios compartidos.

Debido a todos los soldados que albergan estas instalaciones día a día se toman medidas de seguridad tan extremas, se debe impedir el acceso de intrusos a la cede.

—Disculpe las molestias, Teniente coronel Armstrong —el portón se abre— tenga buena semana.

Me dirijo hasta el lugar indicado con mi nombre, apagó el motor del coche en el estacionamiento y todas las emociones se acumulan en mi pecho.

Golpeo repetidas veces el volante con mi puño.

Javier me sofoca y la rabia me invade de solo pensar que deshacerme de él me será muy difícil. Estoy cansada y si no fuera por el amor que siento a mi profesión dejaría todo y me haría pasar por muerta en un intento de terminar con esta angustia.

—Pareces más desequilibrada de lo que ya estas.

Escucho una voz proveniente de fuera y recobro la compostura.

—William… hola…

Le digo a mi amigo mientras bajo la ventana. Me dedica una angelical sonrisa que provoca se le iluminen los ojos resaltando ese notable color avellana que poseen.

—Athe —utiliza el apodo por el que me llaman— ¿Me quieres contar?

—Lo mismo de siempre —le digo resignada— Javier se niega rotundamente a firmar el divorcio y ya me cansé.

—Lleva dos años aferrándose a su matrimonio, no entiendo a qué se debe tanta persistencia.

—Existe un acuerdo —confieso— presiento que es por eso, aunque no estoy segura.

William me mira completamente extrañado, se que no comprende lo que digo y es entendible ya que es un acuerdo confidencial que solo conocen las dos familias implicadas.

—Si existe un heredero que porte los apellidos Lennon y Armstrong, sus progenitores reciben por igual la suma de tres millones de dólares —bufo— es una compensación por proporcionar la continuación del legado en la pirámide de la FAME de las dos familias.

Amores destructivos #1 [Trilogía Destrucción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora