Capitulo siete: Solo intentaba ayudar

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Narra: Noah.

Estaba consciente del daño que le había causado. Crei que podría controlar la situación, pero todo esto seme salió de las manos. Ella continuaba allí, en un profundo silencio.

Como si hubiese tomado un voto de silencio para no hablar jamás con respecto ah sus sentimientos.

–¿Porqué siempre haces lo mismo?. ¿Porqué conviertes cada momento en un completo infierno?.

–Solo intentaba ayudar–solo deseaba que estuviera bien.

Pero habeses hacemos cosas que pensamos que le sea un bien ah los demás. Cuando la verdad, es que solo causas que el odio y el dolor de esa persona así ti. Aumente aún más.

–Ya basta de estupideces. Esto no es un juego.

–¿Y tú me culpas de ello?.

Ella lo quiso de esta manera. O por lo menos, esa fue la imagen que transmitío. Si, no soy para nada inocente de lo que ocurrio. De todo el dolor por el que pasó, pero si vamos ah valorar esa situación. Debemos añadir que ella también tuvo culpa de lo que ocurrió. No hablo cuando debía hacerlo.

Quiso que esto sólo fuera algo sexual. Sin nada de sentimientos, coño. Que realmente lo intente, pero no se trata de elegir ah quien amar. Si es verdad que te puedes alejar de la persona que amas.

Y amarla apesar de la distancia, pero debemos tener en cuánta. Que hay veces que no puedes dejar de amar esa persona, se que soy el carbón que rompió su corazón. ¿Pero que pasa con migo?. ¿Con lo que yo sentí o llegue ah sentir en ese momento?.

Ella tan hermosa he impulsiva, superando las barreras de mi moral. Porqué no fue algo que plane, simplemente paso. Un error que nunca debí cometer, ya que la única perjudicada fue ella. Y nunca me perdonaré por lo saber antes sus sentimientos. Ya que si los hubiese sabido, nada de esto hubiese ocurrido.

–Fuiste tu la que no fue sincera con sus sentimientos–le recuerdo lo que ocurrió hace años.

Melodí es una persona muy importante en mi vida, estuvo para mi cuando nadie lo estuvo. Y ahora me odia, y yo me odio por todo lo que permiti que sucediera.

–Eso no es cierto–me asegura con sus ojos cristalizados.

–Sabes perfectamente que si lo es.

*Flash*

6 años atrás.

Suelta y largo y grueso miembros. Con lentitud sube hasta mis labios.

–¿Que estamos asiendo?–le pregunto acostado en mis brazos desnudos.

Y viéndola directamente ah los ojos.

–¿Que crees tú que hacemos?–con sus tibias y pequeñas manos acaricia mi pecho.

Sus cenos se encontraban desnudos delante de mis ojos. Volviéndome la boca agua.

–Hazlo–me pide con picardía.

–¿Hago que?–yo me siento un poco.

Ella toma mi rostro en sus manos. Y con rapidez, toma mi labio inferior en sus dientes y lo jala.

–No tienes porqué preocuparte. Somos solo amigos, es una ecuación sin sentimientos. Solo sexo–toma mi mano derecha y introduzco dos dedos en su vagina.

Mi corazón amaba sin duda alguna. Ah Lina, pero había algo en Melodí que simplemente me jodía.

Me acerco a su cuello y lo devoró con besos, bajo hasta sus senos y subsiono sucionamente su ceno derecho.

–Ahh... Ella me empuja ah la cama.

Para así ponerse encima de mi, yo tomo su rostro y devoró sus labios con rudeza. Era una mezcla de deseo y pasión. Una combinación, que jamás creí que llegaría hacer tan fuerte. O por lo menos.

Nunca creí que llegaría sentir esto por ella.

*Flash*

–Si alguien tiene la culpa de lo que ocurrio. Eso somos tu y yo, cincuenta por ciento es tu responsabilidad. Y el otro cincuenta es el mio–le recuerdo como eran las reglas.

–Tú y tu puta lógica. Ya estoy arta de ella–escupe con repulsión.

–¿En serio continuarás con esa actitud tan infantil?. Maldita sea Melodí, sabes perfectamente que lo intente. Realmente me esforcé para que las cosas entre nosotros dos de dieran, paro no pude manegar mis sentimientos. Y es que no se trata de que la pueda olvidar o no, si no que mereces aún hombre de verdad. Uno que te pueda amar completamente como lo mereces, porqué eres sin duda alguna. Una mujer grandiosa, y si no estuviera tan enamorado de Lina. Se que me enamoraría de ti.

Sus ojos se encontraban cristalizados, no necesitaba que me dijiera nada para saber lo que sentía o pensaba con respecto ah está situación. Sus mano se encontraban tensas y se mantuvo en silencio por unos segundos.

–¿Sabes que?. Vete ah la mierda.

Desde la distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora