Capitulo ocho: No es amor

7 0 0
                                    

Narra: Melodí.

Era una cuestión del corazón, pero ah la misma vez. Del cerebro, de darle toda la atención ah unas de las dos. Esto se había convertido realmente complicado.

Y es que sin duda alguna, yo misma me provoque este sufrimiento. ¿Cuando se supone que debes detenerte?. Es simple, cuando caes en cuenta de que no importa cuánto lo intentes, el jamás hará lo mismo por ti.

Que estás dispuesta ah entregar tus sentimientos, alma y cuerpo ah un hombre que ni siquiera tiene pensado incluirte en sus planes. Que solo te escribe cuando no tiene nada que hacer.

Es que tomamos el mal hábito de hacerlo todo por alguien, que no está dispuesto hacer la mitad de lo que tú hiciste por el. Que no sólo se trata de todo ese amor que le entregaste sin dudar.

Si no de ese tiempo que simplemente jamás regresará, y solo te recordarán. Lo imbécil que fuiste por creer posible, la idea de estar con una persona. La cual, no te consideraba como unas de sus prioridades.

Si, esa es la realidad de muchas como yo que se niegan abrir los ojos y ver la verdad. La vida no es un cuento de adas, y ya es momento que entendamos que no podemos convertirlo en uno.

—¿Estás segura que estás bien?—asiento sin ánimos de hablar la verdad. Si había con alguien que siempre accedía ah desahogarme, esa es  con mi madre. Pero lo peor del caso es que me encontraba tan mal, que ni ella podría ayudarme con el hueco que se encuentra en mi corazón.

—Estoy bien. Lo digo en serio, no tienes nada que preocuparte.

—De acuerdo. Pero sabes perfectamente que siempre estaré aquí para escucharte—yo tomo sus manos en la mías y la observó con dulzura. Y es que si existía alguien la cual jamás me había decepcionado o dejado sola en toda mi vida, esa es justamente mi madre que siempre lo ah dado todo por mi. Aún y cuando yo no sé lo pedí, ella siempre pensó en la mejor opción para asegurarme un gran futuro.

—Niña Melodí. Un joven la busca—me confusa Rita. Ya observo un poco ah mi madre confundida. Sin tener alguna idea de quién se trataba, así que solo me levanto de la silla para caminar asia la puerta y salir de la casa. Al verlo mi corazón no se lo podía creer, creí que luego de nuestra discusión.

Ya no lo vería más, pero veo que mi teoría ah fallado por completo. Acepto que me da ilusión pensar que ah venido hasta aquí por mi, pero mi cerebro me pedía tener el control en esto, y pienso. Que quizás sea lo mejor, quizás me valla de una mejor manera si no escucho tanto las palabras de mi corazón.

—Lamento venir sin antes avisarte. Es que realmente deseaba disculparme lo de aquel día, estoy consiente que te cause mucho daño. Y quizás te prometí cosas que nunca creí capaz de cumplirte—esto se escuchaba más como una despedida. Ah una declaración de amor—pero tu estabas conciente del gran amor que siento por Lina—no pude evitar reirme al escucharlo decir eso otra vez.

—Lo lamento. Pero ciertamente, no veo necesario que vinieras hasta aquí para decirme todo esto—aun lo amaba locamente. Pero estaba claro que me amaba más ah mi. Y que siempre pondré mis sentimientos asia mi como prioridad.

—Solo quería disculparme por todo lo que te hice.

—No es necesario. Y lo digo en serio—las lágrimas amenazaban con hacerse presente—pero lo que me parece tan ridículo es el hecho de que seas uno de los mejores sicólogo. Que asegura constantemente amar ah una mujer la cual nunca ah amado realmente—el se acerca ah y y deja salir una gran carcajada.

—Lamento tener que decirte esto Melodí. Pero no eres nadie para poder decir si siento o no siento verdadero amor por una persona—lo conocía. Ya se encontraba totalmente enojado.

—Tranquilo. Se que no soy nadie para decir esto, pero. Un hombre que "ayuda" ah persona ah resolver sus problemas. Jamás afirmaría amar ah una mujer, la cual ama más que ah el mismo—el abre sus ojos para así solo quedarse callado—no intentes manipularme con tus juegos mentales Noah. Ya que te pondrías sorprender de lo que soy capaz de hacer, y si. No soy nadie, quizás no significo nada para ti, pero veo perfectamente lo que demuestras. Y créeme, lo que sientes por Lina no es amor. Ni siquiera está cerca de parecerse ah eso—yo solo le doy la vuelta para así volver ah entrar ah la casa de mis padres.

Una vez que ya me encontraba adentro y con la puerta cerrada, caigo al piso para así poder sacar lo que estaba reteniendo. Por orgullo y respeto asia mi misma, que es lo más importante en mi vida.

Desde la distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora