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Nos creímos sus mentiras, y él nos atrapo a todos, obligándonos a ser los peones de su espeluznante juego.
Él es un terrible monstruo, quien no dudara en soltar a sus demonios, destruir todo a su paso, hasta alcanzar su objetivo.
No te atr...
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16:00 p.m.
Miércoles 13 de abril del 2,022
San Francisco, California.
Instituto Psiquiátrico del Estado de San Francisco
Consultorio de la Dra. Jones
El lugar estaba en un silencia sepulcral como si no hubiese ni un alma, desde luego no era así, a esta hora la mayoría de los consultorios estaban en turno, pero con la Dra. Jones la consulta parecía no tener resultados ya que después del acontecimiento traumático el paciente asiste cada semana, aunque a veces tiene una recaída, como lo es en ese momento que habla de cómo fue que las cosas tomaron ese rumbo.
Está claro que tendría represalias sobre el acontecimiento, si fue tan solo hace dos años, todavía sigue muy presente en el paciente, y estas se vuelven más frecuentes con el paso de los días, ya que se acerca el aniversario de ese trágico día.
Las paredes de color blanco, frías, los sillones turquesas que se miraban totalmente cómodos, la alfombra peluda que descansaba en medio del consultorio, pero lo que más destacaba del consultorio era el espejo de cuerpo completo que estaba en la pared enfrente de donde se sientan los pacientes para poder verse. Aunque en ese preciso momento el paciente que se encontraba sentado miraba a todas partes menos al espejo o a la Doctora, porque cada que miraba su aspecto en una superficie por mucho tiempo aparecían los golpes y raspones que tenía aquel día, que lo atormentaba cada que se iba a dormir.
—Una vez más, explícame como empezó todo, así puedo asimilarlo, no tengas miedo, yo no te juzgare.
—Bueno— suspiro— solo con verlo sabía que él pondría mi mundo de cabeza, que traería problemas a mi vida si no me alejaba.
—¿Por qué no te alejaste cuando aún podías?— le da una risa socarrona.
—Fue....—se retractó— es bastante básico de hecho, algunas chicas nos gustan los chicos malos cuando más protegidas están más probable es qué les guste uno.
—Lo dices como si fuera inevitable, no es un rito de paso.
—Para algunas chicas, así es. Lo fue para mí— suspiro— si hubiera un chico malo en un radio de cinco millas, lo encontraría y de alguna manera su lado malvado me consumiría.
—Estoy seguro que alguno tenía intenciones puras contigo.
—Tal vez— suspiro— todo empieza el día de la fiesta de bienvenida de la fraternidad más grande hace dos años, allí fue la primera vez que lo vi— sonrió con melancolía— esos ojos me cautivaron desde el primer momento, esos ojos lujuriosos que prometían corromperte y llevarte hasta el límite y vivir la adrenalina del peligro, pero jamás pensé que a su lado mi vida correría un peligro inexplicable y en el cual arrastre a mis amigas a él, al mismísimo infierno— se secó una lagrima solitaria— nunca vi las señales de que algo malo sucedía, fui tan ingenua, me arrepiento de a ver regresado a la ciudad después de las vacaciones ...
