03. 𝐃𝐚𝐦𝐧 𝐖𝐞𝐢𝐫𝐝

29 7 0
                                    

Capítulo 3| Malditamente raro

El menor de los Arslan se encontraba recostado sobré el sofá con las manos en su rostro pensando en la estupidez que acababa de cometer, es que en realidad la habia cagado y en grande.

—Creo que no es necesario, quizá le ocurrió algo... —Expresó dudando el dueño de la mansión ante su esposa.

—Lo que le ocurrió es que se le olvido que estando en esta familia vive a costa de nuestras reglas y te advierto desdé ya, no quiero que nadie interfiera. —Le contestó ella tajante.

El menor se encogio en su asiento, sabia que algo ocurriría pronto y que era su culpa, pero seamos honestos, el necesitaba esa jirafa, sin dar tanta vuelta decidió superar el tema y tomar su celular.

Al fin y al cabo a el no le pasaría nada y eso era lo que importaba, cada quien ve por sí. Se preguntaran ¿A caso esta familia es tan egoísta de solo ver por su propio bien?, lamentablemente; Sí, o bien eso es lo que son actualmente.

La mujer impacientemente miraba de un lado a otro esperando a que la puerta de entrada fuese abierta y eso fue exactamente lo que paso luego de unos minutos, Belia había llegado.

Si creen que le dieron un típico sermón, pues no. Como siempre lo primero que recibió fue un golpe de su madre, tan fuerte que hizo que impactara contra el piso.

—Mierda, que recibida.— Murmuro tratando de no bajar la visita ante su madre.

—Eres una inservible, ¿porque no dejas de darme problemas?—Elevó su pie para colocarlo sobre su pecho, la pelinegra no pudo evitar soltar un quejido, el tacón de aguja que llevaba la madre le causaba un ardor debido a la presión y era imposible no sentir tal dolor, aun así lo disimulo como pudo, no conviene mostrar debilidad frente a su estricta madre—¿Donde se supone que estabas en lugar de ir a tus clases de derecho constitucional?

Belia ya estaba acostumbrada a este tipo de tratos y lo unico que le resultaba para poder molestarle era actuar con indiferencia.

Le sonrio de medio lado, pero mas bien parecio una mueca
—Trabajo de universidad, no es algo que te incumba.—Decidió no decir mucho más, le iría peor, ella lo sabia.

—¡Mentirosa!—Sacó el pie de su pecho para luego darle una sonora cachetada dejando su cara más roja de lo que estaba. —Fuiste a una "Casa" de un barrio que tiene mala reputación.

Abrió los ojos con sorpresa.-¿Enserio estas tan trastornada para mandar a alguien para seguirme?.—A penas se levantó del suelo y por sobre el hombro de la mujer miro a su padre exijiendo respuesta.—No lo puedo creer—Miro a los lados tratando de pensar en algo para correr hacia su habitación. —¿Le creen a alguien que me persiguió por dinero?, Es estúpido, Solo les dijo lo que querian oír.

—Oh' claro que no querida, no todos tus hermanos mienten como tú lo haces. —Respondió su padre volteando la cabeza para el otro lado antes de que la madre levantase su mano para volver a golpearla, Belia miró al sofá donde el pequeño Ian se escondía de su mirada.

—¿Tú eres el traidor?

—Sabes perfectamente mis intereses, solo pido una maldita cosa, ¡Pero aquí vemos que en esta maldita familia las promesas no se cumplen!.— Se levantó del sofá acostumbrado por la situación e algo indignado decidió irse no sin murmurar uno que otro quejido—No puedo creer que mi jirafa no este aquí aún, vaya familia de mierda.—
Se alejo por los pasillos molesto.

—Ese mocoso esta obsesionado con jirafas ¿Enserió le creen? —Seguía tratando de safarse sin dar explicaciones en vanas.

—Es suficiente—Suspiró con falso pesar, se cruzó de brazos quedando nuevamente de forma imponente—Hay otro tema del que debemos hablar.

—¿Hablar?, ¿Estabamos hablando?.

El Padre se acerco amenazante.—No vuelvas a interrumpir a tu madre.

—¿Que es eso del supuesto "Novio"?.—Siguio hablando esperando respuesta de su hija.

Ambos se miraron entre sí decididos a sacarle toda la verdad a lo que Belia trago saliva con fuerza.

¿Dónde habría un imbécil que se venda fácil?...

彡彡彡彡

Pisó el acelerador con fuerza, sin importarle si había algún otro auto cerca prosiguió a dar vuelta en una curva.

—¡Vamos a morir!— Rió con diversión la pelirroja que estaba en el asiento del copiloto.

—¡Akasma!

—¿Qué?, es novedoso, malvado, divertido, visto muy mal para nuestros padres, amo, lo que haremos no se hace todos los días.

Ustedes dirán "oh' así que logro salir de esa situacion con sus padres normalmente", claro no, de por sí esa familia de mierda no podría salir normal, la realidad es que salio corriendo como alma que lleva el diablo y al huir en su auto se dio cuenta que adentro estaba Akasma no le quedo de otra que llevarla consigo, la pelirroja no perdio el tiempo para cuestionarle que demonios era lo que hacia, a penas le conto todo decidio sumarse a un plan que juntas habian ideado... el problema es que cuando dos Arslan hacen un plan no sale todo muy lindo.

Y esa Askasma lo que más amaba era el desastre y el chismesito, necesitaba ver que sucedería acontinuacion.

Estacionó el auto con el menor ruido posible a unos pasos de la casa justo en un callejón.

—Tengo las cuerdas y dos vendas

—Yo la cinta.

—¿Estás lista?

—Hermana, nací lista.

Ambas bajaron caminaron hasta la casa viendo por donde podían subir. Trataron de subir por una improvisada escalera que se encontraba apegada a la pared de la casa.

—Mierda—. Insultó en voz alta moviendo su pie exageradamente que se había quedado atascado en el tablón.

—Quedate quieta.—Le ordenó Akasma tratando se sacarle el pie.

Miró alrededor tratando de calmarse y no entrar en pánico.

—Belia, ¿Te vas a mover o...?

Sin darse cuenta Akasma ya iba arriba mientras que ella había quedado paralizada.

—Si, si.—se limitó a decir para luego seguirle el paso.

A penas llegaron al segundo piso Belia le hizo una seña de que ella se avalanzaria para atraparlos a lo que Akasma le levanta ambos pulgares con emocion.

Salto sobre la cama seguido se escucho un grito el chico se removia bajo Belia tratando se safarse

—¡EVAND!...—Gritó el chico por auxilio Akasma se habia quedado inmovil, entro en pánico cuando el chico grito asi que lo primero a lo que atino a hacer fue darle un golpe en el rostro dejandolo inconsciente... aunque en parte el peliblanco le agrego dramatismo, jamás lo habian golpeado.

Hay que aceptar que Ulric era un tanto raro. —Falta uno, ¿no?

—Hasta donde se casi siempre duermen juntos...

—Esta en el baño.—Susurró Ulric algo atontado sobandose la cara.

Askasma lo amordazo tan pronto termino su frase y lo volvió a golpear.

La pelinegra corrió al baño y efectivamente estaba ahi, en la tina con almohadas y sabanas pacíficamente durmiendo.

Malditamente raros, eso eran ese par.

Malditamente raros, eso eran ese par

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ejecutando el afecto #1─𝐸𝑛 𝑃𝑟𝑜𝑐𝑒𝑠𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora