N/A: La imagen le pertenece a ShiroKuma y puedes encontrarla en Pixiv junto a otros trabajos (link: https://www.pixiv.net/en/artworks/85416079). Adicional a eso, te quiero dar las gracias por si no lo había hecho antes (y si ya lo hice, no importa, lo vuelvo a hacer). Sí, gracias por leer lo que va de este fanfic hasta ahora, gracias por tener la paciencia para esperar por un nuevo capítulo que puede llegar a demorar una eternidad en ser publicado, y gracias por hacer cualquier acción (agregarlo a tu lista de lectura, darle estrella a tus capítulos favoritos y escribir uno o más comentarios) que me dio a entender que la trama te interesó/te gustó y lo sigue siendo. Bueno, ahora sí a lo que viniste, disfruta el capítulo~
Podías hacer muchas cosas por él, por Venti. Podías estar ahí para él cuando él más que nunca necesitase de tu apoyo y compañía, podías intentar ayudar a resolver de la mejor manera posible los problemas de su gente y los suyos personales también, hasta podías poner en riesgo tu propia inmortalidad si eso significaba hacer lo correcto para todos y preservar su existencia a costa de la tuya. Si la situación fuera completamente a la inversa, Venti muy probablemente haría lo mismo contigo cuando la mínima oportunidad de poder ayudarte y/o salvarte se presentase ante él. Estabas segura de ello.
Sabías que lo amabas y que él a ti, pero también sabías que el amor no era sinónimo de actuar como un idiota en un momento donde realmente no necesitabas serlo. Eras más inteligente que eso, no ibas a dejar que Venti nublara tu juicio simplemente porque sí. Y no lo hiciste.
Cuando Aether se fue junto con Paimon a observar los alrededores de la Catedral y Venti se acercó a ti para preguntarte si te quedabas para planear con ellos el robo de la Lira Sagrada, tú tajantemente rechazaste su proposición sin siquiera pensarlo. Ni estando mal de la cabeza te ibas a involucrar en ese asunto, ni aunque Venti intentara convencerte con sus ojos de cachorro triste o algo similar. La expresión suplicante de su rostro se quedó grabada en tu mente mientras salías apresuradamente del lugar antes de que cambiaras de opinión. Sí, huyendo del plan de Venti como una cobarde, pero al menos como una cobarde que no se iba a meter en aprietos tan fácilmente.
Porque no tenías que invocar a tu Padre y ver el futuro con su ayuda para saber que el plan de tu amante para robar la Lira Sagrada era una pésima idea. Las probabilidades de que algo, cualquier cosa, saliera mal durante el hurto eran estúpidamente altas. Más para Aether. ¿En qué demonios ellos dos estaban pensando? Uno por idear el plan y el otro por aceptar hacerlo.
No sabías por Paimon, pero tú sencillamente no te ibas a quedar para ver como salía todo...
Tus pasos acelerados solo se detuvieron cuando, de manera abrupta aunque bastante accidental, te chocaste contra alguien en medio del camino a la parte baja de la ciudad. No fue para tanto en realidad, un simple y momentáneo golpe entre cuerpos, pero igualmente tus disculpas no se hicieron esperar instantes después de lo ocurrido. Las sinceras disculpas de la otra persona tampoco hicieron falta, y fue en ese momento cuando reconociste a la persona.
Era la voz de Amber, te habías chocado accidentalmente con ella.
Por un poco más de un segundo, pensaste que ella no sabía quién eras (o, mejor dicho, quien pretendías ser). Realmente pensaste que Alsvid cumplió con su deber a toda costa, que él hizo lo que tenía que hacer para proteger tu naturaleza divina. Tu verdadera identidad. Hasta tu respiración se entrecortó ligeramente al mirarla a la cara mientras ella te devolvía la mirada algo extrañada, como si sus ojos dorados no reconocieran tu apariencia. Pero, por supuesto, cualquier sentimiento fatídico que experimentaste en ese momento pronto se disipó cuando Amber te sonrió alegremente. Sus ojos ya no te dirigían esa mirada extrañada de antes.
![](https://img.wattpad.com/cover/254306583-288-k134324.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Ameno: Que el Viento Te Guíe [1]
FanficEl bardo llamado Venti te entretiene y sus canciones son gratas de escuchar. Barbatos, el Arconte Anemo, es un dios agradablemente amistoso y su amor por la libertad te resulta placentero. Ambos son la misma persona, ambos tienen la apariencia del c...