-¿Greengrass? ¿Qué estás haciendo levantada a esta hora?
Una chica alta de tez trigueña y cabello oscuro, observaba maliciosamente a la rubia. Ésta se encontraba tratando de asimilar lo que momentos antes había visto. "¡¿Draco y la sangre sucia volando en escoba por la noche?!", pensaba entre furiosa y asombrada cuando una voz desde las sombras la sobresalto. Rápidamente se giró sobre sí misma, encontrándose cara a cara con la serpiente.
-¿Tú eres Parkinson, cierto?-dijo con ese aire de superioridad que la caracterizaba.
-Veo que ya empezaste aprenderte los nombres, Greengrass. Te felicito- hizo una breve pausa y se acercó a ella- Ahora, espero que tengas una buena explicación para encontrar aquí, a mitad del corredor, en plena noche.
Se observaron con fijeza, desafiándose, hasta finalmente Daphne contestó.
-Solo estaba desvelada y salí a caminar. No sabía que aquí el toque de queda estaba a la orden del día.
-Pues ahora ya lo sabes- le replicó la morocha con altivez- y sino quieres que nuestra casa pierda puntos por tu culpa, te recomiendo que vuelvas a nuestra sala común y dejes de merodear como un alma en pena.
Daphne se acercó a su compañera de casa mirándola con fiereza. Cuando estuvo lo bastante cerca como para que Pansy la escuchara, le dijo en un susurro:
-No te preocupes tanto por mi Parkinson, yo ya estaba regresando. Aunque si quieres evitar que nuestra casa pierda puntos, deberías controlar mejor a tu prefecto ¿No crees?-sonrió sarcásticamente y continuó- Si fuera tú, verificaría que Malfoy esté haciendo su trabajo, a no ser que quieras tener serios problemas.
La rubia dio media vuelta y la saludándola con un irónico ¡Buenas noches!, se fue caminando lentamente hacia las mazmorras.
Tenía mucho que pensar y planear. De ahora en adelante debía ser muy cuidadosa con Draco si quería conseguir lo que se había propuesto. Granger era solo un maldito insecto, uno que podía aplastarse con facilidad. Y de eso, ella podía encargarse perfectamente.
Pansy Parkinson tardo dos minutos en entender las palabras de la mayor de los Greengrass, y cuando por fin lo hizo, salió casi trotando en busca de su compañero. Si ese traidor quería perjudicarlos en algo estaba muy equivocado.
***
Abrió un ojo, y lo volvió a cerrar. No tenía ganas de bajar y no quería hacerlo.
-¡Herms! Llegaremos tarde!-escuchó que alguien la llamaba.
La castaña se hundió más en la cama. Lo único que quería era desaparecer de Hogwarts, aparecer en su casa muggle y que su madre le diera un fuerte abrazo. ¿Y todo eso por qué? Porque no había podido dormir en toda la noche, no podía sacarse de la cabeza lo que había pasado con Draco y porque había confirmado aquello que ya sabía...estaba enamorada de él.
Enamorada de Draco Malfoy.
"No puede ser" pensó aplastándose contra la cama "¡Si, lo es!" le contestó una vocecita interna. Ella, Hermione Granger ¡¿pensando en un slytherin?! Si, así estaban las cosas. Por más que lo negara con todo su ser, había deseado que eso pasara. Y cuando lo vio acercarse para besarla no tuvo fuerzas para rechazarlo. Al recordar ese momento un escalofrío le recorrió el cuerpo.
-¡Herms! ¡Ya vámonos!- Ginny corrió las cortinas de la cama de la prefecta, y la encontró tapada hasta los ojos - ¿Estas bien?
-Mmm sí...eso creo. Ya me levanto- y con demasiada lentitud incompatible para aquella leona, salió de su cama y se vistió. Ginny la miraba extrañada, pero no hizo preguntas. No era el momento, más tarde podrían hablar.
ESTÁS LEYENDO
Un Tiempo
FanficLa guerra cambió todo, y a todos. En su último año Harry, Ron y Hermione deciden regresar a Hogwarts. La situación en la escuela es difícil y ninguno es el mismo, ni siquiera el gran Draco Malfoy. Una última oportunidad para recuerdos, encuentros y...