Jimi Hendrix «1»

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Jimi Hendrix supo sobresalir como nadie de su raza, ser un negro entre blancos y vencer

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Jimi Hendrix supo sobresalir como nadie de su raza, ser un negro entre blancos y vencer. Fue la vanguardia indiscutida en todo terreno, ya que agarró el blues del Mississippi y lo hizo estallar en pedazos después de que le agregara esteróides a la guitarra blusera. Su forma de vestir estrafalaria, con toques psicodélicos y provocadores superaba sin esfuerzo todos los delirios del mundo fashion del pop londinense.

La sexualidad que emanaba su presencia dejaba atrás a vedettes de la talla de Mick Jagger.

La sexualidad que emanaba su presencia dejaba atrás a vedettes de la talla de Mick Jagger

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Fue el número uno de los excesos. El sexo y las drogas fueron complementos inseparables en su carrera musical. Se afirma que tubo más groupies que cualquier otro pop star, que sus proezas en la cama rivalizaban con sus proesas guitarristicas, que se sentía muy atraído por el erotismo de las chicas y que la mayor parte de su dinero se le iba en drogas.

Pero Hendrix no era de los que aspiraba a vivir demasiado. Él, como muchos músicos de su generación abusaron de su integridad (LSD, drogas y mucho alcohol) y terminaron destruyendose en sus propios placeres, como Jim Morrison y Janis Joplin.

 Él, como muchos músicos de su generación abusaron de su integridad (LSD, drogas y mucho alcohol) y terminaron destruyendose en sus propios placeres, como Jim Morrison y Janis Joplin

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En el terreno musical, alcanzó el más alto sitial en el olimpo del rock. Mientras otros guitarristicas buscaban en los estudios de grabación y en la tecnología la forma de arrancarle nuevos sonidos a su instrumento. Jimi sólo necesitaba su guitarra, un amplificador y su pedal wah–wah para extraer los sonidos más insospechados. Podía ir de la melancolía extrema, a verdaderos ejercicios enrevesados sin ningún problema.

La historia del rock Vol «3»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora