Las cosas no son color de rosa, siempre hay otro lado de la moneda, detrás de un chico tímido puede haber algo más, detrás de un chico frío puede haber algo más, eso lo sé muy bien, por eso... quiero saber más de ti, y conocer todos tus lados
☕︎Tra...
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¿Que pasó ayer?
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Al día siguiente te levantas con una horrible sensación, la cabeza te duele mucho y estas desubicada, miras a todos lados notando que estás en tu habitación, rápidamente la pregunta de "¿Que carajo pasó?" Llegó a tu cabeza, no recuerdas mucho de la noche anterior, te miras a tu espejo, tienes pronunciadas ojeras y un tono pálido en la piel, no te ves nada bien
Por sentido común concluyes que estas teniendo resaca, nunca habías tenido una así que no sabes que hacer exactamente, lo mejor que se te ocurre por el momento es ir a tomar pastillas para el dolor y dormir un buen rato
Al abrir la puerta de tu cuarto te congelas, ahí está tu hermano con sus tres amigos
—Buenos días perra— saluda tu hermano sin dirigirte la vista, está cocinando el desayuno al parecer
Tragas saliva nerviosa ya que sabes que en cuanto te vea se va a preocupar y pegará el grito en el cielo hasta saber que sucedió la noche pasada
—Hola puta— te limitas a responder con el mejor tono de desinterés y sueño que puedes hacer para no levantar sospechas, saludas con la mano a los tres chicos y te vas al baño con la mirada baja para no revelar tu demacrado rostro
—oe.. ¿estas bien Chel?— Pregunta Tamaki, tu sigues caminando aun más nerviosa ya que esa pregunta había echo que tu hermano te voltease a ver
—Si si, solo tengo sueño— le restaste importancia entrando al baño
Te diste una ducha, lavaste tus dientes y tomaste pastillas para el dolor, cuando saliste aún te sentías mal pero al menos ya no olias a sudor y tu aliento no apestaba a alcohol
Saliste del baño más fresca, saliste con el cuerpo envuelto en la toalla y te dirigiste a tu habitación
Tu hermano al verte así abrió los ojos como platos y lanzó un trapo a la cara de Mirio para taparle los ojos
—¡No mamesChel avisa!— te regañó mientras Nejire le cubría los ojos a Mirio
—Es mi puta casa no tengo porque avisar una chingada— le restaste importancia pasando de largo hasta tu habitación
—¡No mueras Tamaki!— decía Nejire mientras zarandeaba al cuerpo medio ido del peli añil
En tu cuarto te vestiste con algo muy ligero y te recostaste a dormir de nuevo cuando escuchaste la voz de tu hermano llamarte
—¡Oye pincheexhibicionista! ¡Ven a desayunar!— gritó Dann desde la cocina
Soltaste un fuerte quejido y ahogado en la almohada y te levantaste muy a tu pesar, saliste desganada y así mismo te sentaste en el comedor
