Las cosas no son color de rosa, siempre hay otro lado de la moneda, detrás de un chico tímido puede haber algo más, detrás de un chico frío puede haber algo más, eso lo sé muy bien, por eso... quiero saber más de ti, y conocer todos tus lados
☕︎Tra...
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Estecapítulo contiene escenas explicitas de contenido +13
Se recomienda discreción °•Espero lo disfrutes•°
El último celo
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Despiertas en calma con los rayos de sol sobre tus ojos, te giras en las sábanas sintiendo el calor de tu cuerpo. El celo ah llegado
Aizawa no está a lado tuyo, eso te angustia un poco, bostezas estirandote y te sientas sientas el borde de la cama viendo a la nada, la cabeza te da vueltas y tu vientre empieza a arder, tu boca saliva y tus muslos duelen un poco
La puerta se abre mostrando a Aizawa con dos tazas de té en sus manos
—Buenos días— Saludó cerrando la puerta detrás suyo con el pie, se acercó a ti y dejó las dos tazas en la mesa de noche a lado
—Sho-Shouta— Jadeas extendiendo los brazos hacia él, quien se sienta a lado tuyo y te abraza
Tu cola felina lo abraza queriendo sentirlo más cerca, ante esto Aizawa suspiró con ternura, empezó a salpicar suaves besitos por tu cuello y mejillas mientras acaricia tu cabello con una mano y la otra detrás de tu oreja, ronroneas gustosa por la atención
—Vamos a desayunar— Dijo Aizawa separándose levemente haciéndote gruñir —¿A quién le gruñes?— Frunció el ceño, no dijiste nada y solo bajaste la mirada apenada abultando tu labio inferior —Eso pensé— Sonrió, dejó un beso en tu mejilla y se levantó tomándote de la mano para que lo siguieras
El azabache te guió hasta la cocina y te indicó sentarte en uno de los taburetes de la cocina, te dió un calmante y un vaso de agua para que lo tomaras, luego sirvió el desayuno para ambos
—¿Cómo te sientes?— Preguntó mirándote con tranquilidad
—Me duele todo...— Jadeas —N-necesito... Shouta— Lo miras con ojos suplicantes y algo llorosos
—Ya pasará, pequeña, solo espera a que el calmante haga efecto— Respondió Aizawa dándote una sonrisa de consuelo
—P-pero...— Bajas la mirada sintiendo el dolor de tu vientre quemándote
—Tranquila— Arrulló tomando tu mano, te miró profundamente a los ojos y el dolor de tu vientre bajó sintiéndote mejor con su sola presencia y sonrisa
Inhalas y exhalas lentamente tranquilizandote, sonríes ya más calmada y continúan comiendo en un agradable silencio
Por suerte el dolor de tu cuerpo está vez está más pacífico, el aroma de aún no sabes que de Aizawa te relaja y mantiene bajo control, los calmantes hicieron su efecto también serendandote
