Capítulo 3

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/Narra el autor/

  Dos meses depues, el día a día de los Kent continuaba como si nada. Los padres estaban ausentes durante días, el hijo mayor estaba con otros heroes o haciendo su vida, y por último el hijo menor seguía con la misma rutina de siempre... más o menos.

  Los días pasaban tranquilamente, o eso pensaban Clark y Lois.

  Luego de aquel encuentro, cada noche, siempre y cuando la familia no se encontrara en casa, Michael se escapaba y se dirigía a un puerto abandonado de Metropolis, allí había un vehículo subterraneo que lo llevaba de ahí hacia Ciudad Gótica. Luego de convencer a Batman, por fin se convirtió en su alumno para que este lo entrenara adecuadamente.

  Los días transcurrían de la siguiente forma, él iba a la escuela, hacía sus deberes y quehaceres y al finalizar, iba al puerto para ser transportado hasta el lugar en donde su maestro lo esperaba. Allí entrenaba su cuerpo para fortalecerse adecuadamente, incluso peleaba contra Alfred si era necesario. El entrenamiento era exigente tanto física como mentalmente. Luego de fortalecerse comenzo a aprender tecnicas de combates avanzadas, manejo de armas y algunas cosas extra que su mentor le exigía estudiar. Al principio pensó en renunciar pero el pensar en recibir una felicitación de su familia lo hacía seguir esforzandose. Con el tiempo logró estar a la altura... al menos a medias.

  Luego de un tiempo, por fin llegó el momento de poner a prueba su entrenamiento. Todo comenzó como un día normal. Su familia, como siempre, no estaba y Michael aprovechó esto para ir a Gotham. Esa noche de entrenamiento transcurría como siempre, pero de repente fue detenido por Bruce Wayne. Este le dijo que ya había avanzado bastante y que estaba listo para empezar. El señor Wayne lo guió hacia una especie de traje blindado.

Bruce Wayne: Esto es para ti. Este traje te protegerá de cortes y disparos. Por lo menos podras combatir a criminales normales y de bajo calibre.

Michael: *Incomodo* Em... bueno... ¿Gracias? Oye, no te ofendas, pero puedo enfrentar amenazas un poco más grandes.

Bruce Wayne: ¿Por ejemplo la ira de tu padre?

  Eso dejó callado al joven Kent y simplemente aceptó el traje de mala gana.

  Primero acompañó a Batman hasta que por fin vieron a unas escorias intentando robar un cajero automático. Ahí estaba la oportunidad de demostrar de lo que era capaz.

  Michael se acercó a la escena mientras los criminales seguían en los suyo. Luego de llamar la atención de ellos, se preparó para la pelea. Los ladrones tenían arma de fuego mientras que el solo tenía su armadura y sus puños. Peleo ferozmente contra ellos hasta que los dejó inconscientes.

  Su maestro bajó desde los techos y vio el resultado de su nuevo aprendiz. No mostró ninguna sonrisa o gesto de orgullo por el. Simplemente asintió mientras dijo un "felicidades" de forma seca y fría.

  Luego de eso, fueron a la Baticueva para analizar mejor la pelea y ver en que podía mejorar el nuevo aspirante a héroe.

  Al día siguiente, el joven estaba dormido en su casa y planeaba seguir asi hasta que...

Lois: *Abre de un portazo la habitación de Michael* Despierta, bello durmiente. Se te hará tarde para la escuela.

Michael: *Medio dormido* De todos los malditos días que podían venir ¿Justo hoy?

Lois: *Un poco enojada* ¿Qué dijiste? ¡Michael Kent, levántate ahora mismo!

  El chico no tuvo más opción que obedecer y en eso vio a toda su familia reunida en la mesa para desayunar. El sueño por haber estado hasta tan tarde nublaba poco a poco su mente. Con toda su fuerza de voluntad trataba de mantenerse presentable ante su familia. Al sentarse vio la tele encendida y pudo notar algo en las noticias. Había un video de una persona con una armadura golpeando a unas personas y dejandolas inconscientes. El video era acerca de su primera noche como héroe y eso lo despertó en un instante.

Clark: Hm. Cada día hay más y más locos que se creen superheroes. Un día de esto se van a lastimar mucho.

  Las palabras de decepción y desagrado de su padre obligaron al chico a guardarse todo el orgullo que sentía por haber detenido a unos simples ladrones. Quería decirle que fue él pero veía que su padre desaprobaba estas conductas. Esto solo alimentó sus ganas de ser un héroe profesional y mostrarle de lo que era capaz, incluso si tardaba años.

El Hermano De John KentDonde viven las historias. Descúbrelo ahora