Capítulo 10.

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El sol nos despertó con su cálido beso la mañana siguiente.

Bajo las cobijas, sobre esa cama de paja, yacíamos Ierós y yo, desnudos, nuestros cuerpos rosandose, escuchando de cerca los latidos de nuestro corazón.

Yo desperté primero, moviendome despacio para no perturbar a mi amado, levanté ligeramente la cabeza, verlo tan tranquilo, su piel iluminada por la luz de la mañana, su cabello revuelto, su respiración tan calmada, me llenó de paz.
Las avecillas y los animales de granja fuera de nuestro pequeño cuarto de arcilla empezaban a hacer ruido, y noté como mi amado empezaba a despertarse.

-"Thomas..."

Le dije, en un tierno susurro.

-"Wow, mi nombre de mortal, casi me olvido de él..."

Me respondió, con una media voz profunda, adormilada.

Ambos reímos y nos presionamos un poco más el uno al otro. Continué la conversación:

-"Ierós, Thomas... Thomas, Ierós... ¿Cuál te gusta más?

-"Ierós, sin duda... es quien soy, Thomas fue el nombre que venía acompañado de mi carcasa mortal."

-"Es una pena..."- dije con voz triste- "porque... el hombre que me enamoró, fue el profesor Hiddleston, Thomas Hiddleston."

Hubo un corto silencio, un contacto visual prolongado, Thomas tomó una de mis manos y la colocó sobre su pecho, justo sobre el corazón, maniobró sobre la cama para colocar su torso sobre mi, apoyando un codo sobre la cama de tal manera que hacía que su brazo sirviera como mi almohada, y, rozando sus labios con los míos, me dijo:

-"Por ti, lo dejaría todo atrás, mi sabiduría, mi omnipotencia... incluso mi nombre."

Me besó, tan apasionadamente como lo había hecho la noche anterior, estrujó mi mano que se negaba a despegar de su cálido y fuerte pecho, me dejó sin aliento.

-"Thomas..."

Volví a decir, y eso pareció encender en sus ojos de nuevo la llama de la pasión y la lujuria, lo olvidamos todo mientras él me sujetaba por ambas muñecas, las ponía por encima de mi cabeza y posicionaba su cadera entre mis piernas.
Yo estaba lista para sucumbir a sus deseos, pero algo perturbó mi concentración...
Desde fuera de la habitación, del otro lado de la gruesa tela que hacía las suertes de puerta, escuché decir:

-"¡Ierós, Feme! El desayuno está servido, pero necesitamos agua para beber..."

¿Qué era esa voz? De mujer mayor, tan cálida y... ¿familiar? Me parecía conocida... era... ¡Tamat! La señora Tamat... ¡Era su voz!
Me senté sobre la cama rápidamente, asustando a Thomas...

-"¿Qué sucede?"

Me preguntó, confundido... yo agudicé mi oído y fruncí el entrecejo, curiosa, esperando escuchar esa voz una vez más. Y no tardó en repetirse:

-"¡Ierós! ¡Preparé tu platillo favorito..!"

Era ella, no había duda... entonces exploté de la sorpresa y dije:

-"¡Es ella! ¡Es Tamat! ¡Es su voz!"

-"Si... si, es ella, ¿Qué tiene eso de sorprendente?

-"¡La entiendo, Thomas, entiendo lo que dice!"

Thomas abrió los ojos de tal manera que casi se botan de sus cuencas mientras yo saltaba de la cama, me ponía la túnica que tuviera más cerca de mi y salía de la habitación para encarar a la mujer.
La vi de espaldas, rebanando lo que parecía ser un corte de carne.
Ella volteó a mirarme, se quedó un tanto inquieta debido a mi enérgico despertar. La miré esperando a que me dijera algo, pero nada sucedió hasta que tras de mí, abrochandose la túnica apareció Thomas dando los buenos días.

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⏰ Última actualización: Nov 27, 2021 ⏰

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Líneas y versos (Tom Hiddleston×T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora